El día comenzó y aunque los príncipes no querían dejar a su hermano solo su madre les hizo entender que no podían faltar a sus deberes y ellos comprendieron lo que en verdad les quiso dar a entender.
Por su parte Aegon no tuvo otra opción que quedarse en cama pues su fiebre seguía demasiado alta y no podía ni moverse
-No debí moverme mucho-pero no es mi culpa es de helaena y Baly-asintio para si mismo mientras se acurrucaba y cuando estaba a punto de dormir el ruido de la puerta abriéndose de forma lenta lo hizo ponerse en guardia pero se dió cuenta que no era nadie más que su criada Anne
-No quise molestarlo mi príncipe, solo vengo a darle su medicina y a ponerle paños mojados
-Apúrate-se sentó en la cama para tomar su medicamento
La criada actuó rápido dándole todo pero no pudo evitar preocuparse por su príncipe.
-Su alteza, permítame saber cómo se encuentra, por favor-
-De la puta mierda Anne, me duele todo no puedo ni hablar bien-Frunció las cejas e hizo un puchero
Anne se preocupó aún más por él adolescente pero se guardó sus palabras
-Dime, ¿Ellos hablaron de mi familia?
Ella supo de inmediato a qué se refería
-Lo hicieron- continúo cambiando el paño en cuanto esté se calentaba demasiado y mientras tanto le daba masajes en los brazos y manos-Alguien Susurró que no era una sorpresa que ustedes y la reina faltaran al comedor después de su falta de respeto de ayer
Aegon al escuchar eso apretó los puños que rápidamente recibieron un masaje de Ane para evitar que su alteza se lastimara aún más.
El sabía que lo harían, sabía que era su culpa que su familia haya actuado mal aunque no sé arrepiente ni un poquito, gracias a eso pasó la mejor noche de sueño junto a sus hermanos, Recibió un beso en la frente y mejillas por parte de su madre y lo mejor fue que pasó un desayuno lleno de felicidad junto a ellos incluyendo a su madre quien parecía completamente contenta a su lado.
Así que si el tiene que enfermarse lo suficiente para a cambio recibir todo lo anterior lo haría una y mil veces.
La mano del rey, Otto Higtower ordenó que nadie entrará a la habitación del principe Aegon, puso guardias para que los únicos que entrarán fueran su sangre, nadie más. Sin embargo, Alicent estaba preocupada del estado mental que tendría su hijo si nadie lo visitará ya que sus hermanos tarde o temprano tenían que irse a cumplir con sus deberes. Por lo que, autorizó a tres criadas para el cuidado de su hijo.
Aegon negó necesitar su ayuda, las despidió a todas una y otra vez hasta que se rindió y le pidió a su madre que solo vaya su criada Anne; al principio la reina se negó pues no sabía hacia quien estaba dirigida la lealtad de dicha mujer pero eventualmente acepto al darse cuenta hacia quien iba su lealtad.
Anne es la única que podía entrar y salir de los aposentos del principe y ningún guardia podía detenerla.
Los días pasaron de forma rápida para todos menos para Aegon quien seguía confinado en esas 4 paredes. Jacaerys quería verlo pero cuando llegó a sus aposentos en compañía de su hermano Lucerys los guardias los detuvieron
-Nadie puede ingresar a estos aposentos-Recitó cómo si hubieran hecho que se aprendiera esas palabras una por una
-Queremos ver a mi tío -Ordenó Lucerys confundido del porque no los dejarían entrar, si su tío solo tiene un resfriado
La puerta se abrió y ambos niños intentaron meter la cabeza para ver el estado de su tío, no contaban con que su cama tuviera una manta que lo protegía del exterior así que no pudieron ver nada solo a una mujer que les sonrió amablemente y cerró la puerta detrás suyo
-¿Sucede algo mis príncipes?-
-Queremos ver a mi tío Aegon pero no nos dejan pasar, ¿Podría usted decirnos el porqué?-Jacaerys cerró el puño y entrecerró los ojos analizando a la criada seguro de haberla visto antes
-Oh, mi príncipe me temo que no es posible que pasen, Su alteza Aegon está muy enfermo y débil, el maestre indicó que no hiciera muchos movimientos para no empeorar su estado-Su tono fue amable -Si gustan, mis príncipes puedo pasarle su mensaje a su alteza
-Mmh ya qué....Dile que se apure en sanar que ya quiero verlo entrenar- dijo eufórico Lucerys
-Digale que me gustaría hablar con él en cuanto se recupere
Anne asintió haciendo una reverencia musitando un "Cómo ordenen mis príncipes" y prosiguió a entrar a la habitación.
Los niños regresaron con sus padres para contarles lo sucedido siendo Lucerys el más enojado por no haber podido ver a su tío favorito.
Por su parte Jacaerys estaba intentando recordar donde había visto a esa mujer.
Su madre los abrazó y besó sus rostros
-Estoy segura de que su tío mejorará más pronto que tarde para poder entrenar con ustedes mis dulces niños
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Recuerdos-Aegon Targaryen
Fanfictionﮩ٨ـﮩﮩ٨ـ♕ﮩ٨ـﮩﮩ٨ ¿Qué pasaría si Alicent se diera cuenta de que el equipo de Rhaenyra nunca tuvo malos deseos hacia su familia? ¿Que tanto cambiaría la vida de todos?ـﮩ٨ـﮩﮩ٨ـ♕ﮩ٨ـﮩﮩ٨