Preludio.

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Los siguientes dos dias la pareja no salió de la habitación, Viktor se había vuelto más territorial y Yuuri le ayudaba a dominar mejor su instinto, fue fácil para el abuelo suponer porque la ausencia de ellos, le agradaba que su nieto haya aceptado abiertamente sus sentimientos y mantenía la esperanza que con su instrucción pronto pudieran equilibrarse, pues sabia lo abrumador que era enlazarse, sobre todo con un omega puro.

Un poco lejos pero no lo suficiente para no enterarse los informantes de Feltsman le notificaban la poca actividad de la pareja y una semana después, la razón llegaba a sus oídos, Yuuri ya llevaba la marca del alfa, ahora con 7 meses podían actuar.

Las siguientes dos semanas estaban planificadas, Viktor salió tarde de una reunión, no se esperaba que sería abordado por dos alfas corpulentos como él y que aun con haber perforado el tórax de uno y la garganta de otro aparecería un tercero que lo noquearía con un bate... eso no lo esperaba.

Tampoco esperaba Yuuri que un terrible pinchazo en el pecho lo mareara o su marca ardiera tanto para obligar a su ojo a derramar una lagrima, que su vientre se pusiera duro o que su pensamiento se fuera hasta Viktor.

Alarmados Yuri y Pichit se acercaban al omega, que antes de poder ser detenido, había tomado su majestuosa forma, simplemente impresionante, pero sus ojos estaban aún más rojos, rojo sangre... Pichit se alertó, ese lobo no era Yuuri, algo muy malo estaba por pasar o pasando...

Ambos omegas tuvieron que retroceder, para que el azabache fuera detenido por cuatro lobos más su hermano y abuelo y aun asi su líder sabía que no era suficiente.

- Pichit, llama a Viktor, debe venir, Yuuri se siente en peligro.

Hacía mucho tiempo que el viejo no se sentía tan ansioso, su nieto estaba fuera de si, ni siquiera con su voz fue sometido el omega, se resistió a cualquier ataque aun con su condición no podían tranquilizarlo y el estúpido alfa no llegaba.

- Alfa, Vik... Viktor desapareció, alguien se lo llevo, hay dos tipos muertos junto a su auto, pero el, él no está.

Yuuri aun entendía sus palabras, su alfa estaba en peligro y él debía rescatarlo... el omega rubio estaba notificando a los otros lobos la ausencia de su hermano.

El viejo no conseguía hacer razonar al omega, las puertas habían sido bloqueadas, más de tres lobos ya estaban heridos, Beka entre ellos, en un instante de distracción en que Pichit era revisado pues una herida en la garganta era controlada, Yuuri había arrojado con fuerza a dos sujetos para saltar por una ventana...

Varios lobos liderados por Beka seguían a prisa la ruta del omega, pero no le podían dar alcance, ellos tampoco esperaron a que fueran acorralados por automóviles mientras otro embestía a Yuuri para dejarlo inconsciente.

Aun Yura, Chris y Beka intentaron alcanzar la camioneta que llevaba al enorme lobo negro inconsciente.

Cuando Viktor despertó, estaba encadenado en cada extremidad y alrededor de su garganta un extraño collar lo adornaba, aun con su fuerza como lobo no conseguía liberarse, era un hermoso lobo que ferozmente atacaba sus cadenas sin éxito, recibía descargas eléctricas con ese collar que para asombro de sus captores no lograban reducir su energía, el solo enfurecía y luchaba.

Sentía que de apoco su razón desaparecía, pensaba en Yuuri, él debía sentirlo y podría ponerse mal, su cachorro estaría mal y no estaba equivocado... Buscaba salidas, pero no había más de muros de acero que lo contenían, sus cadenas y bajo sus pies fotografías de mala calidad, pero una imagen bastante clara... un Yuuri herido.

Su cuerpo dolía, su mandíbula se expandía, sus colmillos crecían y sus músculos aumentaban su volumen, sus garras expuestas eran enormes y afiladas, aterraba e impresionaba su apariencia, seguía siendo majestuoso, pero sabían que ninguno sobreviviría si conseguía escapar.

Vainilla tostadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora