1.
Llegó temprano, justo cuando el sol comenzaba a salir sobre el lago. Las ondas en el agua atrapaban los rayos del sol y brillaban suavemente, y una niebla dispersa y fragmentada flotaba sobre la superficie del agua, lo que le hacía ver tranquilizante y cálida.
James estacionó el Jeep en el área de descanso del acantilado, el mismo lugar en el que se había estacionado la última vez que visitó Silent Hill, y salió del vehículo para estirar las piernas y la espalda. Se acercó a la barandilla y miró hacia abajo, contemplando a aquel pueblo dormido.
Parecía tan normal, como aquel típico pueblo turístico soñoliento, el tipo de lugar al que se retiran los ancianos para tentar a sus nietos a que les visiten, con la promesa de pasar algunos días en el lago. Podía imaginar las calles llenas de viejitas con sombreros brillantes, comprando y cotilleando, mientras sus maridos pasaban las tardes de ocio en los campos de golf o jugando póker, con brandy y cerveza.
Pero también podía ver calles llenas de monstruos y sangre.
James negó con la cabeza, tratando de despejar las telarañas de su mente. La dualidad de Silent Hill no le interesaba, no realmente; lo único que le importaba era encontrar a Harry, si es que estaba allí. Si no estaba... bueno, el mundo seguiría girando si se perdía allí abajo, y casi nadie notaría su ausencia, así como nadie la notó la última vez.
Sus manos se apretaron involuntariamente en la barandilla. Incluso después de diez años, nunca había sido completamente sincero con Harry. Se quedó mirando el agua, temporalmente hipnotizado por las lentas ondulaciones, y se preguntó con una amarga sensación por su auto, aquel hundido en el fondo del lago desde hacía diez años pasados. Se había lanzado del puente a propósito. Había querido hundirse en el oscuro abrazo del lago, sumergirse en la paz y el olvido, silenciar por fin las voces en su cabeza y perder el tremendo peso que llevaba en su alma. Fue sólo después de que Harry, un completo extraño en ese momento, lo sacara del agua y lo llevara a casa, e hiciera a James comenzar a creer que sí quería vivir y que sí podía seguir adelante. Que podría cargar con el peso de lo que había hecho y seguir viviendo, y tal vez incluso, volver a ser feliz.
Pero ahora Harry se a ido, y no podía evitar preguntarse cómo sería estar en el fondo del lago, rodeado de silencio y agua fría a la deriva.
James se frotó los ojos, sus ojos rojos, secos e irritados, y caminó rígidamente de regreso al Jeep. El largo viaje hasta ahí le parecía un sueño ahora, pero debería haber estado pensando en cómo entrar en ese mundo que es capaz de ocultarse tras la máscara de un tranquilo pueblo turístico. Ni siquiera había considerado lo que haría si llegaba hasta ahí y, como ahora, el pueblo era normal, pacífico, y no el reino de pesadilla que necesitaba encontrar.
¿Podría realmente estar tan sanado, como para que el verdadero Silent Hill no lo admitiera ahora?
No, eso era imposible. La pirámide roja no habría estado viniendo a él cada noche, atormentando sus sueños, si no pudiese regresar a ese lugar.
James inclinó el respaldo del asiento del Jeep hacia atrás, intentando encontrar una postura cómoda. Bien podría tomar una siesta, y tal vez cuando despertara la niebla habría vuelto, y podría descender a la ciudad y encontrar lo que buscaba. Los monstruos probablemente se lo comerían vivo si bajaba allí ahora, sin dormir y con la cabeza cansada y aturdida, tal y como se sentía.
El asiento se enganchó en algo detrás de él y no pudo bajar del todo. Repentina e irracionalmente frustrado, James se agitó detrás de él, tratando de apartar a un lado lo que sea que estuviera estorbando. Su mano tocó una lona áspera y de material inflexible; era la mochila que Heather le había hecho. Sintiendo una momentánea apuñalada de culpabilidad en su pecho por lo que le había hecho, buscó a tientas una de las correas de la mochila y tiró de ella hacia un lado.
ESTÁS LEYENDO
De vuelta a las Sombras || James Sunderland x Harry Mason || Silent Hill
RomanceEn un mundo posterior a SH3 y el viaje de Heather a Silent Hill, James y Heather se esfuerzan por dar sentido a lo que ha sucedido en sus vidas y cómo pueden recuperar lo perdido. Esta correspondería a ser la tercera y última entrega, continuación...