27

2.7K 204 23
                                    

T/N POV

En cuanto Wanda abandonó la habitación yo dejé salir todo el aire que había contenido, me dejé caer en la silla y me quedé ahí mirando la puerta.

Wanda se veía diferente, estaba relajada, incluso para la situación parecía estar aceptando todo muy bien, pero yo no entendía que era lo que estaba aceptando exactamente. ¿Ya no habría un nosotras? Yo quería pensar lo contrario y al mismo tiempo quería darle un final.

Es cierto que hace unos días había aceptado salir con Kate, lo cual fue un completo éxito, tuvimos una agradable comida en un pequeño bar donde vendían unas hamburguesas exquisitas, escuchamos buena música e incluso Kate tomó la gran iniciativa de llevarme a un karaoke lo cual fue vergonzoso ya que la castaña en realidad tenía una gran voz y no paraba de reírse cada que era mi turno, más tarde pasamos por un par de cafés fríos y charlamos sobre nuestras vidas mientras caminábamos por la noche. Toda la situación me hizo sentir muy cómoda y de cierto modo me dio una nueva experiencia. Kate era un persona muy agradable y la forma en la que me miraba era reconfortante, pero no pude evitar buscar a Wanda en los pequeños detalles, como el hecho de que prefiere evitar los lugares como los bares porque no siempre la dejan mantener una conversación agradable, o que le avergüenza cantar en voz alta, me confesó que solo lo hacía en la ducha cuando no había nadie en casa, o quizá que el café frío le parece un tanto raro ya que para ella la delicia de la bebida es su temperatura elevada para mantenerla caliente. Y al recordarla me hacía sentir mal con Kate, porque en realidad me agradaba y mucho, pero yo no podía etiquetar mi situación con ella porque no había puesto en orden la situación con Wanda, lo cual seguía siendo frustrante. Al final de la noche no pasó nada entre Kate y yo, la chica se despidió de mi de manera respetuosa y ambas concordamos en que habíamos pasado un gran rato, después de eso se marchó y al siguiente día nos tratamos con más confianza.

Suspiré y lancé mi chaqueta al sillón de Wanda, cuando caí en cuenta que había dejado unas cajas ahí. ¿Serían importantes? Supongo que si, las tenía con ella, además tenían un lindo decorado como para dejarlas aquí. Me levanté sin saber que hacer, ¿debería dárselas? De inmediato negué, esa sería una terrible idea porque nuevamente estaría invadiendo su espacio.

Miré las cajas de nuevo —Quizá sería muy mal detalle de mi parte si decido ignorar que las vi, ¿no? — hablé conmigo misma — Si... sería malo. Quizá si solo toco a su puerta, se las doy y me marcho, no sería invadir su espacio, ¿cierto? —

Tras unos minutos de completa indecisión tomé las cajas y me dirigí a mi auto. Era un plan sencillo; tocar la puerta, entregarle las cajas, sonreírle y despedirme. Sencillo.

Al llegar a casa de Wanda, me baje del auto y camine con precaución hasta su puerta, levante mi mano y me detuve un momento, ¿y que si abría la puerta su esposo? Sería lo mismo, ¿no? Solo tenía que seguir mis instrucciones porque claramente esta no era una excusa para verla de nuevo, solo era una entrega express. Me tranquilice y finalmente decidí tocar su puerta. Tras un par de segundo un pequeño niño abrió la puerta.

—Hola — habló el pequeño que si no recordaba mal el tenía que ser Billy.

—¡Hola! Soy T/N, ¿está tu mamá en casa? —

—¡Tommy avísale a mamá que la buscan! — el niño gritó desde la puerta y me miró de nuevo — ¡Wow! Me encanta tu camiseta, ¿conoces a Wallows? —

Miré mi camiseta y sonreí — Sí, son geniales, ¿te gustan? —

El niño asintió — Me encantan, son mi banda favorita, ¿lo has visto alguna vez? —

— Si, de hecho mi mejor amiga me llevo a un concierto de ellos hace un par de años y pude conocer a la banda, tengo algunas fotos –

—¡Wow! ¿Y son tan geniales como se ven en la pantalla? —

Yo me reí — Supongo que si, depende de que tan geniales los consideres —

—Billy, ¿Quién...?— Wanda se interrumpió al verme.

—¡Mamá, T/N es genial! Le gustan los Wallows —

Wanda acarició suavemente el cabello de Billy — ¿Por qué no vas a con tu hermano y me ayudan con la limonada? —

El niño sonrió — ¡Genial! — después se marchó.

—Hola de nuevo — bien, ya llevaba el primer paso.

— Hola — Wanda sonrió.

—Dejaste esto en tu oficina — le mostré las cajas que estaban bajo mi brazo — No sabía si eran importantes pero quise dártelas —

Wanda me miró con alivio — ¡Por Dios si! Las olvidé y cuando me di cuenta ya estaba llegando a casa. Muchísimas gracias T/N — la mujer tomó ambas cajas. Segundo paso completado.

Tercer paso en marcha. Le sonreí amable — No es nada — puse mis manos en mis bolsillos — Bueno supon...— una pequeña voz interrumpió el ultimo paso.

—¡Mamá! ¿T/N puede quedarse a cenar? Necesito que me cuente los detalles de cómo es Dylan Minnette — Billy corrió hacia la mujer.

—Cariño, yo... —

— ¡Por favor! ¿Sí? — Billy tomó la manga de Wanda y ella sonrió —

— T/N, ¿te gustaría quedarte a cenar? — Wanda me miró sonrojada — Entiendo si ya tienes planes con alguien más —

— Yo... — miré a Billy quien estaba emocionado con la idea — No quiero incomodarte Wanda —

La castaña negó — Para nada, es lo mínimo que puedo hacer después de tu entrega —

Yo me reí — Siendo así... me encantaría quedarme a cenar, muchas gracias —

La castaña sonrió y sacudió la cabeza — Discúlpame, pasa por favor —

Billy salió corriendo y yo me quedé junto a Wanda — ¿Estás segura de que no tienes problema con esto? — pregunté.

Wanda sonrió y tomó mi hombro de una forma gentil — En verdad, está bien, a menos que a ti te incomode —

Yo negué de inmediato, ambas caminamos hacia su cocina, era una casa muy linda, sumamente espaciosa y parecía acogedora, en su sala de estar había algunas figuras de acción y había distintos cuadros con fotografías de los gemelos en su mayoría, sin embargo pude ver una de los 4 juntos, decidí no prestar demasiado atención. Esto solo sería un cena entre compañeras, ¿cierto?

Teacher's Pet [Wanda Maximoff]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora