Total Madness (Farcus) [PAUSADA]

~4~

Las horas pasaron lentas, por lo menos para 8cho, mientras que yo solo podía pensar en esa voz grave que seguía tan presente como cuando la escuché.

Mire las cámaras, específicamente esa habitación de cámaras térmicas, analizando cada movimiento, intentando ver a través de ella para observar su rostro o escuchar sus susurros lastimeros.

Mi corazón aun latía fuertemente, pero mi cuerpo parecía dormido, pensando una y otra vez que fue ese sentimiento tan... familiar.

8cho se veía preocupado, pero no lo suficiente como para preguntarme, aunque ni yo podría darle la respuesta que busca, pues no sabía que ocurrió hace un rato.

Me sentía inconsciente, admirando algo que realmente no existe, intentando convencerme que esos sentimientos eran falsos, pero... 8cho sintió lo mismo, ¿no?

Quise dejar de preocuparme, pero solo no podía, mi mente recreaba como disco rayado cada una de las sensaciones que sentí en ese instante, creando una intriga que solo me mataba lentamente.

Llego la hora, era el momento de salir fuera y aunque me costara un poco, quería ir yo.

Mire a 8cho, sintiendo como si hubiera despertado de un trance profundo.

Conectó con mi mirada, mientras se inclinaba tanto en la silla que creía que iba a caer.

—Ya es hora, quiero tomar este turno si no te molesta.

Dejó de inclinarse bruscamente, haciendo un sonido sordo con la silla mientras que se apoyaba en esta, mirándome con unos ojos grandes.

—¿Quieres volver? ¿Estás loco? Deberíamos tener turnos, además te noto extraño, no quiero que te termines... obsesionando.

—¿Obsesionando? Que dices...

—Fargan, tu y yo sabemos muy bien que eres probable a... bueno, caer en algo y obsesionarte por ello.

—No hombre, solo quiero terminar mis turnos antes para tomar una siesta— Evidentemente mentí, si decía alguna otra cosa 8cho no me hubiera dejado salir.

Suspiró, acomodándose nuevamente en la silla para luego activar su radio, mirándome con desconfianza.

—No soy quien para decirte que no... Solo intenta que eso no pase, ¿De acuerdo?

—Tu tranquilo— Me levante de la silla, intentando parecer lo más relajado posible.

Era mejor si 8cho piensa que me gusta la adrenalina que querer hablar dos palabras con ese paciente.

Por alguna razón mi respiración se detuvo al tocar la puerta, como si los nervios me comieran a pesar de ya haber vivido la experiencia.

Antes de entrar a la sala tome mis cosas, active la radio y apunte con la linterna.

Sentí el mismo aire fresco, el pesado ambiente que solo pocas personas podrían aguantar durante mucho tiempo, no es una duda de porqué los pacientes lloraban y rogaban por salir.

Mis pasos hicieron eco al recorrer el primer piso, mientras el miedo se volvía cada vez más agobiante.

Mis nervios de punta que me advertían hasta del aire.

Subí las escaleras al saber que estaban en sus habitaciones, unos dormidos y otros haciendo ruidos.

Escuche mis pasos resonar con profundidad por los rincones de la sala, mientras mis piernas flaqueaban con nervios, al igual que sentía mi mano temblar.