—¿Te apuntas para una verdadera fiesta esta noche? — pregunto John palmeando su hombro, Jungkook lo fulmino con la mirada.
—Ya estamos en una fiesta, ¿podrías siquiera fingir que te diviertes? — John esbozo una falsa sonrisa.
—Esto no es una fiesta, es un velorio— dijo con disgusto — Esto ocurre cuando dejas que tu mujer organice tu fiesta de jubilación— Jungkook rodo los ojos. John Derricks fue su colega y socio antes de que él se convirtiera en Fiscal fueron socios de buffet, cuando consiguió el empleo tuvo que dejar la firma para trabajar para el Estado, pero seguían siendo buenos amigos, incluso les habían tocado casos juntos, era una especie de competencia amistosa, ambos en distintas partes del equipo, a veces ganaba él. Otras veces John pero el trabajo no intervenía en su amistad, eran verdaderos profesionales.
—Foster cumple cincuenta años de carrera, se más respetuoso— reprendió a su amigo, pero de poco servía.
—Como sea, tengo una sorpresa para nuestro buen juez Foster, me he encargado de hasta pedirle permiso a su carcelera para salir esta noche— Jungkook puso los ojos en blanco.
—Siendo así, creo que mejor me quedo en casa a trabajar—
—No seas aburrido, seguro que Vicky querrá hacer de niñera para Hanna—
—Hanna ya está en edad suficiente para no necesitar niñera— John rio.
—Se nota que no sabes nada de adolescentes, es cuando más deben de estar vigilados—
—Confió en mi hija— era verdad, Hanna era una buena niña, y jamás le había dado motivos para desconfiar, cuando la había dejado salir con sus amigas, siempre regresaba a la hora acordada, respetaba su privacidad, pero Vicky le había asegurado que jamás había encontrado nada raro en su habitación, la señora Voicie, había sido un gran hallazgo, era una mujer viuda que trabajaba como su asistente de casa, sin duda hacia más sencilla su vida.
—Bueno ¿te apuntas o no? — Jungkook iba a decir que definitivamente no, pero algo llamo su atención, no estaba seguro pero el chico que estaba en la mesa de postres se le hacía familiar… abrió mucho los ojos, era él, el chico de la cafetería —Te has puesto pálido hombre ¿Qué has visto? — Jungkook inmediatamente disimulo, su amigo no era muy discreto.
—Nada… ¿Qué decías de la fiesta? — su amigo claro que no le hizo caso.
—¿Quién es esa cosita hermosa? — Jungkook apretó los dientes.
—No sé— John lo miro levantando una ceja.
—No nací ayer amigo, tengo una maestría en criminalística, vi tu rostro…—
—No sé quién es— dijo con más convicción, no era una mentira —Solo sé que trabaja de mesero en una cafetería que frecuento—
—¡Oh!— exclamo su amigo, regresando la mirada hacia el chico rubio, más bien se lo estaba comiendo con la mirada, John era bisexual, estaba casado, pero él decía que estaba con su esposa en una relación abierta, eso quería decir que los dos se acostaban con quienes querían a la hora que querían, es más, hasta los escucho una vez contándose el uno al otro sobre su conquista de la noche pasada…. John era su amigo y respetaba su vida, pero en lo particular Jungkook era monógamo, siempre le fue fiel a Taehyung en su relación.
—Es hermoso——¿Quieres dejar de hacer eso? —
—¿Hacer qué? — pregunto inocentemente, guiñándole un ojo, se alejó hacia la mesa antes de que pudiera detenerlo, Jungkook apretó más la copa en su mano. Jeon tenía una rutina, todas las mañanas antes de ir a trabajar se detenía en la cafetería que estaba enfrente de la Suprema Corte, era un buen lugar para tomar un café, leer su periódico y comer algo antes de que comenzara a trabajar, eran los escasos veinte minutos que tenía para sí mismo, después de eso, su día consistía entre el trabajo y su hija.
El chico se había aproximado a él, era la primera vez que lo veía, admitía que había sido un poco tosco con él, pero en su defensa, lo había tomado por sorpresa, y él estaba oxidado en cuando a ligar se refería… no le había quedado clara la intensión del joven hombre hasta que se había alejado ofendido y había aparecido la mesera habitual con cara molesta y casi le derraba el café encima.
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Nuevos Comienzos 💛 [COMPLETA]
FantasyEl Fiscal Jeon Jungkook cargaba un duro peso amargo en su corazón, la pérdida del amor de su vida ocho años atrás lo dejo destrozado, solo y con una niña de ocho años. El día que murió su amado Esposo se endureció su corazón de por vida, nadie jamás...