Viernes por la noche, claramente uno de los días más movidos dentro de la comunidad más joven. La zona universitaria parecía un eterno festival de camino a la salida incluso en las calles cercanas se podían oír la música y el elevado animo que envolvía el ambiente nocturno.
Baji se encontraba aun en su departamento, las gotas de agua se deslizaban por su cuello directo a su clavícula hasta desaparecer en su pecho, su cabello estaba suelto y mojaba todo a su paso, chisto entre dientes tomando una toalla extra para secárselo con calma mientras caminaba descalzo a su closet. Saco los primeros boxers que toco y luego con su vista contraída empezó a buscar una camisa, su elección termino en una camisa verde oscuro con algunos botones desabrochados, jeans gris plomo y unos zapatos de vestir, peino con sus dedos su cabello aun húmedo sintiendo algunas ondas empezar a formarse y aplico la colonia de siempre en su cuello y manos.
Salió de su habitación escuchando la puerta principal ser tocada con poca fuerza y avanzo abriéndole paso a Chifuyu.
-veo que ya estás listo, vengo a por tu reloj - paso con confianza hasta perderse por el pasillo.
-no sé por qué no te compras uno- contesta el azabache pasando a la cocina por un vaso con agua de regreso chocando con la imagen de su mejor amigo colocándose uno de sus mejores relojes, que poco usa por lo caro y delicado que es.
-sí, lo haré- dice sin prestarle real atención mientras Baji gira sus ojos sabiendo que no es cierto. -¿vamos?
-si- se encaminan en silencio fuera de ahí hasta la salida del edificio donde Kazutora los intercepta.
-tardan mucho, ya iba a irme solo.- se queja cruzando sus brazos, la camisa de satín rojo se le ajusta a la perfección al igual que ese jean negro con estampado. Chifuyu le sonríe diciendo que no habían tardado tanto sino que él era el apurado. El de mechas deja de ver al rubio para dirigir su mirada a Baji y chifla escandalosamente. -alguien va a arrasar hoy...además de mí, claro.
El aludido aleja mechones de su cabello soltando una pequeña sonrisa.
-ya veremos- comienza a caminar siguiendo a Chifuyu quien se dirige al estacionamiento privado, Kazutora se le pega al costado.
-¿ya veremos? ¿Qué quieres decir con eso? Mmm- olfatea exageradamente cerca suyo- ¿más colonia? ¡Estas intentando tener ventaja!- chilla en su oído y Baji gira los ojos empujándolo sin fuerza.
-deja de joder- dice sin sonar tosco más divertido que otra cosa, aunque debía admitir que había rociado por cuarta vez colonia en sus manos en un impulso.
-a ver ¿Hace cuánto no te colocas zapatos de vestir? al coger prefieres los tenis- cuestiona.
-¿cómo sabes lo que prefiero al coger?- Hanemiya mueve sus cejas de arriba hacia abajo.
-ebrio eres muy lengua suelta- saca su propia lengua, su pircing plateado resalta lleno de saliva y Baji hace una mueca de asco.
-arriba los dos- llama Chifuyu encendiendo el auto y kazutora se le adelanta a Baji robándole el asiento de copiloto, este ultimo gira sus ojos para terminar en la parte de atrás. Chifuyu sale del estacionamiento mientras a su lado el de mechas busca alguna música que le agrade en la radio.
-¡vamos por Takemicchi!- exclama Kazutora, baji se tensa en su sitio con el corazón latiéndole con fuerza y prefiere ver su teléfono escribiéndole a Mitsuya que van en camino.
-¿Takemicchi? oh no, el no vendrá con nosotros- comenta el rubio sacando de su teléfono a Baji, uno muy confundido pues conociendo a Hanagaki no se perdería una fiesta que los incluya aunque con los últimos acontecimientos no lo cree tan descabellado incluso llega a pensar que puede ser lo mejor en estos momentos.
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𝖭𝗈 𝗈𝗅𝗏𝗂𝖽𝖾𝗌 𝗊𝗎𝖾 𝗍𝖾 𝗈𝖽𝗂𝗈
أدب الهواةSonrisa encantadora, aura angelical, ojos zafiros grandes y expresivos. Hanagaki Takemichi era un encanto de cabellos dorados que dejaba suspiros y miradas de admiración por donde caminase, todos lo amaban, todos lo mimaban y lo llenaban de atencion...