Teacher's Pet [Wanda Maximoff]

26

Wanda POV

— ¿No hay problema?— Miré al hombre rubio que estaba frente a mi.

— Perdona, ¿Qué dijiste? —

Vision rodó los ojos — Te decía que tengo que irme esta noche y si podrías llevarme al aeropuerto —

Lo miré confundida — ¿Te irás de nuevo? Pero acabas de regresar hace unos días. —

—Lo sé, pero surgió algo y me necesitan de nuevo —

Asentí sin prestar mucha atención — Esta bien, solo asegúrate de despedirte de los niños, ¿Está bien? —

— Por supuesto, los dejaré en la cama y después iremos al aeropuerto, ¿Estás de acuerdo? —

— Seguro—

Vision salió de la habitación y no pude evitar seguir preguntándome como estaría T/N, era cierto que practicamente la había arrojado a los brazos de Kate Bishop, pero también había tenido tiempo para pensar las cosas. Ella era una joven estudiante que estaba a punto de comenzar su vida adulta, no tenía ninguna responsabilidad, solo tenía que preocuparse en construir su vida de una forma favorable. Yo por otro lado, ya había pasado por eso, había construido mi vida de un buen modo, sin contar lo que pasara con Vision yo sabía que no me arrepentía de absolutamente nada en mi vida. ¿Qué se supone que le estaba ofreciendo a T/N? ¿Una vida con 2 hijos que no le pertenecen? ¿Un tiempo limitado entre mi trabajo y los gemelos? Era claro que eso no estaba en la lista de deseos de una persona en sus 20's.

Algunas horas más tarde, dejé a Vision en el aeropuerto y mientras más nos acercábamos a dicho lugar, más feliz se veía, cómo si le alegrara huir de mi. Últimamente tenía la impresión de a que todos les aliviaba no tener que estar cerca de mi.

Al llegar a casa escuché la voz de uno de los gemelos y entré con cuidado a su habitación.

—Hey, ¿Qué haces despierto? — me senté en la cama de Tommy.

—No puedo dormir — dijo con una pequeña sonrisa — Papá se fue, ¿cierto? —

Yo asentí — Pero me dijo que va a extrañarlos mucho y que en cuanto regrese jugarán todo el día — acaricié su cabello.

— Volverá, ¿verdad? — el niño me miró preocupado.

— Por supuesto que volverá, cariño. ¿Por qué preguntas eso? —

— No lo sé, supongo que lo noto raro... quizá solo sea yo — Tommy se tapó un tanto incómodo.

— Hey, ¿Quieres venir a mi cama a ver un poco de televisión para que puedas dormir? — El niño me sonrió mientras asentía, ambos dejamos la habitación y nos acomodamos en la gran cama.  — ¿Sabes algo? — pregunté mientras pasaba uno de mis brazos sobre sus hombros.

—¿Qué? — Tommy me miró curioso.

— No importa que suceda en el exterior o en general, yo siempre voy a amarte, a ti y a tu hermano, sin importar nada. Ustedes lo son todo para mi y quiero que sepas que puedas contarme lo que sea, no importa que creas que es insignificante, lo que sientas importa, hijo, ¿está bien? — acaricié su nariz con su dedo.

Tommy me abrazo de inmediato — Gracias, mamá —

Besé con cuidado su frente y nos acomodamos en la cama.

[...]

—Bien, entonces eso sería todo por esta semana, recuerden que el lunes tengo que revisar sus reportes finales, así que tiene el fin de semana para terminarlos. Hasta el lunes, chicos — terminé la clase y observé cómo todos guardaban sus cosas.

Había notado que T/N siempre fingía olvidar algo para tomar más tiempo en guardar todo, esta vez Kate besó su mejilla en forma de despedida, claramente fingí no ver la acción por el bien de ambas.

— Hola — la joven se acercó a mi escritorio.

— Hola T/N — respondí con una ligera sonrisa.

—¿Hoy si me dejarás trabajo o me darás el día de nuevo? — preguntó en un tono de broma.

Yo sonreí — Bueno, la verdad es que... — la joven me interrumpió.

— ¡Tomaré la que sea! — la miré con cierta sorpresa — Quiero decir... sabes que aprovecho cualquier oportunidad para aprender — T/N me miró con esperanza, ella quería quedarse y yo quería lo mismo.

Suspiré — Ya que lo mencionas... en realidad podría enseñarte un poco sobre la siguiente lección, ¿eso te gustaría? —

La chica sonrió — Sí, eso me gustaría—

Ambas caminamos en silencio a mi oficina, no era un silencio incómodo y solamente en su compañía dejé de sentir que yo era un repelente humano.

—¿Cómo ha sido tu semana? — preguntó en cuanto entramos a mi oficina.

— Bien, ya sabes, siempre hay cosas que hacer — deje mi bolso en el sofá junto a un par de regalos para los gemelos — ¿Tú qué tal? —

La joven sonrió de lado — Bien, muy bien en realidad — yo asentí — pero he extrañado trabajar contigo —

Yo te he extrañado a ti.

Sonreí — Bueno, no había mucho que hacer es por eso que no te di nada, pero — miré mi reloj— aún tengo un par de horas para avanzar contigo —

Ambas decidimos sentarnos frente a la otra, creo que las dos supimos que era más seguro así, sin presionar nada.

—Mira, en orden para poder comprenderlo debes observar primero y... — seguí mi conversación con la joven de una forma meramente profesional, lo cual era bueno, porque me encantaba enseñar y enseñarle a T/N siempre era una dicha.

Era claro que ella y yo teníamos un acuerdo, yo sabía que quería estar con ella, pero no podía tenerla en este momento y tampoco podía pedirle que se perdiera de grandes experiencias en su vida solamente para poder estar juntas, yo no era una persona egoísta y no podía serlo con ella.

Tras unas horas decidí que era suficiente, de cualquier modo tenía que llegar a casa.

—Ten, puedes llevarte estos — le di a la joven un par de libros — son la base de lo que acabo de explicarte, claro que aquí viene más detallado y un poco pesado pero aún así es valiosa información —T/N los tomó y me agradeció con una sonrisa — Te veré el lunes, no olvides hacer tu informe, ¿si? — Tomé mi bolsa distraídamente mientras la miraba.

—¿Wanda? —

—¿Sí? —

La joven me miró como si quisiera decirme algo sin embargo solo miró al piso — ¿Te importa si me quedo un poco más en tu oficina? Es un gran lugar para leer —

Yo negué — No, adelante, puedes quedarte el tiempo que necesites. Te haría compañía pero en verdad tengo que llegar a casa — le sonreí con cariño.

T/N asintió — Está bien, no quiero entretenerte más — sonrió — En verdad gracias —

Me despedí con una ultima sonrisa y me dispuse a marcharme. Era una dinámica rara porque no éramos amigas pero tampoco éramos solo una profesora y su alumna, teníamos era cierta complicidad y estaba presente, pero esto era la mejor. Era lo correcto.

En cuanto llegue a casa me di cuenta de lo que había olvidado. Demonios.