Wrong Body. [Fred/dy's Fic]

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Ya iban llegando a la escuela, normalmente caminaba pero esta vez su madre se ofreció a llevarlo, y Freddy sin dudarlo aceptó, no quería moverse mucho ese día.

– ¿Podemos decirles hoy? – Preguntó Fred en un susurro aún sabiendo que la madre de Freddy no podía oírle.

Freddy se limitó a asentir asegurándose de que su madre no lo notara para después voltear hacia la ventana y ver que iban llegando. Fred sonrió.

Su madre detuvo el auto frente al edificio y el castaño abrió la puerta de este listo para salir.

– Cualquier cosa me llamas. – Dijo su madre.

– Bueno. – Salió del auto y cerró la puerta detrás suyo. – Adiós, ma'.

– Adiós, Freddy. –

Se despidió con la mano y el auto se movió. Freddy comenzó a caminar hacia el aula, sólo quería sentarse en un lugar y moverse de ahí lo menos posible, caminaba con lentitud, se sentía incómodo, preferiría estar en casa recostado.

Después de un rato llegó al aula, en cuanto entró divisó a su grupo de amigos al fondo, justo donde siempre se encontraban, saludó con la mano con una sonrisa en su rostro.

– ¿Quieres decirles ya? – Preguntó mientras se encaminaba hacia sus amigos.

– Preferiría hablarlo con Golden primero. – Respondió jugueteando con sus pulgares evidentemente nervioso.

Freddy asintió y llegó con el resto, sentándose en su lugar.

– ¡Hola, Freddy! – Saludó animadamente Abby sonriéndole. El resto solo saludó con la mano junto a una sonrisa.

– Hola. – Le devolvió la sonrisa acomodándose mejor en su lugar.

– Buenos días, bonito. – Habló el rubio saludando al moreno junto con un suave beso  en la mejilla.

– Si se ponen melosos, vomito. – Bromeó la peliazul para después recibir un golpecito muy leve en el brazo por parte de la otra chica.

Freddy rió levemente y notó como su contraparte veía a todos con una sonrisita en su rostro. Fred sintió la mirada del contrario y volteó a verlo.

– Estoy bien. Vamos llegando, más tarde les diremos, ¿verdad? –

El moreno solo asintió en respuesta con una sonrisa en su rostro.

– ¿Pasa algo? – Le preguntó el rubio en un susurro.

– Ya te contaremos. – Le dedicó una sonrisa y volvió su vista a su grupo de amigos.

Siguieron hablando un rato más hasta que entró el maestro. A partir de ahí el día transcurrió normal, los maestros hablaron sobre temas que probablemente no utilizaría en su vida, se pasó un par de notitas con sus amigos y su novio, escuchó los quejidos de Fred durante las clases que no entendía o le aburrían, realmente todo igual que siempre, a excepción de la incomodidad que sentía cada que se movía, el miedo de haberse manchado, si bien, traía el suéter a atado a la cintura, aún así se sentía incómodo.

Llegó el receso, normalmente hubiera sido de los primeros en levantarse pero está vez no fue así, tenía ya mucho rato sentado, prefería quedarse ahí.

– Tenemos aquí horas. ¿En serio no saldrás? – Preguntó la pelirroja tratando de mover al castaño de su lugar.

– Seguro que tienes hambre. ¿No quieres comer? – Habló Fede esta vez.

– No, es que.. – Se lo pensó un tiempo, no les diría que temía levantarse por algo así. Ni siquiera le gustaba vivirlo, solo era un recordatorio mensual de que no era un chico cis género.