"¿Quieres ser mi chava?"

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Memo tenía todo preparado, su plan era infalible, un pequeño ramo de flores, chocolates y un cartel hecho por las morras de los pulmones, aun les debía el dinero pero todo valdría la pena cuando su niño fresa aceptará su confesión, sabía que se había esforzado para conquistar al argentino y estaba seguro de que se metió aunque sea un poquito en el corazón del más bajo.

-gracias chucky, no se como pagarte que me acompañes a esto-le agradeció memo mientras caminaban por el campus buscando al niño fresa,que aun seguía en clases y no estaba enterado de la sorpresa que se llevaría saliendo a receso.

-No hay pedo bro, pero ¿estas seguro de que aceptará? osea, no digo que estes feo, pero si te trata bien culero aveces¿ no?-Lozano aún tenía sus dudas sobre la atracción que su cuate sentía por aquel niño fresa, le parecía que memo andaba de rogon y simplemente se estaba ridiculizado. "¡tonterías chucky! si no sabes al chile no le muevas" fue lo que una vez respondió el ruloso cuando le comentó lo mismo, empecinado en conquistar al argentino.

Memo lo sabía, tenía la confianza puesta en si mismo y ya había rezado nueve ave marías para que su amorcito le hiciera el paro, definitivamente, nada podía fallar, todo estaba a favor de nuestro querido naco.

...

-¡No mames quien es el pendejo de allá!

Al salir de su última clase, lionel escucho a un estudiante decir eso, junto con murmullos y algunos gritos emocionados. todos se volvieron locos, alcanzó a pensar hasta que vio un tumulto de gente, organizado en un círculo al rededor de algo o alguien que en ese momento no sabía quién era. "A lo mejor es uno de esos pelotudos que usan la presión social para declararse". Se acerco al circulo, por mera curiosidad, llevandose una desagradable sorpresa ¡era su pelotudo! declarándose a alguien que en ese momento no sabía quien era, pero que claramente le partiría la cara.

-¡Amorcito! ven, ven, te hice esto porque desde que llegué a la u haz sido el único niño lindo en mi corazón y... ¡ay!-en medio de su declaración, el moreno fue agarrado del brazo, alejandose cada vez mas de la multitud que lo miraba con ojos expectantes a lo que podría o no pasar, a el y al enano gruñón que lo estaba jalando ante las cámaras de celulares baratos y corrientes, como pensó leo.

Ambos estudiantes llegaron a un area apartada del campus, rodeada de naturaleza y pilares de mármol, donde el menor sentó bruscamente al moreno, dándole una mirada molesta y acusatoria. No creía que aquel naco podria caer mas bajo al hacer eso ¡usó la presión social para que el aceptará! algo demasiado ruin y sucio a su parecer. Ofendido en esos momentos, el argentino se dispuso a gritarle todas sus verdades a la cara, deteniéndose al instante por la imagen ante el: El ruloso, cabizbajo y algo decaído, ahí fue cuando reparó en las manos del moreno, traía un pequeño ramo de rosas y unos bombones, se le derrito el corazón, supo que no podía ser duro con el ante tal muestra de cariño, era un niño fresa, si, pero no un desalmado sin corazón.

-Memo, mírame. - se sentó al lado del mexicano, encarandolo seriamente.- ¿Eso era para mi?

-Si leo, ya sabes que me gustas un buen, que he estado tratando de conquistarte todo este tiempo, ya se que solo soy un pobreton, pero de verdad que lo intento, en serio. No me hagas sufrir así, dime si te gustó al menos un poquito, de lo contrario te lo prometo, me alejare, lo que menos quiero es incomodarte, pero tienes que saber que me traes loco, que no dejo de pensar en ti cada maldito segundo, y que daría todo por estar contigo, al menos como un amigo... - ante tal declaración el argentino estaba conmovido, podía sentir el delicado toque de las manos ajenas sobre las suyas y el ligero temblor que estas producían.

-Memo, si me gustas, que digo gustar, me encantas, siento lo mismo que tu, me atrevería a decir que mas...pero eso no te da el derecho de plantarte en medio del campus, para que todos vean lo que sucede entre los dos, si me quieres y buscas que tengamos algo, no era la forma, yo quiero que esto sea solo nuestro, algo íntimo, que podamos disfrutar sin miramientos, ¿Si? disfrutemos hasta que tus amigos pelotudos esten de chismosos y se enteren de esto- Finalizó leo, estrellando sus labios con los del otro, un contacto inesperado por parte del otro, pero no menos ansiado, sus manos recorrían el rostro del moreno repartiendo pequeñas caricias que llegaban a sus rizos, enterrando sus manos en estos como quiso hacerlo desde que aclaro sus sentimientos.

Por otro lado memo se sentía en el nirvana, siempre había deseado saber como se sentirian los labios del argentino en su tacto, esponjosos y sonrosados, era la verdadera gloria poder sentirlos al fin, de forma recíproca, poder sentir el cuerpo ajeno acercándose al suyo, hasta quedar pegados en un tierno abrazo, así es como quería estar memo por siempre, con leo abrazado a el, sus manos sobre su cuello y las propias sobre esa cintura definida que no tenía palabras para describir, lo tenía enamorado, todo de el lo tenía así.

-¡Uhhhh! ¡consigan un cuarto tortolos!-Grito una voz que memo supo reconocer inmediatamente... el chucky se las iba a pagar, y muy caro.

-No chingues cabron, deja de fastidiar, ¡te voy a partir la cara si no te largas ya mismo!- Enojado por la interrupción, el ruloso le grito a su amigo, viendo como se iba corriendo con una risilla y el celular en manos, que adivinaba, lo usó para sacarles fotos. - Estos pendejos siempre están molestando, en verdad leo, no sabes cuán feliz me hace que seas mi chavo, te daré dulcesitos, llevaré tu mochila, andaremos de la mano y...

-Callate ya naco baboso, besáme mejor- interrumpió el balbuceo del mas alto agarrando el cuello se su camisa y sellando una confesión no tan convencional, pero que sin dudas terminó como se esperaba.

Era oficial, el niño fresa había aceptado al naco, y todos, o por lo menos la mayoría, estaban felices de eso ¡al fin había llegado alguien que calmaria el genio de mierda que se llevaba el argentino! ah si, también estaban felices por la pareja, como sea ¡Que vivan los novios!.
   

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