ੈ 🍂 ⃟⿻ XI

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Esta historia fue escrita con el propósito de entretener, por lo que no busca ofender a nadie.
Cualquier comentario que sea en busca de incómodar y/o criticar de manera destructiva, será eliminado.

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Desde la antigüedad, los dioses y seres mitológicos han sido un gran tema de conversación y controversia, temas que con el tiempo han formado religiones y cultos en busca de sujetarse a algo que los haga sentir seguros, pero nadie podía terminar de creer en su totalidad de ellos no fue hasta que empezaron a ver fanáticos religiosos, aquellos que se creían los conocedores de la verdad absoluta engañando a quienes que tenían fe y buscaban una pequeña entonces aquellos seres que habían abandonado a la humanidad volvieron, pero ¿Por qué volver ahora después de tanto tiempo?

La respuesta era sencilla y esa era el aburrimiento acompañado de las ganas de divertirse, varios Dioses empezaron a crear y tirar imperios, implantar el miedo a quienes pasaban hacerles frente, comenzando nuevamente un reinado que superaba las capacidades humanas y aplicando lo mismo que todo humano haría por necesidad o avaricia, usar a los más débiles, dejando una esperanza falsa, prometiendo un lugar futuro al cielo solo para poder hacer más interesante su juego.
Poco tiempo fue el que pasó antes de que los Dioses empezarán a discutir por territorio y a presumir sus grandezas todo para ver quién era mejor volviéndolos egoístas, todo volvía a ser un caos de no ser porque un Dios singular y con la mente retorcida propondría una solución.

El multiverso; un universo para cada Dios o grupo de Dioses, el trato era que se cuidara de dicho universo que se les fuera dado y así, al concluir cada cierto tiempo, todos los dioses mostrarían sus creaciones y avances, avances que los Dioses de Karmaland estaban odiando, estresados por haber aceptado un trato de aquel Dios sonriente quien al final, solo quería arruinar cada universo existente.

Alexby fue elegido para portar la voz de los Dioses, ser aquel que junto a Merlon y Sapopeta fueran los únicos en tener un contacto más cercanos, más a diferencia de estos dos últimos, el joven héroe no era tan tomado en cuenta por ellos por lo que en forma desesperada de obtener un llamado de aquellos seres omnipresentes, se aseguró de orar todas las mañanas, dar la misa asignada los domingos y escuchar a todos los habitantes que buscaban un perdón, pero eso lo hacía sentir fatal.
¿Cómo iba a conceder un perdón que ni siquiera el sabía si lo tenía?

¿Era acaso todo una mentira? Las noches siempre eran un martirio para el joven, quien con un vacío en el pecho, volvía a rezar a seres que parecían haberse olvidado de él, como si de un juguete se tratase, pero está vez parecía ser diferente, justo cuando el joven iba a dormir la puerta principal de su hogar fue tocada tres veces.

—¿Pero quién puede tocar a estas horas? Y más con este frío chaval.

Hablaría para si mismo el joven quien abriría la puerta para buscar al causante de aquel ruido, más lo único que encontró fue un libro firmado por los dioses, al ver esto un pequeño sentimiento de emoción se implantó en su cuerpo y rápidamente cerró la puerta para dirigirse a su habitación y sentarse en el pequeño escritorio que había colocado, más al abrir el libro y empezar a leer su contenido el sentimiento de preocupación y confusión se empezaron a apoderar de él.

“Querido Alexby, debido a los recientes eventos que han ocurrido en Karmaland hemos notado que nuestra comunicación se ha roto bastante.

Por ello queremos retomarla dándote una misión que requiere de total discreción y confidencialidad, por lo que creemos que tú eres el adecuado para esta misión de alta importancia.
Cómo podrás recordar el héroe Quackity ha tenido cambios de humor drásticos, que lo ha llevado a actuar de forma inmadura y tememos que pueda resultar un peligro para Karmaland, por lo que queremos que lo vigiles, pero tranquilo joven guerrero que no estarás sólo.

Hemos contactado con familiares del joven Quackity quienes te ayudarán con dicha misión, estarán en el pueblo dentro de dos días, por lo que solicitamos tu presencia para recibirlos, recuerda que está misión solo será entre ustedes tres, no puede decirle a nadie más.

Confiandole está misión, le deseamos una buena noche.

ATTE: Los Dioses de Karmaland.”

—¿Qué has hecho Quackity?

Fue está la última frase que salió de su boca antes de irse a dormir con una pequeña sensación de incomodidad y preocupación por el héroe menor.

Por otro lado, el héroe de cabellera negra y hermosas alas yacía acostado en el sofá, se había quedado dormido dos horas después de su pelea con su amigo, pelea de la cuál se arrepentía profundamente y ahora se encontraba en un profundo sueño producto del cansancio emocional que todo el asunto había provocado.

En la mente del pequeño héroe, todo parecía estar tranquilo de no ser por el chico de Slime, el cual se había presentado como Charlie y aparecía constantemente en sus sueños.
Ambos chicos se encontrarían sentados en alguna parte de aquel estación en blanco, con el de ojos esmeralda recargado en el hombro ajeno mientras escuchaba el día del pelinegro.

—Entonces ¿me estás diciendo que fuiste un Idiota, Quackity From Las Nevadas?

—En primer lugar no soy “Quackity From Las Nevadas” y en segundo lugar, es muy grosero llamar "idiota" a las personas, pero si... Por mi culpa tal vez ahora Rubius me odia, no debí de haber dicho eso, me eh vuelto a quedar solo.

El joven héroe suspiraría con cansancio recibiendo un abrazo del chico de Slime como una forma de calmarlo.

—Ánimo Quackity From Las Nevadas, no estás solo me tienes a mí y a Cochi y Beni... ¿Quienes son Cochi y Beni?— La confusión se mostraría en el rostro de Charlie al mencionar aquellos nombres de personas que desconocía y podría jurar jamás haber visto.

—Pero que dices Charlie, si Cochi y Beni son...mis primos, tu te deberías de acordar de ellos, ¿cierto?

El tema dejo de ser tocado por ambos chicos quienes no podían hacer memoria de los nombres que se habían mencionado anteriormente.

—¿En verdad crees que sea esto buena idea?—la voz de una mujer sonaría con preocupación, sintiendose culpable de todas las decisiones y acciones que estaban tomando solo por el bien de una apuesta.

—No tenemos otra opción Yuli y lo sabes, ahora ve a preparar las cosas, nada puede salir mal.— contestaría una voz masculina con cierta irritación al ser cuestionado de su decisión.

Porque a los Dioses les quedaban muchas cartas pero alguien los hacía sentir desesperados.

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¿Y bien? ¿Qué les pareció?

Se vienen cositas, estén muy atentos a todo que luego se pierden como yo.

Esperó que les haya gustado el capítulo de hoy, estoy cambiando unas cosas respecto a mi escritura pero creo serán temporales, lo veré con el tiempo.

¡Muchas gracias por llegar hasta aquí!
No olvides comentar y votar, me ayuda bastante a saber tu opinión y el apoyo que tiene la historia.

¡Los amo!
Karl♡

Cansado || Quackity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora