Recuerdos-Aegon Targaryen

Recuerdo 17:Sangre de dragón

El príncipe Jacaerys y el príncipe Aegon se la pasaban juntos todo el tiempo, no saben en qué momento sus actividades de solo hacer bromas pasaron a ser besos erráticos y toques por lugares que no deberían ser tocados.

Tanto la reina como la princesa Rhaenyra y Helaena sospechaban de su relación que parecía ser pura a la vista de todos pero solo aquellos buenos observadores podían darse cuenta de lo que en verdad había en su relación y es que no era sana.

Helaena siempre se sintió cómoda y atraída por su sobrino mayor, pero, al ver que su hermano parecía enamorado de él, ella nunca dió un paso más, se dió cuenta que sus sueños se hacen más turbios a medida que ellos pasaban más tiempo.

Al inicio se trataba de incendios y gritos en dichos sueños, pero fue la vez que su sobrino y hermano pelearon tan feo que en la noche las pesadillas no se hicieron esperar.

Era su sobrino con una espada y una mirada desconocida, solo irradiaba una furia irreconocible, por otra parte su hermano parecía otra persona. Tenía el cabello negro y una ropa completamente distinta, parecían trapos amarrados a su cuerpo. Ambos estaban a punto de luchar, Jacaerys fue quien dió el primer paso.

A su alrededor habían cadáveres, huesos, gente siendo violada y maltratada. Había niños llorando y gritando por sus madres. Incluso pudo ver a tantos dragones desconocidos luchando en el cielo. Y se vió a sí misma, agonizando con una espada atrapada en su corazón, estómago, manos, ojos incluso en su cabeza.

Tienes que evitarlo.
Alejalos. Cásate con él. Da a luz hijos con cabello castaño. No plata. No dolor. No sangre. Solo amor. Solo paz.

Helaena quería gritar, correr, moverse y hacer algo pero no podia. Estaba aterrada.

Vio a ambos príncipes riendo y gritando histéricos. Atacandose una y otra y otra vez sin parar. Finalmente Aegon mató a su sobrino cortando su cabeza, como si no fuera suficiente siguió apuñalando su cuerpo hasta hacerlo pedazos.

—Princesa- Su alteza- Helaena - Despierte alteza— la doncella Anne se veía tan preocupada, traía la cena para la princesa por pedido del príncipe Aegon.

No pensó encontrar a la niña con los ojos en blanco, sudada y retorciéndose. Estaba gritando fuerte y asustada. Anne tiró la bandeja de comida para acercarse a la princesa gritando para que despierte.

—¡Guardias! ¡Llamen a la reina! ¡Un maestre! ¡Ayuda!— gritó histérica la doncella sin saber que hacer

Cuando la princesa despertó seguía en shock. Tardó quince días en ese estado. Sin moverse, ni hablar, ni siquiera parpadeaba. Todos estaban preocupados.

La reina se encontraba desesperada no quería soltar a su niña de sus brazos, meciendola como si fuera aún una bebé y no una preadolescente de 12 años.

Esos días todo estaba muy tenso en el castillo. Los príncipes aún no sé reconciliaron y la princesa parecía un cadáver.

Todos incluidos el mismo rey temían respirar y romper el pequeño hilo de cordura que quedaba en la fortaleza.

La princesa despertó de su trance. Después de días y lo primero que hizo fue ir con su padre y pedirle que la casara con su sobrino mayor, y que le buscara una buena esposa a su hermano mayor.

—¿Qué sucedió hija mía?— Mentiría si dijera que el rey no estaba preocupado. El amaba a su niña

—Soñé con la muerte, padre— el rey al escuchar eso, se puso rígido en su silla.

—¿Qué soñaste hija?

—La guerra, si no doy a luz a niños con cabellos castaños correrá sangre. Sangre de dragones.— Viserys no podía hablar, escalofríos corrieron por su espalda— Por favor padre, cuando llegue el momento bendiga mi matrimonio con el principe Jacaerys. Y busque una buena esposa para el principe Aegon.

—¿A quien sugieres hija mía?

— La hija menor del Lord Shell. Ella es alguien amable y capaz de sobrellevar a mi hermano. El territorio Shell es el más pacífico y con mente abierta que existe en todo el mundo. Es el lugar indicado para mí hermano — Viserys no pregunto cómo sabe de ellos, ni cómo supo que era la decisión correcta. Sin embargo, si su pequeña soñadora afirmaba que no correría sangre si los casaba. El haría lo que su niña le dijo.

La princesa Helaena no permitirá que la sangre corra. Empezará a caminar por territorios prohibidos, solo espera que su hermano no la odie. Ella cambiará la historia.

Aquí Helaena es una mujer fuerte e inteligente. Nació para ser reina. En la imagen de arriba puse como es Masomenos lo que ella vio en su sueño