Capítulo IV: "La bestia interior"

802 33 3
                                    

Era una mañana fresca: Llovizna y negaba a la vez. Una anomalía climática. Una anomalía la cual no se había visto antes en San Francisco, pero creíble para muchos...

Era el día se saber si el poder curativo de los lobos era cierta. Si Enid logra despertar mucho mejor, es que ese poder existía: o al menos Wednesday eso es lo que creía y esperaba.
Wednesday estaba atenta a que su compañera de habitación estuviera bien, o al menos lo suficiente para poder abrir los ojos y hablar.

- ¿Sabes lo que es hermoso, Merlina? Poder volver a sentir y mirar tu presencia homicida cerca de mí~... - finalmente, Enid pudo hablar, abriendo sus ojos mientras hablaba. Sonrió finalmente, una sonrisa que podría decir más de mil palabras. Merlina suspiró profundo: parecía aliviada con saber que ella pudo reaccionar.-Ya extrañaba eso...

-¿Sentir a un homicida cerca de tí? Dudo que alguien pudiera disfrutar eso.

-Para mí, Enid Sinclair, mientras seas tú, no tengo ningún problema.

-... Más vale que estés mejor, Enid, porque puedo regresar a esa mansión y terminar el trabajo. - era un claro: "Mejórate, gracias a Dios que estás bien mientras... " para Enid. Enid da una risita y se mueve lentamente a un extremo de la cama, y le hace señas a Merlina de que se recostara un momento con ella.

- Son las 3:45 de la mañana, dame el privilegio de que te duermas un rato conmigo, ¿si~? - con aquella carita de cachorrito abandonado y mojado,... Nadie se resistiría, ni siquiera Merlina Addams.

-... Tus huesos estuvieron quebrados. ¿Fuiste sanando mientras te llevaba a un hospital, cierto?

-Te mentiría si te digo que sí, simplemente sucede. Pero eso no importa ahorita, ya me siento mejor, solo necesito pasar tiempo contigo, eso es curativo para mí.

-¿Morirás sin mi entonces? - accedió a recortarse a su lado. Enid voltea a la dirección donde la contraria estaba.

- No tengo ni idea, pero lo más probable es que así sea. ... Tal vez suene débil de mi parte, pero tal vez así lo sea.

-... Es preocupante que te entienda en lobo, ¿sabes? Dicen que los que entiende sin los hombres lobos, una vez combertidos, la única persona que puede entenderlos en su mitad en algo... Supongo que esa otra mitad habla de pareja, y ese debe ser Ajax. Necesitamos hablar con el de nuevo, Enid, si no, tu lobo interior me seguirá eligiendo a mí. Y tu sabes perfectamente que no sirvo para una amiga, mucho menos para algo más.

- Puffft, no creo que sea por eso, obviamente- ese comentario la puso lo nerviosa- mi lobo solo está en confundido.... -mira a la contraria nuevamente, le veía cada detalle de su rostro- ... Solo se queda viendo al que más me a apoyado, tal vez en forma de agradecimiento también lo de todo por ti, después de todo, tú también oscureciste parte de él para volverlo fuerte... Tu eres muy fuerte, Merlina, dudo que alguien como yo tuviera una oportunidad así... - le sonrió levemente.

Wednesday la ve igualmente algo pensativa, no tenía aquella mirada homicida como de costumbre, si no una más relajada y cómoda. A veces, para Wednesday, era difícil comprender a Enid, sin embargo, trataba de apoyar la siempre cuando pudiera.

-Enid: tu eres fuerte, soy yo la truncaría las cosas. Eres más fuerte de lo que crees.

-¿en serio piensas eso?- se le acercó levemente, deseando conectar sus manos como lo habían estado haciendo últimamente.

- Por supuesto. Venciste a un Hyde, venciste a otro lobo ayer, me salvarte más de dos veces, y lograste cambiarme, aunque hiciste que cambiará solo un poco.

-... ¿Ese cambio es bueno?

-... De los mejores. - sonrió levemente, apenas haciéndose notar su sonrisa: lo era todo para Enid. Adoraba los momentos donde la gótica se ablandaba con ella, eran sus momentos favoritos, lastimosamente eso hizo que sus orejitas, colita y garras salieran.

~Una Navidad con los Sinclair~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora