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T/N POV

Comenzaba una nueva semana, claramente no estaba preparada para continuar con mi vida normal en los términos que había impuesto junto a Wanda, me alegraba que ya no estaríamos peleando, pero definitivamente no estaba lista para no estar con ella en el modo que yo quería. Esa mañana llegue un poco antes de su clase, esta vez no pase por su oficina para saludarla, decidí que lo mejor sería tomar las cosas como tendrían que haber sido desde el principio.

—Hey — Kate se sentó junto a mi.

Sonreí amable — Hola Kate —

—¿Estás bien? Me quedé muy preocupada por lo qué pasó en la fiesta — la castaña me miró atenta.

Yo asentí — Oh Kate, por favor discúlpame, estoy tan avergonzada, no sé qué fue lo que sucedió pero mi cuerpo definitivamente me traicionó —

La joven negó de inmediato — No hay nada que disculpar, solo estaba preocupada por ti, Nat me dijo que se encargó de todo — Kate rascó su mejilla — además, no sabía si el haberte besado tendría algo que ver —

Fue mi turno de negar — No, yo s... —

Frente a nosotras alguien carraspeó y llamó mi atención, por supuesto que era Wanda y claro que había escuchado, sin embargo, esta vez fue diferente, no se veía molesta, solo estaba incómoda, en cuanto me miró sonrió delicadamente.

—Buen día, chicas — saludó cordial.

—Buen día profesora Maximoff — contestamos al mismo tiempo.

—Bueno — Kate continuó — estuve pensando, no sé, ¿te gustaría ir a comer más tarde? Podemos ir a donde tú quieras, está bien si también no te apetece, yo entiendo, no pasa na...— interrumpí a la chica.

—Tranquila Kate — sonreí — hoy no puedo, pero, ¿Qué tal mañana? —

Kate sonrió ampliamente — me parece más que perfecto —

— Buen día a todos, por favor, abran su libro en la página 128 – Wanda instruyó. — Por favor, señorita Walters, ¿podría leer el fragmento? —

La chica asintió — "Amor mío, mi amor.

Amor mío, mi amor, amor hallado
de pronto en la ostra de la muerte.
Quiero comer contigo, estar, amar contigo,
quiero tocarte, verte. — miré a Wanda, tenía el libro entre las manos mientras acariciaba delicadamente la esquina de la página —

Me lo digo, lo dicen en mi cuerpo
los hilos de mi sangre acostumbrada,
lo dice este dolor y mis zapatos
y mi boca y mi almohada.

Te quiero, amor, amor absurdamente,
tontamente, perdido, iluminado,
soñando rosas e inventando estrellas
y diciéndote adiós yendo a tu lado. — volví a mirar a la castaña, estaba vez ella ya estaba mirándome, el corazón se me detuvo por un segundo bajo su mirada. No estaba enojada, no, tampoco estaba contenta, pero entendía lo que quería transmitir —

Te quiero desde el poste de la esquina,
desde la alfombra de ese cuarto a solas,
en las sábanas tibias de tu cuerpo
donde se duerme un agua de amapolas.

Cabellera del aire desvelado,
río de noche, platanar oscuro,
colmena ciega, amor desenterrado." — Jen finalizó y todos miramos a Wanda, ella me dio una última discreta mirada y se levantó.

—¿Qué pueden decirme de esto? — preguntó.

— Es hermoso, es claro que el poeta sabía lo que quería expresar y lo logró con éxito — contestó Maria Hill.

— El poeta es Jaime Sabines, una gran poeta del siglo XX. Tiene razón, señorita Hill, está semana tendremos la oportunidad de conocer la poesía hispana, que es simplemente maravillosa. Por alguna extraña razón el arte desde el corazón hispano es más acogedor, o al menos ese es mi punto de vista. De igual forma haremos una comparación más adelante —

Wanda continuó su clase sin mirarme de nuevo, el tiempo transcurrió lento, cada vez que la veía pasar de un lado a otro era sumamente insoportable, afortunadamente la clase llegó a su fin, esperé a que todos salieran mientras guardaba mis cosas con calma.

— Te veré después, T/N — Kate se despidió y fue la última en salir.

Me acerqué despacio al escritorio donde estaba Wanda — Hola — saludé.

Ella me miró y sonrió suavemente — Hola, T/N—

Pase mis manos incómodamente por mi pantalón — Y bien, ¿qué haremos hoy? —

Wanda miró su reloj y después volvió a mirarme — Tengo una clase en 1 hora y media, y después tengo que cubrir una clase de un colega — yo asentí — Supongo que no tengo nada para ti, así que puedes ir a comer tranquila — la mujer se levantó.

—¿Estás segura? — la mire desconfiada, Wanda asintió. La mujer siguió caminando e internamente no quería que se fuera — Por cierto, el poema de Sabines — Wanda se detuvo — es una de las cosas más lindas que he leído, me encantó —

Wanda se giró y me miró con delicadeza — Me alegra que así fuera — me regaló una última sonrisa y salió.

¿Qué significaba todo esto? Es decir, está mal que si quiera lo piense, pero Wanda tendría que estar enfurecida y reclamándome que considerara salir con Kate, sin embargo está dándome la tarde libre para hacer exactamente lo que ella menos quería, ¿por qué?, no tenía idea de que estaba tramando, pero no me gustaba para nada.

Mientras caminaba a mi auto noté a mi pelirroja amiga recargada en el — Hola, alcohólica — saludó.

— Hola Tasha —

—¿Me llevas a casa? — la mujer preguntó mientras yo abría la puerta.

—Sabes que si — sonreí.

Ambas comenzamos el camino hacia su casa, mientras hablamos sobre lo que sea que sucediera entre Maria y ella, era lindo, nunca había visto a Nat hablar con tantos detalles sobre una persona y me alegraba que ella estuviera feliz.

La pelirroja suspiró — En fin, esa es la historia—

— Es linda Nat, me da gusto por ti — conteste con una sonrisa.

— Sí, por cierto, hablando de estas cosas, ¿desde cuándo te acuestas con Maximoff? —

Inmediatamente detuve el auto en un movimiento en seco.

Mierda.



Holaa, perdón por desaparecer JAJAJ, pero ya volví y estaré más activa, muchas gracias por su paciencia y apoyo, lxs amo ❤️

Teacher's Pet [Wanda Maximoff]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora