Hormonas

15 0 0
                                    

Moscú
- Por la tarde saldremos a San Petersburgo, ya está listo todo para los dos días.
- Sigo sin entender porque es vital que esté presente, sabemos que el favorito de Feltsman es JJ, y francamente no quiero toparmelo.
- ¿Que hay de Mila?
- Mucho menos a ella, sabes que no le sentó nada bien cuando supo que ya no estaría en mi testamento, pero sobre todo cuando le dije al consejo que no la tomaría como mi omega.
- Cómo sea... Solo haremos acto de presencia, se presentará al nuevo líder del clan Katsuki.
- Eso se pondrá bueno entonces, dicen que siempre uno de su clan hace que Yakov pierda más cabello.
- Ya veremos, solo comportate, a la altura para que Alexei siga abogando por qué reconcideren sobre Leroy.

Ya por la noche en una bella residencia con decoración japonesa, se paseaban diferentes lobos imponentes que exudaban prepotencia y arrogancia luciendo a bellas y bellos omegas que bajaban la mirada y sin derecho a entablar una burda conversación con otro igual, mientras en una de las habitaciones Beka y Yuuri se sermoneaban sobre como debían comportarse en el lugar.

Una hora más tarde...

Mientras Otabek se relacionaba con otros líderes, el omega se alejaba ya muy irritado de tanto aroma a alfa que infortunadamente ya se había adherido a su ropa y piel.

- Pichit larguemonos de aquí, avisa al abuelo que cumplí y que estoy cansado.
- Muy bien jefe, no te alejes del jardín.
- Si.

El aún podía ver por uno de los ventanales como seguía desarrollandose la reunión, todo iba bien, hasta que se descolocó por una inmediata reacción de su organismo a un aroma a café recien tostado, su celo llegó tan agresivo que su primer impulso era huir de ahí, un lugar muy peligroso para un omega en celo.

Del otro lado del ventanal un alfa estaba aturdido y poco a poco sofocado por la imperiosa necesidad de algo... O de alguien y como nunca... Su cuerpo empezó a volver a su forma lobuna sin su voluntad hacia ello y todos los alfas sabían que si había un alfa con su rut más de un omega se acercaría y eso incluía a hij@s, herman@s, prometid@s de otros líderes y lo que menos necesitaba su clan era una guerra, así que tan rápido como pudo huyo del lugar.

Cada lobo en habitaciones de hotel lidiaba con un celo/ rut agresivo, voraz e insatisfecho, haciendo pasar sobre esa cama a diferentes alfas, betas y omegas que no disminuía en nada su vigor, algo que a ha ambos amigos preocupaba, no dejaban de salir "parejas" alquiladas de las habitaciones, los mismos platos de comida seguían igual, los lobos solo mantenían su estado salvaje, algo que no había pasado, y en más de una generación no se veía, la licantropia les había favorecido dándoles razonamiento a los lobos, pero justo ahora era un extraño y vergonzoso retroceso en la naturaleza, algo que obviamente no se filtraria.

Vainilla tostadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora