Siempre fui una persona de pocos amigos, o mejor dicho compañeros, ya que siempre me sentían muy presumido desde que fui el delantero de la secundaria a la que iba y no se me acercaban los chicos que no sea para jugar en los partidos o incluso que los nuevos se me confesaran pensando que era una chica, pero nunca me molestó aquella soledad, sin embargo todo cambió el día tuve aquel incidente con mi rodilla puesto que aquellos que no se me acercaban empezaron a hacerlo solo para terminar burlándose de mi porque esa fortaleza que tenía se había esfumado junto a mis sueños; sinceramente sí me molestaba cuando se burlaban de mí, pero no sentía que era lo suficientemente fuerte como para seguirles la corriente a aquellas bromas o insultos, y para mi sorpresa aquello me trajo amigos, que al parecer vieron que no era tan "malo" como pensaron, solo necesitaron hablarme un rato y se dieron cuenta supongo, pero tampoco era que me agradara por completo aquella situación; pero no fue suficiente para aquellos que sí me molestaban, un día se pusieron frente a mi muleta y me hicieron caer al piso, no me había pasado nada pero desgraciadamente mi madre vio aquello y se alteró, ella con miedo de que su hijo sufra bulling decidió de cambiarme de escuela a donde iba mi hermana mayor y tuve que decir adiós a la cancha de futbol de mi secundaria la cual fue mi única verdad amiga que tuve desde que ingresé.
Entonces era yo frente a chicos nuevos en el salón, que para mi agrado todos fueron amables conmigo e incluso tenía un equipo de futbol, así que suponía que luego de recuperarme podría jugar aunque sea un poco. La mitad del año pasó y ya podía oler la brisa veraniega que me recordaba a las vacaciones, sentía que por fin todo estaba donde debía estar y con mi pierna mejorada podría jugar luego de que terminen las clases.
Un día viernes en la noche estaba mirando televisión en mi sala, aburrido de no poder hacer más que eso ya que tenía prohibido cualquier tipo de deporte de fuerza, noto que se me acerca mi hermana y volteo a verla.
―Hyoga, va a venir una amiga hacer un trabajo final, creo que vendrá con su hermano porque ambos se olvidaron la llave de su casa así que se quedará contigo hasta que sus padres los recojan. ―Me dijo mientras yo alzaba una ceja confundido, no estaba para cuidar niños.
―No soy niñero, hermana.
―Tiene tu edad.
―Dah. ―apenas dije volviendo a prestar atención al programa de Disney.
No pasó mucho cuando escuché la puerta y mi hermana me gritaba que fuera a abrirles, me paré y fui con la siempre lentitud que debía debido a mí rodilla, vi a la mejor amiga de mi hermana quien me saludó con una sonrisa y al lado suyo su hermano, que no parecía de mi edad, era más alto que mi padre incluso.
―Hola Chigiri, él es Kunigami, mi hermano menor, van en el mismo año y está en la misma escuela igual, así que supongo se toparon. ―definitivamente recordaría haberlo visto, pero no tenía idea, o la escuela era muy grande o yo no salía del salón, claro era la segunda opción.
―Hola, Saeko-san, un gusto Kunigami. ―saludé mientras ambos pasaban y la chica subía de frente al cuarto de mi hermana.
Listo, esto era incómodo, apenas cerré la puerta me giré y traté de sonreír.
―Bueno, pasemos a la sala ¿Quieres algo de tomar?
―Agua está bien si no te molesta. ―dijo mientras se acercaba al mueble, asentí y fui a traerle un vaso de agua. No recordaba haberlo visto, me parecía un poco serena su actitud.
Cuando regresé lo vi mirando el televisor.
―Miras Hannah Montana. ―por sorpresa no sentí burla en su voz, así que supuse que era amable.
―Me da risa ver algunos capítulos, ten.
―Gracias.
De nuevo otro silencio incómodo, lo miré y él solo miraba el televisor; me sorprendía la musculatura que se cargaba, podría decir que hacía pesas con regularidad, para ser de la misma edad él era el doble que yo.
―Entonces ¿También estás en segundo? ―qué manera más tonta de romper el hielo de mi parte, pero no me sentía cómodo estando ambos en silencio hasta que las chicas terminen de hacer sus cosas.
―Sí, nunca te vi la verdad, eh...
―Chigiri Hyoma.
―Kunigami Rensuke.
―Bueno, yo tampoco recuerdo haberte visto la verdad.
Demasiado incómodo, apenas podía sostener una conversación con mis amigos y menos podría con un completo desconocido, pero tampoco era que lo tendría aquí toda la vida, así que preferí solo ver el televisor; en un momento del programa hubo una escena graciosa donde no pude evitar reírme y cuando giré a ver al otro chico noté que igual se rio un poco, bien, no era un imbécil.
― ¿Y cómo nunca supe que Saeko-san tenía un hermano? ―le pregunté aun mirando la tv.
―Sinceramente tampoco sabía que tu hermana tuviera un hermano.
―Bueno, fuimos engañados por años al parecer. ―le digo con una ligera sonrisa girando a verlo él asiente y baja la mirada a mi rodilla, la miro igual, supongo mira mi vendaje―Tuve una fractura jugando futbol, no es nada.
―Oh, lo siento no quise incomodarte. ―abre los ojos nervioso al parecer, cuida sus palabras supongo, niego con la cabeza.
―Está bien, no te preocupes, estoy acostumbrado.
―Mmh... yo también juego futbol ―me dice y yo me sorprendo, no parece del tipo que juega futbol, parece más alguien que va seguido al gym.
―Ah, ¿Qué posición?
Y desde ese punto el silencio incómodo desapareció, el resto de la noche solo hablamos de futbol y de quien era mejor jugador según nuestros criterios, incluso jugamos un poco de FIFA en la play y compartimos nuestros números; hablar con este chico me recordó a mis nuevos amigos de la secundaria, pero para más sorpresa mía era que teníamos otros gustos en común, como ver a veces shows infantiles o la música que nos gustaba; al pasar las horas y entrar un poco en confianza empezamos a hablar de lo casi abrumador que era ser el menor y solo tener hermanas, puesto que nunca faltaba un amigo o compañero que intentaba llegar a una de ellas por nosotros.
―Y viste cuan frustrante es que dejan toda la ducha llena de pelos, no entiendo de dónde sacan tanto juro. ―dijo entre risas y yo asentía rápidamente.
―Exacto, y a pesar de tener el cabello largo no se me cae tanto como el de mi hermana.
― ¿No?
Al rato escuchamos una bocina sonar afuera, Kunigami giró el rostro.
―Ah, son mis padres, ya debemos irnos.
―Claro, les abro la puerta. ―dije poniéndome de pie.
―No te preocupes, mejor descansa mejor tu pierna y así te recuperas más rápido. ―alzo una ceja sin entenderle bien― Me dieron ganas de jugar contigo, no creas que no.
Luego de ello me alza la mano y se despide, yo solo veo cómo se va junto a su hermana y me siento.
Que sorpresa, me agradó.
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¡Hey! Nuevo proyecto YAY >:3 ya lo tengo re avanzado así que publicaré un cap al día hehe ùwú de igual forma unos serán un poco cortos así que lamento ello u.u ¡Gracias a todos! Un beso y abrazos, espero les guste <3
R14
(Limy Alaaya)
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「Desde que te vi 」(Kunigami x Chigiri) [Blue Lock]
FanfictionChigiri podía comprender por fin el sentimiento de tener un nuevo amigo, los días eran divertidos y su compañía me gustaba mucho, pero con el tiempo aquellos acercamientos y un par de palabras de más confundirían de a poco su corazón.