Separación

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Tras la puerta, muy avergonzado por su falta de respeto, el viejo alfa Katsuki, escuchaba la conversación de los omegas, vaya jodido problema que se había armado, si las cosas eran como los omegas suponían, Viktor no estaba para nada listo, para ser pareja de Yuuri, el alfa reaccionaba enteramente a las emociones y debilidades físicas de su nieto, por esa razón fue difícil convencerlo de volver a su forma humana, y si el era el padre de ese cachorro, esa pareja de destinados harían el mundo arder por proteger a su hijo... El viejo alfa, debía preparar bien al lobo blanco, si es que aspiraba a ser el compañero de vida de Yuuri.

- Viktor, necesitamos hablar.
- Por supuesto señor Katsuki, dígame.
- Quiero saber, que tan al tanto estás de tu comportamiento desde que tuviste ese accidente.
- Si le soy sincero, todo se puso raro, cambios de humor, mi aroma, náuseas, antojos, deseo, terrible señor Katsuki, un desequilibrio bárbaro.
- Pues se bienvenido al mundo de Yuuri Katsuki, el fue tu donante, aunque creo que eso también lo sabes, tu relación con el es más profunda que cualquier otra pareja de destinados, por muy puros que sean, estoy más que seguro que fue Yakov quien secuestro a mi nieto, mi bisnieto será el lobo más letal de la jauría... Te has puesto a pensar, claro, si mi nieto te acepta, ¿como serían sus cachorros? Mi nieto es el omega más codiciado por cualquier manada, su linaje lo vuelve el dador terrenal de vida más perfecto en nuestro mundo, por otra parte, tu eres un alfa puro, tu ascendencia, en su mayoría mantiene su pureza, pero tú cuerpo posee una parte del omega más perfecto y letal que no solo es compatible contigo, sino te une de forma espiritual con el, así que parte de su perfección genética y habilidades letales te han sido compartidas. Yuuri desde cachorro ha sido medicado para mantener ese instinto a raya, porque como lo viviste, le es difícil volver a su forma más civilizada, algo que también te pasó... Viktor, tu aún no estás listo para Yuuri, debes aprender a manejar a tu lobo, y debe ser lo antes posible, Yuuri ya te acepto en su círculo, conseguiste entrar a su nido y por ahora a su refugio, mantengo la esperanza que ahora por saber que son destinados te permitirá acercarte a él, pero cuando su embarazo este a termino, no sabemos cómo reaccionara para proteger a ese cachorro y para entonces tú debes tener el equilibrio que Yuuri necesitará.
- Haré lo que sea Toshiya.
- Bien, irás con Minako, ella te hablara detalladamente de los ancestros de Hiroko y junto con Lilia debes preparar tu mente, para controlar tu cuerpo hablaré con Yuuri, para que no resienta tanto tu ausencia, deja a cargo tu corporativo a otros, mientras aprendes con Minako.
- No quiero alejarme de mi omega - Hablo Viktor con la voz un poco ronca.
- Lo ves, comienzas a ceder ante tu lobo, no veas amenaza en el propio clan de mi nieto, habla con él y hazlo sentir seguro.
- Porque no simplemente me medico, como lo hizo el.
- Ese medicamento ya no hace efecto en Yuuri y será lo mismo contigo y ambos deben estar alerta y en sincronía para cuidar de tu propio clan.

Después de esa conversación, Viktor hizo los preparativos para que Yurio y su padre estuvieran al mando provisionalmente de la empresa, preparaba su estadía en Hasetsu al lado de Minako, solo faltaba lo más difícil, encarar a su omega.

- ¿Todo está en orden Viktor? ¿Que te ocurre?
- Debo atender algunos pendientes y saldré de Rusia por unas semanas.

El semblante de Yuuri cambio, no quería aceptarlo, pero su jodido aroma lo delataba.

- Tranquilo mi Yuuri, te dejare protegido y volveré sin dudarlo por ti y nuestro cachorro, no dudes de mi.

¿Su cachorro? ¡Mierda! Viktor ya lo sabía...

- T... ¿Tu cachorro?
- Si Yuuri, tus cachorros, serán los míos, y los amare tanto solo porque vienen de ti.
Por lo demás, recuerda que aspiro a que me aceptes, pero si no lo haces te protegeré y para eso debo estar listo.

Yuuri estaba con la guardia baja y si...un poco desmoralizado porque aunque en voz alta no lo reconociera, su lobo si lo quería como su alfa, no estaba temeroso pero si ansioso porque no lo sentiría cerca, el absorto en sus pensamientos, no cayó en la cuenta del instante en el que Viktor unió sus labios con los de el, ruborizandolo de inmediato, además de invadir su espacio personal acercando su nariz al cuello del omega, solo para mantener más intenso su aroma en sus momentos más solitarios.

- ¡Eres un atrevido Nikiforov!

Salió de prisa el alfa antes de que el lobo azabache se pusiera de mal humor.

Yuuri por otra parte, no dejaba de sermonearse por aceptar ese atrevimiento del alfa y sonrojarse como colegiala, ¡por la diosa! Era un omega experimentando en las artes sexuales y de seducción, ¿Cómo cayó ante ese imbécil y descarado alfa?

Habían pasado unos días, Yuuri tuvo que aceptar el guardarropa de Viktor, para que sus feromonas lo consolaran mientras el alfa no estaba, su departamento estaba custodiado por todo el lugar, Pichit y Yurio se mudaron con el... Yuuri tuvo que aceptar un discurso profiláctico de los omegas ancianos, sobre todo de Minako para mantenerse tranquilo mientras volvía Viktor.

Viktor tampoco la pasaba mejor, recibía de nuevo entrenamiento para enfrentar a Jean, pues debía revelarse ante su jauría, por lo que seguramente debería pelear por el puesto como alfa de la manada, fue encerrado más de una vez para controlar a su lobo, era sometido ante niveles de estrés que no eran para nada sanos sobre lo que pasaría si cometía un error y descuidara al cachorro y a Yuuri.

Vainilla tostadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora