Capítulo 15

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—¡Cualquier cosa pero no esto, por favor! —se quejó Kimmy tirando de la camiseta de su tío.

Jimin se encoge de hombros mientras sorbe de su taza de té, mirando diabólicamente a la pobre  niña. —Tú misma lo hiciste. Quería ser un tío genial y dejar que tú y Jae hagan lo que quieran mientras estén aquí, pero no me escucharon, así que soportarán las consecuencias.

Kimmy suspira profundamente y apoya su cabeza en el abdomen del adulto, abrazando su cintura. —Solo una gomita de osito… Solo una pequeña gomita de osito...

—No, ni siquiera uno. —Jimin dice mientras la empuja suavemente hacia atrás, yendo a preparar la leche de los gemelos.

—Está bien entonces —Kimmy finalmente se da por vencida—. Pero, ¿y Jae? Me siento mal por arrastrarlo a esto también. Él realmente quería comer chocolate con fresa...

Jimin sonríe levemente mientras vierte la leche en sus tazas, una vez más impresionados por su afecto mutuo. ¿Por qué él y sus hermanas nunca habían sido así cuando eran pequeños? —No te preocupes, comeran todo por la mañana. Prometo que Yoongi y yo no tocaremos sus dulces.

Kimmy frunció el ceño y asintió lentamente, mirándolo agregar miel a la leche. —Déjame llevárselo a Jae, por favor.

—Bien, pero ten cuidado porque está caliente. —advierte entregándole la taza.

Kimmy hace todo lo posible para no dejarla caer mientras da pequeños pasos hacia la habitación de Yoongi, deteniéndose cuando oye la risa que viene desde adentro.

—Parece que se están divirtiendo sin nosotros. —dice Jimin antes de abrir la puerta y dejarla entrar primero.

—¡Yoongi hyung! —Jaeyong se ríe tratando de escapar de sus brazos— ¡Por favor, para!

Ignorando sus quejas, Yoongi sigue haciéndole cosquillas al niño, sonriendo más brillante de lo que Jimin alguna vez ha visto.

—¡Por favor, ten piedad, mi estómago duele!

Yoongi eventualmente se detiene y le agita su cabello, levantándose.

—¿Le cambiaste la ropa? —pregunta Jimin sorprendido notando que Jaeyong ya está usando su pijama de carritos.

—Sí, lo hice, como puedes ver.

—Bueno, me alegro de haber vivido lo suficiente como para ver tal milagro. —comenta el más joven, pero la sonrisa en su rostro sigue siendo sincera.

—¡Ustedes dos son como mamá y papá! —Kimmy se ríe mientras se sube a la cama junto a Jaeyong y le trae su taza— Ellos pelean así también.

Jimin y Yoongi se miran por unos segundos antes de que el mayor sonría y se rasque la parte posterior del cuello mientras Jimin camina hacia ellos y le da la leche a Kimmy también, decidiendo ignorar su comentario.

—Tengo tanto sueño. —Jaeyong bosteza colocando su taza vacía en la mesita de luz y frotándose los ojos.

Kimmy rápidamente termina la suya también y sigue las acciones de su hermano. —Tengo sueño también.

Los niños se acuestan, ajustan sus almohadas, y Jimin se acerca a ellos para taparlos con la manta.

—Te quiero —dice besando la frente de Jaeyong, luego mira a Kimmy quien sonríe y se ríe—. También te quiero, señorita problemas. —le besa la frente también antes de retroceder.

—Nosotros también te amamos. —ambos niños responden sonrientes.

Yoongi se aclara la garganta y cruza los brazos cuando se acerca a ellos.

—Oh sí, también te queremos, Yoongi oppa. —dice Kimmy con sus ojos casi cerrados.

—Y lamentamos pensar que eras un monstruo. Eres agradable. —Jaeyong agrega dando otro bostezo.

—Y ustedes no son unos pequeños demonios, son más como dos lindos mocosos. —responde Yoongi pellizcándoles las mejillas.

Después de desearles buenas noches, ambos adultos se van dirigiéndose hacia la habitación.

—Estuviste genial. —dice Jimin mientras abraza a Yoongi, apoyando la barbilla en su hombro.

—¿Lo fui realmente? —pregunta mirándolo por encima del hombro con una cálida sonrisa en su rostro.

El chico asiente mientras da un paso atrás y camina hacia su cama, con el otro haciendo lo mismo poco después.

Yoongi envuelve sus brazos alrededor de la cintura de Jimin, jalándolo más cerca a su pecho y enterrando su rostro en el cuello del más joven.

Jimin sonríe inconscientemente mientras coloca sus manos sobre los cabellos de su compañero, acariciándolos lentamente. —¿Sabes? Realmente estás empezando a cambiar. Te has vuelto blando.

Yoongi asiente y Jimin toma esto como una manera de decirle que continúe.

—Trataste a Kim y a Jae tan bien hoy. Nunca hubiera pensado que puedes sonreír tanto —suelta un suspiro—. Y estoy muy feliz de verte mejorar, pero...

—¿Pero qué? —jadea Yoongi cerrando los ojos y abrazándolo más fuerte.

—He estado pensando en lo que Seokjin dijo antes, y tiene razón. No puedo seguir haciéndole esto a Namjoon, así que después de que los niños se vayan, me mudaré con él.

—¿En serio? ¿Te estás mudando solo porque ese asno molesto te lo dijo?

—No se debe a él por completo... Namjoon a menudo me ha pedido que viviera con él.

—No puedes irte así, Jimin. Aquí está tu hogar. ¿Qué vas a hacer con tu mitad del apartamento?

—Encontraré a alguien que quiera comprarlo o alquilarlo.

—Pero, ¿y yo? ¿Qué hay del plan? —dice en voz baja Yoongi agarrando el dobladillo de la camiseta de Jimin.

—Estarás bien, hyung. Trataré de visitarte con la mayor frecuencia posible, y si aún lo necesitas, te daré más consejos.

—Eso no es suficiente. No será lo mismo sin ti aquí.

Jimin se ríe entre dientes inclinándose hacia adelante para besar los labios de su compañero y hacer que este se calle. —Durmámonos por ahora. Estoy demasiado cansado para siquiera hablar. —susurra envolviéndolo con los brazos alrededor de sus hombros.

Yoongi suspira mientras le besa la parte superior de su cabeza, pasando sus manos arriba y abajo por la espalda de Jimin con dulzura.

—Buenas noches. —murmura el más joven justo antes de quedarse dormido.

Yoongi continúa sosteniendo al chico en sus brazos, incluso después de que este se quedara profundamente dormido, solo mirándolo con cariño.

«¿Por qué tienes que hacerme esto, Park Jimin?»











CÓMO TRATAR A UNA CHICA. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora