11💛

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Jimin estudio su rostro a través del enorme espejo del lujoso cuarto de baño, tan solo la recamara de invitados en la que se encontraba era más grande que su apartamento de una habitación arriba de la cafetería, el baño parecía sacado de una de esas revistas súper modernas, los Jeon no eran ricos, peros sin dudas un trabajo como el de Jungkook sí que era bien remunerado, tal vez se había equivocó de carrera.

Por insistencia de Jungkook y de Hanna, había accedido a pasar el día en su casa, además la doctora había dicho que no quería que estuviera solo al menos por las próximas veinticuatro horas. Quería asegurarse que todo estuviera bien. Y aunque todavía no estaba cómodo con todo esto, secretamente se sentía feliz de poder pasar este día con ellos. Algo detrás de él llamó su atención, por instinto se tensó, miro a Jungkook en la puerta.

—No quería asustarte— se disculpó.

—Supongo que es normal— suspiro, el ataque estaba reciente, estaría alerta en los siguientes días, pero tenía que superarlo. Era hombre que siempre superaba los golpes de la vida.

—¿Necesitas algo?—

—Estoy bien— Durante segundos se miraron, esta era la primera vez desde lo sucedido que se encontraban a solas. Jungkook no dijo nada, pero de repente se vio aprisionado contra el lavabo, y Jungkook estaba pegado a su espalda agarrándolo por detrás.

—¿Qué me has hecho? No puedo apartar mis manos de ti — pregunto él acercando sus labios a su cuello, Jimin inspiró con fuerza.
<<mal, mal, vamos mal>> que te acusaran de algo así, bebería de ser lo menos romántico, además estaba claro que Jungkook odiaba desearlo tanto pero… su cuerpo le decía que no debía detener al hombre, su cuello en particular era una zona muy erógena, y después de lo que le sucedió lo que más deseaba Jimin en este momento era sentirse vivo. ¡estaba vivo!

—Jungkook …—

—¿Sí? —Preguntó con voz ronca sin soltarlo además una de sus manos ya estaba sobre uno de sus pezones, Jimin acababa de salir de la ducha y solo tenía una toalla enredada en la cintura.

—¿Estás bien? —lnquirió ligeramente preocupado, no sabía porque, pero estaba seguro que a pesar que el hombre siempre se mostrara en control, esta situación debió de haberlo afectado de alguna manera, después de todo intentaron secuestrar a su hija… y como no habían tenido la oportunidad de platicar quería asegurarse que estuviera bien.

—No— aseguro, y sin tiempo para reaccionar lo empujó contra el lavabo, mientras que con una mano seguía jugando con sus pezones, con la otra se deshizo de la toalla. —Te necesito—le susurró al oído. ¡oh sí! Él también lo necesitaba. Quería olvidar todo lo sucedido. Jimin apoyó las manos en duro granito del lavabo, él estaba detrás, notaba todo su peso en la espalda, rodeándolo de forma que resultaba imposible escapar de su abrazo, mientras lo excitaba deliberadamente, con su dedo recorriendo el agujero de su ano de forma lenta, una pasada, dos, tres, hasta que por fin lo introdujo; estaba ardiendo, y demasiado excitado, podría correrse allí mismo, si él continuaba así.

—Jungkook… —rogó él— Por favor, Follame duro-  ahora lo necesitaba más que nunca—

— Me encanta tu culo — ¡Oh Dios! Le encantaba este Jungkook caliente, sensual y cachondo, se había dado cuenta que en la cama no se mostraba tan en control como siempre…Jimin no podía más, si dejaba que él mantuviese el control lo iba a torturar, así que se revolvió, no de una forma muy elegante, hasta quedar frente a él, aunque Jungkook no quitó en ningún momento la mano de su trasero, que acariciaba con excelente maestría.

—Vamos a la cama —dijo antes de esconder la cara en su cuello para probarle él también. Le mordió el lóbulo de la oreja, eso lo volvía loco, poco a poco había logrado conocer el cuerpo del hombre.

Nuevos Comienzos 💛 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora