—¿Por qué tarda tanto? — pregunto una Hanna quejosa mientras nuevamente miraba hacia el horno.
—La creme brulee es un postre que tiene que cocerse lentamente, apenas han pasado diez minutos Hanna, ¿siempre eres tan desesperada? — ella sonrió, girándose hacia él, estaba firmando las fichas de entrega para mañana, Zoe no tardaba en irse y quería dejarle todo listo para mañana, era fin de semana y tenía planeado tomarse el día libre, después de todo era su cumpleaños, no es que lo celebrara ni nada, pero como era domingo, tal vez podría pasarlo explorando esta ciudad, era nuevo aquí después de todo, y no iría a casa para su cumpleaños, demasiadas obligaciones, a lo mejor podría invitar a comer a Hanna y a Jungkook sin decirles el verdadero motivo, no le gustaba celebrar su cumpleaños para él era un día normal.
—¿Crees que estará lista para cuando llegue papá?—
—Seguro que sí, ¿te ha llamado? —
—No desde la hora del almuerzo— dijo ella distraída mientras volvía a comprobar el horno. Jimin negó con la cabeza, Zoe entro y le entrego todas las notas para cobrarlas mañana, además del efectivo que tendría que pagarles a los proveedores.
—Bueno, me marcho, ¿necesitas algo más? — pregunto Zoe
—Eso es todo, buenas noches— la mujer asintió dándole un abrazo y despidiéndose de Hanna.
—Adiós Zo Zo— dijo la chica, se había hecho buenas amigas.
—No incendies la cocina Hanna— Riendo la mujer se marchó,
¿ahora qué? Jimin deseaba llamarle a Jungkook para saber si lo esperaban o llevaba a Hanna a casa. Pero no quería molestar por si estaba ocupado. Si le preguntaban a Jimim por los detalles, no estaría seguro de narrar como ocurrieron, pero un extraño presentimiento lo hizo ponerse alerta, no había escuchado la puerta cerrarse, la campana en la parte superior siempre sonaba, ese era el punto, que hiciera ruido cada que alguien entraba y salía. un escalofrió recorrió todo su cuerpo. Como Hanna seguía entretenida, jimin decidió a investigar.—Zoe…— llamo a su amiga, pero nadie contesto, el local estaba a oscuras, pero aun había algo que lo inquietaba, de la parte superior del anaquel tomo una botella de licor de jerez, era lo que tenía a mano. Dio unos pasos precavidos por el interior del mostrador, algo andaba mal, que lo llamaran loco, pero algo malo estaba sucediendo. Sin hacer ruido levanto la puertita de madera para salir al otro lado…
—¡Zoe!— ella estaba tirada a mitad del corredor, mierda, tenía que correr a auxiliar a su amiga, pero Hanna estaba en la cocina… el teléfono, tenía que llegar al teléfono.
—¡Jimin!— grito Hanna detrás de él, pero fue demasiado tarde, algo lo golpeo lanzándolo al suelo, su cabeza reboto contra el duro azulejo, pero no perdió la conciencia… Hanna, tengo que proteger a Hanna.
—¡Nooooo!— el grito de ella lo hizo reaccionar, como pudo intento ponerse de pie, le palpitaban los oídos, y su vista estaba desenfocada, pero alcanzo a ver la silueta de una sombra forcejeando con Hanna, no lo pensó dos veces, se lanzó hacia él, ambos cayeron al suelo, él era más pesado, pero Jimin era capas de morir antes que permitir que le hiciera daño a Hanna. El hombre lo golpeo en el rostro, pero aun así Jimin siguió luchado, por sobre su cabeza vio uno los embaces de cristal para el almacenamiento de las especias,
como pudo se estiro para alcanzarlo, pero no lo conseguía, el hombre comenzó a estrangularlo, pero de repente el gruño cayendo pesadamente hacia a un lado.
—¡Jimin! ¿estás bien?— Hanna estaba a su lado, jimin tocia tratando de llevar aire a sus pulmones.
—Co… co…rre— intento empujar a Hanna lejos, pero ella se reusaba a marcharse, el hombre a su lado se recuperó e intento nuevamente alcanzar a Hanna, Jimin empujo con todas sus fuerzas a Hanna lejos mientras intentaba patear al hombre para que no la alcanzara. Nuevamente el maldito lo golpeo lanzándolo contra el estante, al momento él estaba persiguiendo a Hanna que había corrido hacia la trastienda.
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Nuevos Comienzos 💛 [COMPLETA]
FantasyEl Fiscal Jeon Jungkook cargaba un duro peso amargo en su corazón, la pérdida del amor de su vida ocho años atrás lo dejo destrozado, solo y con una niña de ocho años. El día que murió su amado Esposo se endureció su corazón de por vida, nadie jamás...