Prólogo.

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Podrá sonar iluso, tonto y estúpido por no decir otra cosa pero aún pienso en ti, Ed... Sé que nunca te podré entregar éstas cartas que he escrito para ti... primero, porque no tengo idea de dónde diablos te has metido, segundo porque no quiero que sepas que aún tienes éste poder sobre mí. Decías que me querías. ¿Dónde estás ahora? Si tan sólo te importara un poco, me atrevería a decirtelo... sin embargo, creo que me haz dejado bastante claro que no te intereso en lo absoluto. Ésto sólo es un poco de lo que he escrito para ti.

Hasta nunca, Ed... Con esto termina nuestro ciclo.



Historia narrada desde el punto de vista de April en cartas.

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Para olvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora