Four

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Sin palabras. Así es como se encontraba Hyori, y había dos razones para estarlo. La primera debido a que el collar de su madre no tenía de donde había quedado, y segundo la presencia del chico junto de ella, un aura demasiado oscura que a Silver igual le daba escalofríos.

—Y-Yo no tengo idea de lo que están diciendo. —Taeyong suspiró rendido y molesto— mi madre tuvo ese collar, no lo puedo negar, pero jamás lo encontré

—Te dije que no serviría de nada, es completamente inútil, tu y ese collar que tanto necesitas Hyoyeon solo me están quitando el tiempo. —la pelirroja cerró sus ojos debido a la desesperación, debía encontrar el objeto, era necesario

—¿Donde lo viste por ultima vez? —Hyori comenzó a negar repetidas veces, obeteniendo la atención de ambos

—El bosque, pero no pienso volver a ese lugar. —comenzó a tirar de los grilletes, de tal manera que incluso Taeyong comenzó a desconcertarse, sabía perfectamente que algo andaba mal con ella, demasiado mal y sus muñecas junto con la venda de su pierna lo decían

—Quitale los grilletes. —Hyoyeon lo miró atónita y desconcertada, él fue el primero que dijo que debían tenerla así, ¿porque cambió de opinión?— ¡Quitaselos!

Los pedazos de metal cayeron al suelo, las marcas en las muñecas de la chica comenzaron a derramar pequeñas gotas de sangre, que fueron aumentando rápidamente haciendo que la hemorragia aumentara

—Por eso su herida se pudría rápidamente, no puede coagular la sangre. —Hyoyeon miró las herida, quitó la venda, la sangre brotaba a tal punto de dejarla completamente pálida, estaba perdiendo demasiada— ¿la asesino? Sería mucho más fácil

—No es una opción, la necesito para encontrar ese collar. —la pelirroja tomo sus heridas y las cerró, poco a poco cada una de ellas fue cerrando, la sangre volvía a su sistema pero el color de su piel seguía igual de pálido

Hyori necesitaba comer. ¿Pero como hacerlo, cuando todo el lugar solo estaba lleno de ratas y pequeños insecto que podrían causarle una infección.

—Enseguida vuelvo, hazte cargo de ella. —Taeyong la miró enojado, no quería hacerlo no quería ocuparse de una humana—

El chico se cruzó de brazos viendo como poco a poco el color de la piel de Hyori iba siendo más pálida. Sus ojos se desviaban un poco, colocandose en blanco debido a la falta de energía y sangre en su Sistema.

Por mas que ella trataba de sostener la mano del contrario, éste jamás se dejó, solo se alejo de ella observando a la ventana y cruzandose de brazos.
El canto de los buhos, la luz reflejada en el agua del gran lago y el hermoso bosque de noche iluminado gracias al satelite conocido como luna.

¿Porqué~ el collar de mi madre? —Taeyong la miró unos segundos, las pocas fuerzas que le quedaban solo para preguntar eso

Eso no te incumbe. —se acercó— no necesito ayuda de alguien, y menos si es de una humana

Pero~ —no pudo terminar, tan solo Taeyong salió de la habitación y la dejó ahí con su mascota quien estaba recostada a su lado

—Pero~ —no pudo terminar, tan solo Taeyong salió de la habitación y la dejó ahí con su mascota quien estaba recostada a su lado

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Las palabras podrían herir a alguien mucho más que las acciones. Eso es algo que Taeyong había aprendido a lo largo de los años y los siglos.

Monstruo, asesino, adefecio, anormal. Todas esas palabras, son cosas que a lo largo de su larga vida había escuchado. De sus presas, de los humanos que intentaron matarlo durante mucho tiempo, más que sin embargo nunca lo lograron.

Las cosas que el amaba, su familia, su simple persona, era algo que había perdido hace muchos siglos. El no observar su rostro, lo hacía olvidar como se sentía realmente estar vivo.

Beber sangre humana, esconderse de por vida sin tener idea de lo que sucede en el exterior. El odio y la ira puede irse acumulando al no estar en contacto con el mundo real, siendo cazado y odiado.

¿Pero como sucedio todo esto? ¿Porque esa pesadilla que tanto llamaba su atención, se había vuelto realidad? ¿Acaso esas criaturas de la noche eran simplemente creación de la naturaleza, tal como sus libros decían?

Taeyong. -sabía perfectamente quien era, y que no era parte de su imaginación, sino de sus pesadillas— ven con mamá

—No eres real, yo sé que no. —la mujer cubierta de sangre, con puñaladas en su estomago y una cortada en su cuello comenzaba a acercarse poco a poco, sabía perfectamente que sus pesadilla comenzaban a hacerse realidad- yo te asesine, acabé con tu vida

Ven con mamá, te he extrañado durante muchos años cariño. —el chico no expresaba ninguna emoción, no se movía, ni siquiera parpadeaba, solo esperaba el momento en el que todo terminara y sabía perfectamente como hacerlo

—Te he asesinado, no pienso hacerlo de nuevo. —se detuvo al observar el collar de rosa en su mano— ¿de donde lo sacaste?

Hyoyeon lo está buscando por una razón, y no es buena hijo. —Taeyong sonrió burlon, no podría creer las palabras de su madre, de su difunta madre

—Dejate de tonterías. —mascullo entre dientes— ¿de donde mierda sacaste el collar?

No puedo decirtelo, quedatelo, pero hagas lo que hagas no se lo entregues a Hyoyeon, es un peligro. —el chico no comprendia del todo el mensaje de la mujer, algo no andaba bien, sospechaba de lo que estaba sucediendo, aunque el otro 50 por ciento sabía que ese objeto podría ser su salida de ese castigo

La mujer desaparecio en un instante, Taeyong quedo completamente confundido, pensativo sobre lo que debía hacer y porque el hecho de que Hyoyeon estuviera buscando el collar fuera para algo malo.

Tomo el objeto en sus manos, la rosa se escondió en medio del metal y el collar cambio de color, siendo ahora de un tono azulado. El chico lo mior durante unos segundos, algo andaba mal.

—¿Pasa algo? —cerró su puño y giro sobre sus talones para verla— ¿Taeyong?

—No, nada. —negó con la misma seriedad de siempre, sabía que si Hyoyeon se enteraba de algo, haría lo posible para sacarle la información— ve a alimentar a esa humana, parece que ya muere en unos minutos

𝑺𝒘𝒆𝒆𝒕 𝒃𝒍𝒐𝒐𝒅 [𝑳𝒆𝒆 𝑻𝒂𝒆𝒚𝒐𝒏𝒈]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora