「Desde que te vi 」(Kunigami x Chigiri) [Blue Lock]

Pijamada

Ya estoy en su casa, me dice que para que sea justo ambos durmamos en la sala y que podemos cenar lo que queramos, es genial la verdad; y como imaginaba era divertido después de todo, la pasamos como siempre hablando de cualquier cosa y miramos una serie que estaba de moda, las horas con él se pasan volando y aunque me sienta incómodo es reconfortante estar con él de alguna manera.

―Bueno, yo ando cansado, no sé tú. ―dice mientras se estira― Tomaré una ducha rápida e iré a dormir ¿Si? ―me dice mientras se pone de pie del suelo donde estábamos sentados― Ah, si quieres ducharte igual puedes hacerlo.

Luego de ello se aleja y yo me siento en el mueble; por un momento la intrusa imagen de él aquella vez sin camiseta me viene a la mente y de la vergüenza por pensar en ello ahora me pongo rojo, mierda, no entiendo qué pasa conmigo; tomo mi celular y trato de distraerme viendo tiktoks o algo para no pensar en lo de hace rato. Escucho la ducha y como pone música, supongo le gusta hacer ello igual que a mi; sigo en la mía no sé cuanto tiempo y luego ya no se escucha la música, imagino que ya salió y debe estar cambiándose, la puerta se abre y escucho sus pasos ¿Por qué mis mejillas arden? No quiero voltear a ver, pero me mata la curiosidad, volteo y apenas puedo verlo pasar por el pasillo, solo parte de su torso aún húmedo con unos pantalones nuevos, me sigo preguntando cómo es que llegó a tener tanto músculo a pesar de ser de la misma edad.

Luego de un rato lo escucho venir, dejo el celular y le miro, sigue con el cabello húmedo y un par de gotas caen en su ropa.

―Te vas a enfermar si duermes con el cabello húmedo. ―le digo y él se ríe un poco.

―Me hablas igual que mi madre.

―Hey. ―otro sonrojo por mi parte, no puedo evitar fruncir el ceño.

―Haha, es broma.

Apaga solo la luz de la sala mientras que la de la cocina nos acompaña.

―Iré a dormir ¿Tú?

―Sí, ando cansado igual. ―le digo y me recuesto en mi futón a su lado, de nuevo aquel nerviosismo se apodera de mi, no sé qué hacer.

Ya pasaron varios minutos creo, porque sigo despierto y puedo escuchar su respiración calmada, no sé cuantas veces conté hasta cien para intentar dormir pero el saber que lo tengo a mi lado me desconcentra; giro mi rostro para verlo y ahí está: la boca entre abierta y su rostro calmado, no puedo evitar sonreír un poco, se ve más tranquilo de lo normal, me acurruco mejor y solo me quedo viéndolo.

¿Por qué me haces sentir así? ¿Es por aquello de la fiesta? ¿Lo de la otra noche de películas? ¿Por qué sigues actuando de esa forma? Desearía que me lo diga.

Y una vez estoy a punto de cerrar mis ojos siento como el suelo tiembla y yo me siento mirando a los lados viendo como empieza a empeorar.

―¡Kunigami! ―lo sacudo del hombro y él abre los ojos― ¡Temblor! ¡Debemos salir! ―a medida que hablo la tierra se sacude más y el sonido es aún más fuerte, no puedo evitar sentir miedo, miro a los lados y apenas veo cómo los cuadros y el televisor se mueven.

Kunigami se pone de pie y me ayuda a hacerlo igual, salimos de casa con cuidado y ya hay personas afuera, el clima es fresco y no puedo evitar mirar a todos lados, los focos se mueven y yo solo quiero que pare, está tardando mucho y apenas puedo quedarme de pie.

―Tranquilo. ―Kunigami me abraza por un hombro y yo solo puedo sostenerme en él; a los segundos el temblor para y puedo escuchar a las personas hablar y otras gritar; no sé si fue un terremoto y no sé si vuelva una replica―Esperame aquí, traeré la mochila y unas sábanas ―Se me separa y lo veo entrar a la casa, yo me quedo mirando alrededor como es que hay familias hablando entre ellos y solo me queda estar ahí parado, veo a Kunigami acercarse y me extiende mi celular― Llama a tus padres.