𝑺𝒘𝒆𝒆𝒕 𝒃𝒍𝒐𝒐𝒅 [𝑳𝒆𝒆 𝑻𝒂𝒆𝒚𝒐𝒏𝒈]

One

Durante años los mitos nos han estado invadiendo. Centauros, hombres lobos, gorgonas, vampiros y muchas otras mas criaturas. Leyendas que tal vez creas que son mentiras, pero que sin embargo te van a dejar con la boca abierta. 

Una chica de tan solo 28 años de edad, introvertida sin ningún tipo de relación amistosa con las personas, temerosa de lo que había en el exterior. Sin familia, sin conocidos que la ayudaran a enfrentar sus traumas y que poco fueron creciendo debido a los malos recuerdos.....

El sonido del despertador hizo que sus parpados comenzaran a abrirse lentamente. Estirando sus brazos y sus piernas, aquella castaña de ojos azules comenzaría un nuevo día. Cabellos alborotados, labios rojos y un terrible dolor de cabeza debido a la resaca presente, una gran decaía debido a los malos recuerdos que la habían inundado la noche anterior.

Un gran bostezo inundó el pequeño cuarto donde había estado habitando los últimos 4 años. Las paredes amarillas debido a  la humedad que se encontraba causada por el lago a unos cuantos metros. 

—Al parecer, es hora de levantarnos Silver. —la pequeña pero alargada bola de pelos subió a la cama— ¿quieres desayunar? Bueno vamos 

Los pies descalzos tocaron el suelo de madera, la castaña rascó su cabeza y poco después abrió la nevera en busca de comida tanto para ella como para su hurón. Un par de frutas iluminaron sus ojos, además de ser la única opción presente en la nevera. 

—Al parecer es tu día de suerte, un par de uvas que son tus favoritas. —el pequeño se movía sin parar en círculos mientras esperaba que los pedazos de frutas eran colocados en su recipiente— tranquilo, tranquilo ya voy 

Una vez colocando los trozos de fruta, Silver inmediatamente comenzó a masticar mientras que ella comenzaba a lavar un par de manzanas y unas cuantas naranjas, esperando que no estuvieran podridas y que tuviera al menos un poco de desayuno.

—Maldición, no debí de haber tomado esa botella de papá. —sobó su cien con dolor debido al terrible dolor de cabeza que estaba presentando— apresúrate Silver debemos ir al pueblo a comprar comida, no creo que quieras solo fruta como desayuno durante toda tu vida. Voy a darme una ducha 

El sonido del agua cayendo hizo que su relajación fuera grande. En cierto punto ella creyó que el agua caliente nunca saldría de las tuberías, pero después de varios intentos al colocar los paneles solares, por fin se hizo realidad. En menos de 30 minutos su cuerpo estaba limpio y ella comenzaba a vestirse para salir mientras aún tenía la toalla en su cabeza.

—Vamos Silver, debemos ir por comida. —las pequeñas monedas de oro fueron tomadas y guardadas en la bolsa de paja que su madre le había dado de pequeña 

Cerrando la pequeña cabaña y tomando a su mascota en brazos , la chica emprendió su camino al pueblo cuya única forma de llegar era cruzando el hermoso bosque lleno de abetos y una que otra jacaranda. El sol, el clima, los pajaros cantando era algo que le daba cierta paz y tranquilidad a sus pensamientos y sus recuerdos.

Momentos en los que ella y su familia pasaban cada fin de semana sin ningún tipo de problema, acampando y teniendo paseos al aire libre. Hermosos momentos que ya no iban a regresar, pues esa noche de tragedia en la que su vida había cambiado. 

—Hyori, buenos días. —al parecer la tomó por sorpresa pues aquel brinco del susto no fue para nada actuado y menos si te tocan el hombro— tranquila, soy yo, Jeno

No hubo respuesta por parte de ella solo un leve asentimiento de su cabeza y siguiendo con su camino dejó al chico de cabellos rubios detrás de ella, un tanto confundido pero con una leve sonrisa en su rostro. Después de todo, fue su amiga en algún momento de su infancia.

Las campanas de la iglesia del pueblo sonaban sin parar, el pánico abundaba en los ojos de las personas y en la sangre que brotaba del cuerpo colgado del techo de la iglesia. Los ojos de Hyori se abrieron completo y cayo al suelo en un intento por asimilar lo que estaba pasando.

Su respiración comenzó a agitarse, las imágenes borrosas de sus recuerdos comenzaron a consumirla haciendo que si ataque de pánico se hiciera presente y que las personas del pueblo la miraran preocupada, demasiado a decir verdad.

—Es la hija de Watanabe. —susurraron al verla unos cuantos segundos, su padre era conocido por todo el pueblo y su madre la mas hermosa de todas las mujeres, en cierto punto los apreciaban y en otro punto, los detestaban 

Muchas razones para causar su muerte y también ser encontrados de la misma manera en el bosque, en plena tormenta mientras su hija observaba la escena, la sangrienta escena que la había traumado de por vida y que hacía que hasta en sus pesadillas, la atormentara.

—Un paso atrás, déjenla respirar por el amor de dios. —el alcalde del pueblo, un hombre cuya popularidad había aparecido de repente y que a los aldeanos del pueblo les agradaba demasiado, sin embargo, había alguien a quien no y esa era Hyori— traigan un poco de agua, debe de hidratarse, tan solo vean esos labios secos 

—Enseguida. —muchas mujeres no toleraban el hecho de que Hyori siguiera en esa aldea, no la soportaban y más aún las jóvenes al ver que Jeno, el hijo del alcalde, gustaba de ella

—Ven aquí linda, debemos quitarte del camino. —un manotazo lo alejó dejando al hombre confundido debido a sus acciones— ¿Hyori?

—No me toque. —todos rieron debido a sus palabras

—Querida deberías de sentirte afortunada de que un hombre como el alcalde, ofrezca ayudarte. —ella tomó sus cosas incluyendo su mascota, y salió del asfixiante circulo que se había generado alrededor de ella

—Hyori, iré a visitarte en la noche debo evaluar como sigues. —el alcalde no dijo más y ella salió de ahí observando la escena de la masacre por ultima vez, para luego emprender camino a su hogar olvidando por completo que debía de comprar alimento para ella y Silver