CAPÍTULO DOCE

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Todo había comenzado con ese jodido mensaje. Mi corazón había dado un brinco sólo con leerlo y la sangre dentro de mis venas se congeló momentáneamente.

"¿No has pensado en que sería si te quedaras con el bebé?

La charla no era la más profunda de todas, sinceramente a veces me preguntaba porque continuaba hablando con Seonghwa más de lo necesario, sin embargo, ahí me encontraba, sintiendo como un nudo en mi garganta se formaba luego de leer aquel mensaje inesperado. Mi corazón latió rápidamente y mi mente se quedó en blanco por completo.
Estaba seguro que todas las emociones tan de pronto eran culpa de las hormonas, que estaba cansado me afectaran tanto. El calor dentro de mi pecho se volvió una molestia inmediata, estaba tan molesto con el chico que simplemente lancé el teléfono fuera de mi alcance, mientras trataba de tranquilizarme.

La molestia continuaba creciendo dentro de mi cabeza segundo a segundo, y no estaba del todo seguro si me encontraba enfadado con Seonghwa en este punto, probablemente sólo me encontraba enfadado conmigo mismo porque esa era una idea tan jodida que había rondado en mi cabeza durante los últimos días, presentándose como una broma mal hecha en todo este desastre que era mi vida para este momento.

No era que mi cabeza hubiera alucinado cosas, los sueños recurrentes sobre una pequeña mano envolviéndose alrededor de mi dedo índice continuaban atormentándome cada noche, mientras la sensación de calidez inundaba mi pecho cuando me imaginaba la pequeña cara del ser que crecía dentro de mi. ¿Esto era probablemente obra de las hormonas, correcto? Porque era una completa locura que ahora inclusive estuviera fantaseando con tener un hijo para criarlo por mi cuenta, debía haber perdido la cabeza, en definitiva.

Un hijo no era un juego, un hijo conllevaba una responsabilidad más allá de la que cualquier persona pudiera imaginar, y aunque pocas personas realmente se concientizaban acerca de ello, aún así terminaban trayendo niños al mundo. ¿Qué tan diferente podría ser yo como padre? Seguro mil veces mejor que el mío, y aunque no estaba seguro de todas las atenciones que podría traer consigo un bebé en la vida, de una cosa estaba seguro, jamás me permitiría tratarlo como mi padre me trató durante siempre.

¿Esa era la razón que me motivaba a desear quedarme con el niño? ¿Intentar ser un mejor padre de lo que el mío lo fue?

Enterrando la cabeza contra la almohada solté un suspiro pesado, acomodándome lo mejor que podía contra el colchón. Mi cabeza dando vueltas una y otra vez alrededor de las palabras que Seonghwa se había encargado de incrustar más duramente dentro de mí. Con el corazón latiendo pesadamente, busqué el teléfono entre las sábanas de la cama, con claras intenciones de responder al mensaje, necesitaba dejar un poco de esta sensación. Una vez localizado, tomé el aparato entre mis manos y lo acerqué hasta mi rostro, abriéndolo en los mensajes y tecleando rápidamente.

"Sinceramente, eso es algo que
no te importa."

Lanzando por segunda ocasión el teléfono, volví a enterrar mi rostro en la almohada, intentando respirar tranquilamente, intentando evitar aquellos pensamientos nuevamente, aunque parecía inevitable. Con la cabeza dando vueltas una y otra vez, dejándome en volver en aquellos pensamientos, mientras mis manos viajaban hasta mi vientre, acariciándolo delicadamente, sintiendo como todo había cambiado en pocos meses; toda mi vida se había vuelto un completo problema.

Recordé meses atrás, la noche que había iniciado todo. Las borrosas conversaciones con Seonghwa a través de la escasa luz del lugar, su sonrisa y sus ojos profundos que parecían querer devorarme. Recordando las risas y el aliento a alcohol que nuestros cuerpos emanaban, nuestros cuerpos presionándose uno contra el otro en la pista de baile y sus dedos largos sostener mi cintura. Las cortas escenas de ambos corriendo por los pasillos del hotel hasta mi habitación y como la ropa fue quedando entre el desorden de la misma, nuestras bocas presionadas una con la otra, sintiéndome completamente pequeño bajo él.

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