Planes

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Durante un mes, mientras Viktor intentaba lidiar consigo mismo, Yuuri diseñaba su siguiente colección, que curiosamente dejo de lado la rebeldía y sensualidad que definía su Eros, ahora eran más delicados, con formas más románticas, incrustaciones para chupetes, sonajeros, no faltaban los alfas excéntricos que disfrutaban de mostrar las frivolidades que podían costear, también pequeño juguetes o joyería infantil, para su presentación solicitó apoyo de los cachorros de la fundación Nikiforov.

Mientras Viktor miraba su reflejo, asombrado de todo lo que el viejo alfa japonés había sobre exigido al alfa más joven, Yuuri también se observaba... Y si ... El no veía un cuerpo tonificado que a muchos dejaba con pensamientos impropios...no, el se veía...gordo...pero increíblemente feliz, poseía la increíble característica de poder dar vida y a pesar de sus miedos, amaba con locura al pequeño ser que ya crecía en su interior.

Dos semanas después volvía Viktor, listo para enfrentar desde el alfa más osado hasta el rebelde lobo azabache, quién por increíble que pareciera, permitía a los Nikiforov además de su clan, acercarse a el, los demás debían mantener su distancia, más de uno había salido con heridas menores.

Sin embargo, en un momento, todos debieron salir, estaba por salir la próxima colección de Nikiforov y Eros, por lo que todos estaban vueltos locos, mientras un estresado omega no podía salir por su ... En sus propias palabras "jodida y sexy naturaleza", pronto sintió su corazón acelerarse, un alfa ajeno a su jauría, estaba muy cerca de su oficina, así que con toda la calma que le pedía a la diosa Luna poseer, atendió al intrépido y altanero líder de la manada rusa, Jean Jaques Leroy.

- Vaya Yuuri, sabía que no salías de tu guarida, aunque no imaginé el motivo, ese motivo que aún se está cocinando... Pero dime, ¿donde está ese aventurado alfa que es tu compañero?
- Eso no te incumbe Leroy y por tu bien no deberías estar aquí, podrías pedirle información a tu tío sobre los últimos lobos que entraron sin mi consentimiento a mi nido.
- Oh dulce y sensual Yuuri, quizá estés un poco hormonal por el embarazo, yo aún podría hacerte el favor de aceptarte con tu cachorro, además de claro disminuir tu locura.
- Leroy, veo que no solo eres torpe, sino también estúpido, mira que llegar a la guarida de un lobo "loco" según tus palabras, un omega en cinta, quién supuestamente no tiene alfa, deberías apreciar un poco tu vida, alfa imbécil o morirás en mis garras o en mis fauces.
- No te tengo ni una pizca de miedo Katsuki, no eres más que una perra que presume la clase que no tiene y que es vergüenza de su clan y jauría.

Su parte más salvaje, estaba complacida, deseosa de sangre, sangre del líder de la manada rusa, mientras sigilosamente se acercaba a Jean, con la firme intención de morder su yugular, un excitante aroma a café lo devolvió a la realidad, pues entro a la oficina un alfa imponente, con una mirada feroz.

- Leroy, te presento a mi alfa...

Ese era un golpe bajo hacia su orgullo de macho, el omega mas codiciado y sexy de la manada, había sido ya reclamado por uno de sus supuestos subordinados, Viktor Nikiforov.

- ¿Tu alfa Yuuri? No veo su marca en ti.

- Leroy, mi omega no necesita una marca, nos pertenecemos y eso es lo que importa, además claro, de nuestra primer camada, que como notaras, está en camino... Así que si valoras tus bolas y tú vida, sal de aquí y no vuelvas a entrar en el territorio Katsuki, mucho menos al nido de mi omega.

Yuuri podía sentir a pesar de no tener la marca, como se esfumaba la tranquilidad con la que había llegado Viktor, sus ojos nuevamente se nublaban y sus colmillos comenzaban a salir... El ya tenía mucha sangre en sus manos, no deseaba lo mismo para el alfa, así que cautelosamente se acercó a Viktor para calmarlo, mientras a Leroy solo le mostró una mirada, ya no café, sino roja como un vino tinto... Esperando que entendiera el mensaje y se lo hiciera saber a todas las jaurías que conocieran... Yuuri Katsuki y Viktor Nikiforov se habían hecho uno, con su locura y naturaleza.

- He vuelto Yuuri, listo para ti y ser tu compañero.
- Te agradezco, luces realmente bien, supongo que estuviste bajo la supervisión del abuelo, luces realmente sexy.
- P... Pues gracias, pero tú también luces espectacular y...
- Redondo, lo sé...
- No Yuuri, posees la belleza propia de una madre, no es por genética mi cachorro pero ya lo siento mío.

Yuuri sin pensarlo se acercó y beso dulcemente a Viktor, realmente el alfa sabía cómo llegar a su corazón.

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- Les digo que ellos tienen que morir, es muy peligroso que ese omega y Nikiforov se unan, el de por sí ya es un alfa dominante y ese omega serán un riesgo para cualquiera, pronto tendrán a su primer cachorro, y será demasiado fuerte.
- Feltsman, es verdad que tanto el omega y su alfa son fuertes juntos, no sabemos si ese cachorro comparte lazo sanguíneo con Viktor, pero también sabes que pasa si separan a un omega del alfa... Eso es lo que debemos hacer, desaparecer al omega, Nikiforov se volverá loco, morirá y el omega se autodestruirá junto con el cachorro.
- La última vez que intentamos alejar a Yuuri de Viktor, cinco de nuestros lobos murieron y Nikiforov casi mata a otros.
- Ahí mismo tienes tu respuesta Feltsman, alejemos a Viktor, permíteme llevarlo conmigo a América, allá la manada asiática no lo encontrará y Katsuki estará más al pendiente del cachorro que del alfa.

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El plan estaba hecho, permitirían que Yuuri y Viktor reforzarán su vínculo para hacer más dolorosa la separación, el embarazo estaría más avanzado, con suerte Yuuri perdería la razón por la ausencia del alfa mientras el padece lejos del omega.

Vainilla tostadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora