Oportunidad

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Nueve días después, en diferentes habitaciones dos hombres habían despertado de una complicada cirugía que sin saberlo les daría una nueva oportunidad ante si mismos.

Impaciente un lobo rubio caminaba de un lado a otro, aunque mas que lobo parecia un feroz león que solo esperaba el momento de atacar.

-Buenos dias bello durmiente.

- Crei que el cielo oleria mejor y no a desinfectante y penicilina... o que el infierno estaria menos frio.

-¡Ja! Descuida Nikiforov aun no mueres, si es eso lo que planeabas.

- No soy un suicida, solo no vi la luz que tenían los autos, por eso el conductor no tuvo la culpa, y bueno, ¿Cómo está el?
- Investigue y está estable.
- ¿Se lastimó demasiado cuando chocamos?
- ¡Uy si! , seguramente con tu actual complexión destruiste ese Mustang, bellísimo por cierto...
No, se por el médico, que tiene una pierna fisurada, un brazo dislocado, moretones y ahora un pulmón menos
- ¡Ay no! ¿Tan fuerte fue?
- Pues parecía aparatoso pero... No... No tiene un pulmón porque es uno con el que tú ahora respiras.
- ¡¿Que?! Me dono un pulmón... Debo agradecerle.
- Ya intenté eso... Pero las donaciones son anónimas así que nos quedaremos con la duda... Lo único que supe, es que recibió su alta está mañana.

Finalmente el lobo rubio hablo...

-¡¿Dime pedazo de imbecil, cuando planeabas decirme que estabas muriendo?! Si no fuera por el idiota lobo que te arrollo no me hubiera enterado que pronto me dejarias solo.

-L... lo lamento Yuri, pero no necesitabas agobiarte con un problema sin salida, tienes un brillante futuro en el modelaje y futuras preocupaciones con las empresas como para decirte que moriria.

-Además, ese estupido lobo merece una enorme demanda, casi te mata

-Eso olvidalo Yura, ese lobo me dio una nueva oportunidad y no me enfrascare en un lioso problema, cuando bien puedo festejar una nueva oportunidad que me otorga la diosa.

Tres meses después...
San Petersburgo

- Y no me harás repetirlo Yuuri Katsuki, irás a esa reunión si o si.
- Pero abuelo, ya hemos hablado de eso, soy el lobo renegado de la jauría, no tengo ningún interés en algún puesto con la manada.
- Y lo sé, pero todos deben saber que el clan Katsuki seguirá unido y al frente, yo como su líder pronto dejaré mi lugar y no esperaré a que algún otro lobo inexperto ponga en riesgo a toda la manada, sabemos bien que a pesar de que tú seas el mayor, será Otabek quien se quede a cargo, tu y el fueron entrenados para eso y no porque seas un omega eres menos importante.
- Eso lo sé, todos esos perros alfas pulgosos y garrapatientos, son incompetentes y sabes que siempre que asisto termino hablando de más.
- ¡Joder! Hazlo por el pequeño Otabek ¡caramba!
- Ok abuelo, respira, lo haré pero no me culpes si algo no sale según tus planes.

Mientras tanto del otro lado de la estancia Otabek miraba con calma una más de las tantas peleas que tenía el abuelo Toshiya con su hermano, quien efectivamente, se resistía a toda costa de tener mayor contacto con el resto de los lobos que había en la jauría.

- En fin, no dejemos esperando más al pequeño Beka... anda hijo, camina, iremos al mismo lugar que tanto te agrada desde que eras un cachorro, no te angusties, te darán el juguete que está incluido.

El moreno solo se ruborizaba y asesinaba con la mirada a su hermano un poco mayor quien hacía uso de toda su resistencia para no reír al ver qué seguía siendo tratado como un cachorro a pesar de sus 20 años y perfilando se cómo el próximo líder de la jauría, además de no arruinar la tarde familiar del abuelo, quien se resistía a reconocer que sus cachorros ya habían crecido, ya no eran aquellos que entre travesuras volvían a la casa con aroma a preticor y llenos de hojas caídas dejando pequeñas huellitas de fango en un piso recien pulido.

Vainilla tostadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora