04💛

7.4K 1K 42
                                    

Jimin no se sintió sorprendido cuando Jungkook no apareció a la mañana siguiente, el mensaje de que no quería verlo de nuevo estaba claro, pero, aun así, tenían un ligero problema, Jimin seguía teniendo la cartera del hombre en su poder, bien podría tirarla a la basura y olvidar que alguna vez había conocido al arrogante Fiscal, pero él no era así. Tenía que encontrar la forma de devolverla, intento averiguar con alguno de los muchos hombres trajeados que entraban a la cafetería a ver si alguno sabia donde estaba su oficina o donde encontrarlo, pero la primera mirada de desconfianza lo hizo desistir, preguntar por dónde encontrar un Fiscal de Distrito era algo sospechoso tal vez.

Así que le quedaban dos opciones, uno… esperaba que el hombre alguna vez volviera a la cafetería. O dos… podría buscarlo en su domicilio, después de todo la dirección podría encontrarla en alguna de sus identificaciones. Tuvo que reunir todo su valor para poderse decidir a abrirla. No sabía porque sentía que estaba abriendo la caja de pandora.

Se dio cuenta después que no era la caja de pandora…era mucho peor, nada más abrirla se encontró con una fotografía al frente, era una pajera de hombres jóvenes, rápidamente identifico cual era Jungkook según sus cálculos bien podría tener unos veinte cinco como mucho en esa foto, a su lado un hombre castaño, con una hermosa sonrisa lo abrazaba con amor… su corazón se rompió en mil pedazos, había estado pensando que no era lo suficientemente bueno para el Fiscal, cuando en realidad la renuencia del hombre era porque tenía pareja….idiota, idiota, idiota. Ahora se sentía culpable, había presionado demasiado, compendia porque el hombre se había comportado tan fría mente.

Jimin no era de los que se metía en medio de una relación, ¿Por qué no se lo había dicho? Tan fácil y sencillo como eso habría dejado todo claro y no se habría montado tanto drama.

Fue por la tarde cuando al fin tuvo tiempo para ir a regresar lo que no era suyo, además tendría que limpiar su conciencia, se disculparía con el Fiscal por haberlo puesto en tan incómoda situación, esperaba que ya con eso pudiera resolver el problema.

Con la ayuda del GPS llego a una zona muy lujosa, no le impresiono, después de todo el hombre tenía un buen trabajo, y si por naturaleza Jeon era arrogante, era lógico que el lugar donde viviera estuviera a tono. Al final se detuvo frente a una hermosa casa de piedra estilo Victoriano, no se había sentido nervioso hasta que bajo de la camioneta, tomo una profunda respiración para calmarse, tomo la caja con pastelillos que había horneado, había notado que eran los favoritos del hombre, hasta en ese pequeño detalle se había fijado todas estas semanas cuando lo admiraba desde lejos, era un obsequio de disculpas solo esperaba que no se lo lanzara a la cara.

Tardo más de lo esencial llegar hasta la puerta, había tenido la esperanza que de casualidad alguien estuviera saliendo de la casa, quien fuera habría sido lo mejor, así habría dejado lo que tenía que dejar y se habría marchado.

—¡Yo voy! — grito una voz de mujer, Jimin se tensó y se preparó para la que fuera a ocurrir, una chica abrió la puerta, era joven, muy joven, y bonita, ella amablemente le sonrió, la reconoció, tenía parecido con la niña de la foto, por más que quiso no seguir indagando entre la privacidad del Fiscal había visto otra foto, en ella estaba una niña de unos cinco años, sonriendo, mostrando que había perdido uno de sus dientes frontales. —¿Puedo ayudarlo? — tenía una voz angelical

—Hola— saludo cortésmente —Busco al Fiscal Jeon — en ese instante la sonrisa de la chica se borró, ¿Por qué? ¿Habría estado esperando a alguien más?

—¡Papaaaa! Te buscan por trabajo— dijo desilusionada, él iba a aclarar que no iba por trabajo, pero al instante Jeon Jungkook  apareció en la puerta, la sorpresa en su rostro al verlo ahí fue muy obvia, lo que le pareció extraño a él, ya que esperaba ira, desprecio, desagrado… pero no sorpresa.

Nuevos Comienzos 💛 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora