— Los abuelos y las mascotas tienen algo en común, se ganan tu corazón, se convierten en pilares en tu vida, y duran muy poco.
— Esmeralda Godoy
~•~
— Dejame ver si entendí, ¿Erick se rompió la pierna?
— Si...
— Al saltar de una ventana.
— Si...
— ¿Por estar buscando tus cosas?
— Em... Sí.
— ¡Me estas jodiendo! — Explotó.
— ¡No es mi culpa, no pensé que mi abuela y su perrita Fifí lo dejarían así! — Levante las manos en señal de paz.
— Esa no es una perra es un demonio. — Exclamo Érick —. Un demonio feo, malvado y sanguinario.
— Es increíble que no te hayas roto nada en una caída de tres metros. Pero que bastará con que un perro te persiguiera en el jardín y te fueras de chicote al suelo para romperte la pierna. — Exclamó Lisa tomándose el puente de la nariz con los dedos. — Seguro eres adoptado.
— ¡Hey! No hables que tu en tercer grado te rompiste la nariz con la pared y todos te decían pingüino. — Erick arrugó el ceño en su dirección.
— No acabas de llamarme así.
— No se de que se quejan, obviamente él no se rompió nada por qué cayó sobre mí. — Adrick, nos fulmino con la mirada, pero lejos de intimidar me dio lástima, se había roto las costillas y el brazo derecho.
— ¿Pero porque estabas tú en mi casa? — Intervine.
—Nací por mi madre, moriré por el chisme. — Declaró.
— ¡¿Que hacen todos ustedes aquí?! — Una enfermera nos interrumpió. — No dejan descansar a los pacientes con sus griteríos, fuera de aquí.
Salimos avergonzados de la sala no sin antes prometerle a Erick y Adrick que vendríamos luego. No sabia que hacer exáctamente, afuera estaban mis padres y mi abuela. Y yo realmente no tenía la suficiente fuerza mental para hablar con ellos.
— En la pasillo de la derecha hay una puerta que da a la parte trasera del hospital, si quieres evitar a tu familia deberías salir por allí. — Escuche murmurar a Lisa mientras caminábamos.
— ¿Cómo sabes eso?—. Pregunté.
— E estado aquí antes. — Respondió vagamente. — Yo los distraeré, hazlo antes de que cambie de opinión.
— Creo que nunca voy a entenderte. — Respondí tomándole el brazo, el cual aparto de mi agarre inmediatamente.
— Hay muchas cosas que no sabes de mi Reina, y no necesito que las sepas. — Miro al techo un momento meditando sus palabras. — Evan, es un buen hombre, te quiere mucho , y si algún día deja de comportarse como un imbécil, deberías al menos, escuchar lo que tiene para decir, el no es un villano, nos vemos luego. — Sin más siguió caminando rumbo a la sala de espera, dejándome con las palabras en la boca.
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Unidos por la Pizza [ Corrigiendo ]
Novela JuvenilUnidos por la Pizza Una bola de masa, perfectamente estirada, en una figura redonda cubierta con unas generosas capas de salsa y queso, con todas las variedades de alimentos que puedas imaginar cocinados en el mejor horno a leña. Una comida celestia...