Qua Resurget Ex Favilla [YOONSEOK] Pausa

5

"Tu mirada sabe penetrar
en los abismos"

□■□■□■□

Yo nunca me consideré alguien romántico, así que cuando sentí a mi alma gemela esa noche lo qué sentí fue miedo.

¿Estaba feliz? Si por supuesto.

¿Quien no lo estaría al saber que en realidad no estaba solo en este mundo lleno de crueldad? Pero si algo se, es que la felicidad también conlleva tristeza y yo siempre me considere un cobarde para amar.

Y aún así termine cayendo ante el.

La música resonaba en mis oídos, la música y la voz de las personas a mi alrededor me mareaban aún así hay estaba parado justo en el centro de todo ese caos. Cómo alguien totalmente ajeno a todo y a las vez siendo parte de eso.

Jimin y Taehyung estaban bailando desde hace ya una hora, disfrutando del festival y sus placeres, pero yo no fui capaz.. no desde que la noche anterior me inundó ese aroma.

Un perfume único que lleno mi olfato por completo y no me abandono hasta este momento, no hice nada solo lo ignore como un cobarde que tiene miedo de ver quién se encuentra del otro lado del lazo que está atado a mi alma. Mientras el perfume de los dos circula en el aire las luces borrosas de los puestos y las calles que iluminan el lugar, yo siento mi corazón latir con fuerza tan vivo como nunca ha estado.

Mi cuerpo se siente incómodo como si me gritara que hiciera algo. El aroma saturó mi mente y nublando mi vista hasta que lo ví. Caminando hacia mi hasta detenerse a unos metros frente a frente, estaba en shock mi respiración se aceleró y sentí hervir la sangre.

De los pies a la cabeza no parecía alguien común, era encantador con un rostro palido y sombrío.

Un perfume flotando a su alrededor que me decía que el era mi destinado y a su vez como si fuese por instinto mi cuerpo me decía que el era peligroso. Nuestras miradas se cruzaron y todo se detuvo, incluso aquella música y voces de mi alrededor fueron calladas por los sonidos de mi respiración y los latidos de mi pecho.

Los orbes de aquella persona, esos ojos eran profundamente negros, tan intensos que parecían mezclarse con la oscuridad más densa y aún así podía distinguir luces resplandecientes viniendo de ellos que me decía que aún había vida en ellos, esos dos opalos me contemplaban fijamente.

Cómo si me analizarán o me estuvieran admirando. De un momento a otro un sentimiento de miedo me invadió totalmente contrario al que aun permanecía desde que lo mire. Una parte de mi me decía que corriera lejos y otra que me quedara.

Todo mi ser deseaba a esa persona a pesar de que yo podría ser una presa débil enfrente del depredador más fuerte de la historia.

Quería tocarlo. Pero no me moví.

El se acercó a paso lento, era un poco más bajo que yo pero su sola presencia me hacía sentir pequeño. Su mano temblorosa tomo la mía y yo no pude despegar mi vista de su rostro, era tan hermoso y cautivante, bastante llamativo para cualquiera.

Su piel se veía tan suave como porcelana adornada con una cicatriz que atravesaba su ojo izquierdo llegando hasta su mejilla, fue como si me hubiera quedado hipnotizado sin querer desviar la mirada de él, podia ver cada detalle a esa distancia desde esos labios rosados hasta sus largas pestañas. Sus ojos me miraron y una pequeña sonrisa se formó en sus labios haciendo que mi rostro se calentará.

- Sigueme. - Fue una orden eso era seguro, esa voz un poco grave había hecho más efecto que todo el licor que hubieraa tomado en mi vida, podría embriagarme con solo escuchar su voz en mi oído.

Jalo mi mano un poco y camino hacia un lugar que desconocia, se adentro en la montaña, entre los grandes árboles y yo solo lo seguí, su mano era cálida y de repente me sentí a salvó ignorando todos los sentimientos anteriores.

Cómo una vela que llega a su fin para que el lugar que era iluminado se cubriera de la más plena oscuridad.

Voltee hacia atrás una última vez, el sonido de la música eres lejana y ya casi no miraba las luces del festival. Volteo hacia el y el se detiene abruptamente haciendo que chocara con su cuerpo sin que el no se quejara aun asi yo me preocupe.

- Perdón. - Dije en un susurró, me sentía tan avergonzado que sentía mis pies temblar.

El solo me tomo del brazo y me guío hacia un árbol haciéndome recargar en este, me observaba desde los pies a la cabeza tomando mis manos y acercando mas su cuerpo al mío cortando casi por completo la distancia.

- Eres tan cálido. - Dijo aún mirándome parecía estar viendo mi pecho, su cabeza fue recargada ahí podía sentir su respiración perfectamente. - Un ser completamente vivo.

No puede decir nada, pero no quería irme.

Sus cabellos se pegaban a mi barbilla, tenía un cabello algo largo el perfume que desprendía era aún más intenso estando así de cerca. La luz de las estrellas y la luna daban una tenue luz al lugar déjandome ver el cuerpo del chico recargado en mi, mis brazos solo envolvieron su cuerpo pasándolos por sus hombros mientras sentía sus brazos enredarse en mi cintura.

Se sentía cálido y feliz, cómo si a partir de ahora supiera que jamás estaría solo.
Sentía sus labios besar mis clavículas, dando castos besos en el lugar hasta llegar a mi cuello.

- Te he esperado durando años, mi flor. - Su voz sono rasposa calando en todo mi cuerpo que se sumerguio en un escalofrío que me estremeció hasta los huesos.

Mi vista se nublo en segundos y perdi control sobre mi cuerpo, como si me estuvuera quedando dormido pero no parecia sueño en realidad, podia sentir sus manos sostenerme y posarse sobre mi cuerpo haciendo que un cosquilleo me recorriera, que me hormigeaba la piel por completo. Me deje llevar por la sensación estraña y nueva, pero raramente me gustaba demaciado.

Un tenue olor a sangre inundó mi olfato que era opacado solo por el intenso aroma Dalia.

□■□

Ahora que veo los capitulos son un poco cortos, los intentare hacer mas largos. 

Yoongi: Dalias.
Hoseok:Nardos.

¿Por que? Es que son mis aromas favoritos.