Busan - Corea del Sur, ocho años atrás...
Jungkook sujeto con más fuerza la mano de su pequeña hija Hanna, la cual temerosa se pegó más a su costado, no la culpaba, el mismo estaba asustado, comprendía cómo se sentía ella. Ya tenía el presentimiento de que algo malo sucedía, era una sensación que lo había acosado toda esa noche, y cuando su Esposo no llego a dormir se intensifico más esa sensación, al ser Cirujano de Trauma, Él hacia largos turnos, no debería de haberle sorprendido que no apareciera a cenar, no era nada nuevo, pero...
"Hoy seré todo tuyo bebé, sin importar que suceda tendremos nuestra cita, esta vez no fallare, así que no se te olvide llamar a la niñera de Hanna"
Su esposo y el tenían doce años siendo pareja, doce maravillosos y difíciles años de relación, todas las parejas tenían crisis, pero ellos se esforzaban, habían aprendido equilibrar sus diferentes personalidades, sus expectativas y sus carreras, no iba a mentir, era complicado al ser él Abogado y él Médico, dos carreras opuestas y muy demandantes, pero realmente intentaban salir a delante, donde él podría intentar tener un horario fijo o podía trabajar desde casa si era necesario, el horario laboral de su marido era impredecible, ¿Cuántas citas canceladas? ¿Cuántas veces tuvo que dormir solo? ¿o a cuantos eventos había faltado a causa de alguna emergencia?
-¿Papá? - Hanna tiro de su mano llamando su atención -
¿Dónde está papi? - Jungkook trato de sonreír tranquilizadoramente a su hija.-Lo encontraremos cielo, no te preocupes-
-¿Señor Jeon? - llamo una enfermera. Jungkook se tensó, el tono serio y formal de la mujer no indicaba nada bueno. De repente sintió un nudo en la garganta que no lo dejaba hablar. Así que solo asintió. -Acompáñeme por favor- Él volvió a asentir, inclinándose tomo a su hija en brazos, necesitaba tenerla cerca. Fueron escoltados a una sala de reuniones, había dos médicos ahí, los conocía, los había visto en algunas cenas a las que habían asistido. Jungkook no recordaba sus nombres.
-Señor Jeon- dijo la enfermera en tono precavido -Tal vez sea mejor que me haga cargo de la niña un momento- Su hija de ocho años se aferró fuertemente a su cuello y enterró la carita entre su cuello, renuente a dejarlo marchar.
-Es mejor que acompañes a la enfermera cielo-
-Quiero ver a papi - dijo tristemente -Quiero ir a casa- Su esposo podría ser doctor, pero a Hanna no le gustaban mucho los hospitales, era hasta cierto lado ilógico, pero una vez se había lesionado un brazo en la guardería, la habían trasladado a urgencias en otro hospital que no era donde su papá estaba trabajando, fue un error de la profesora al no revisar el expediente de la niña, de haberlo hecho la habrían canalizado al hospital donde trabajaba uno de sus padres, Hanna se asustó muchísimo en el lapso de tiempo que ellos habían tardado en llegar.-Lo se mi vida- dijo amorosamente, obligo a su hija a que levantara su carita, la cual estaba bañada en lágrimas, estaba asustada, era comprensible, la había despertado de madrugada y habían sido trasladados aquí en una ambulancia. -Pero tengo que hablar con los médicos, es platica de adultos, en cuanto termine iré a buscarte- ella se limpió la nariz con la manga de su suéter, en otro momento la reprendería por ello, pero ahora...
-¿Papi está bien? - Jungkook apretó los labios, jamás le había mentido a su hija. Pero no sabía lo que ocurría.
-lremos con él pronto, lo prometo- esa promesa la convenció un poco. Asintiendo le dio un beso en la mejilla y él la dejo en el suelo, yendo de la mano de enfermera abandono la habitación. Tomando una respiración profunda se enfrentó a los médicos.
Cinco minutos más tarde, se encontraba dentro de una habitación, con un médico, una enfermera y a su espalda, podía escuchar los pasos de otras personas al caminar por el pasillo, el sonido del respirador era lo que más lo aturdía, eso y el constante bic del monitor que mostraba la frecuencia cardiaca del corazón de su esposo... un corazón que aún seguía latiendo....
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Nuevos Comienzos 💛 [COMPLETA]
FantasyEl Fiscal Jeon Jungkook cargaba un duro peso amargo en su corazón, la pérdida del amor de su vida ocho años atrás lo dejo destrozado, solo y con una niña de ocho años. El día que murió su amado Esposo se endureció su corazón de por vida, nadie jamás...