Primitivo

5 1 0
                                    

Había movimiento, Viktor notaba el ir y venir de sujetos, todos hablaban de los que se habían infiltrado, comenzarían a liberar a los alfas puros, el aún mantenía la calma, no era momento para recaer... los otros alfas según lo que oía, no habían sido alimentados, algunos estaban en celo y otros más con fuertes dosis de estimulantes, en ese lugar solo habría alfas, esperaba que ese dato ya fuera conocido por el beta gruñón.

La información ya había sido enviada a los grupos que habrían de enfrentarse, mientras los omegas usarían supresores para resistir a las feromonas de celo, los alfas usarían la misma estrategia solo que más elaboradas, no podrían usar solo su instinto, debían saber a quién atacar.

El movimiento comenzó al amanecer, lobos enormes, imponentes y feroces eran liberados junto con el clan que con prisa para hacer una emboscada avanzan al territorio contrario, Feltsman y Leroy liderando diferentes frentes, encontraron la sorpresa en el camino, topándose con Beka en un extremo y Toshiya en otro.

El enfrentamiento era feroz y sangriento, los puros llegaban con el único objetivo de matar, unos más atrapar a los omegas aunque del mismo modo, solo un poco más bajos, resistían como Yuri y Minako, pues para ella esta no era la primera pelea, los más viejos de los alfas, demostraban aun su valía, impresionaban a los suyos y enemigos a la par, enfrentando directamente a los puros y durmiéndolos, los científicos que trabajaban con los Katsuki tan pronto como podían con dardos los dormían e intentaban revertir los efectos secundarios, aunque al igual que ellos, el clan ruso se había abastecido de adrenalina que afectaba a los lobos por igual, las cosas no eran distintas en los diferentes frentes.

Viktor aun cuando puso gran resistencia a los sueros en su sistema no logro combatir los efectos, y este desde dentro del complejo había comenzado a matar a cualquier lobo que se acercara, cuando alcanzo finalmente la entrada principal que era custodiada por Toshiya y Yuri, su hermano no creía lo que veía, ese lobo no era su hermano, incluso lo veía más grande y musculoso, sus colmillos aterradores y su mirada nublada en lugar de temerle le dolía, los cuerpos que el mutilaba tan sanguinariamente y sin importar el clan comenzaban a ser una molestia para Leroy, no vio venir que el ataque lo generalizara, aunque era una ventaja que los lobos lo comenzaban a seguir, lo aceptaron como el alfa en el ataque.

Feltsman planeaba la retirada, pues el hecho de que el actual líder de los Katsuki era joven y fuerte, tenían la experiencia de lobos omegas puros como Minako reducia sus oportunidades. Aprisa los rusos que pudieron sobrevivir del ataque se incorporaban con Leroy, el que ciertamente planeaba tambien retirarse.

La orden ya había sido dada, los omegas eran liberados y la matanza no era diferente dentro del complejo, su instinto les decía que sus cachorros estaban en peligro y mientras ellos avanzaban guiados por ese lobo negro y mirada carmín el que, tampoco ya era el mismo un grupo de lobos que habían llegado como refuerzo sacaban del lugar a todos los cachorros que recién nacian y otros que comenzaban a ser sometidos.

Habían incendiado los complejos por lo que los que sobrevivieran del clan ruso no tendrían refugio y su fuerza abría mermado pues los lobos que se habían quedado a cuidar morirían calcinados dentro.

Vainilla tostadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora