-Lo que digas, un demonio como tu jamás podrá vencerme-
-Eres un maldito, lárgate de aquí si aprecias tu miserable vida-
-Tu no eres mi padre maldito imbécil, lárgate y nunca te vuelvas a acercar a mi madre o a mi familia-
-No me retes maldito demon...
Veríamos a un gokū durmiendo tranquilamente en su cama.
Este solo estaría en ropa interior, ya que este siempre dormía así y como era su habitación no le veía el problema de dormí así.
En ese momento los rayos del sol entrarían por la ventana, así estos le darían al pelinegro en el rostros, lo cual provocaria que este comenzará a despertar.
"Maldito sol" Pensaría gokū con fastidio.
-No te destruyo por que eres importante para este planeta- Diría gokū mientras esté se paraba.
Así veríamos su cuerpo bien formado, ya que por entrenar desde niño hasta casi morir por sus entrenamientos.
Este obtuvo un físico que todo chico de su edad y también hombres mayores envidiarian.
-Por lo que me dijo mi madre, hoy es mi primer día de clases en la academia kuoh- Diría el azabache mientras esté ponía su mano en su barbilla.
Pero este seria sacado de sus pensamientos, ya que la puerta de su habitación sería abierta y a su habitación entraría un chica rubia muy hermosa y con un cuerpo como el de su madre.
-Oye apurate, ya casi es hora de que vayas a la academia- Diría la chica con un sepillo de dientes en su boca viendo al son, pero con un sonrojo al ver el cuerpo del chico.
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-Toca antes de entrar, quieres mia- Diría gokū viendo fijamente a la chica, la cual solo voltearia a otro lado para que no notara su sonrojo.
En ese momento una mujer se pondría atrás de mia.
-Que están haciendo chicos- Preguntaría la mujer, la cual tenia un cuerpo muy voluptuoso.
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