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13 de noviembre. ¿Recuerdas esa fecha, te dice algo? Lo más seguro es que no. Déjame refrescarte un poco la memoria:
ése fue el día en que mi mente inocente e ingenua creyó que me pedirías ser tu novia.
Ése hubiese sido el mejor día de mi vida.

Por la mañana, en la escuela, me dijiste que tenías algo importante que decirme, y yo como estúpida dije "¿Quieres que nos veamos después de clases?". Quería que todo fuera perfecto; me puse el vestido que sabía que te encantaba, planché mi cabello para no tener el mismo desastre de siempre, y me puse tacones para estar un poco a tu altura.

Ojalá te hubiera dicho "Dímelo ahora" o algo así... para evitarnos el espectáculo de mentiras que armaste.

Me llevaste a un restaurante, ahí nos dimos nuestro último beso.

Te encargaste de destruirme de la forma más hermosa. Fuiste mi sueño hecho realidad y al mismo tiempo mi peor pesadilla.

Todos los detalles que me diste aquel día: Las flores, la cena... todo, fue por una sencilla razón.
Querías sentirte menos culpable de lo que estabas por decirme.
Jamás olvidaré tus palabras.

"Estoy saliendo con Shantall, April. Siento decírtelo de ésta forma pero no sabía cómo hacerlo... debemos dejar lo que sea que es esto."

¿En serio? ¿En serio fuiste capaz de decirme "lo que sea que es esto"?
No puedo pensar siquiera en cómo debía responder a eso. Mi mente colapsó al escuchar de tu boca esas palabras. ¿Recuerdas lo que te dije? Yo tengo vagos recuerdos.

Principalmente te di, de la forma más cortés, las flores que me regalaste y dije con voz clara y firme "toma, son tuyas. No las desperdicies en mí, dáselas a ella. Ve a su casa y dáselas. Espero que ella te llegue a querer de la forma en que yo te quiero. Sin rencores." Y me fui, te dejé ahí a mitad de la calle. No volteé ni una sola vez, Edivaldo.

Te mentí, dije "sin rencores" y sí te guardé rencor.
Hoy lo dejaré salir de mí, junto a ésta carta... al igual que ése día dejé salir mil y un lágrimas por ti.

Sólo me quedan dos palabras para ti en ésta carta...

Jódete, Edivaldo.

April.

Para olvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora