CAPITULO V NO TE VAYAS

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-Duxo, ¿puedes venir un momento porfavor?- de nuevo nos encontramos con nuestro querido protagonista, esta vez con una adorable escena que por poco se podría catalogar como romántica... aunque no mucho.

-Aquino me llegas al pincho- Decía Duxo mientras se dirigía hacia Aquino con una bandeja en una de sus manos y un vaso con jugo de naranja en la otra, la bandeja contenía dos platos ambos con panqueques en ellos y algunas bayas que Duxo había encontrado en el bosque - ¿Qué necesitas?- Decía para luego colocar uno de los platos en una mesita que estaba al lado de Aquino.

-Solo quiero tenerte cerca mio- Al decir estas palabras las mejillas de el castaño estallaron en un hermoso color carmín suave, todo mientras intentaba hallar una excusa para la cursilería que había dicho- y-yo no me refería a eso, digo c-claro que me gusta pasar tiempo contigo pero no de una manera romántica ni nada yo...yo YO!- Duxo miró el comportamiento de Aquino expectante, dejó el plato que le correspondía junto al de Aquino y se dispuso a calmar la situación con sus palabras, no sin antes salirsele alguna que otra pequeña risa .

- Ey  tranquilo, entendí a lo que te referías, no hace falta entrar en pánico- En una acción que sorprendió a Aquino, el más bajo abrazó a este, obviamente con el cuidado y la dulzura que necesitaba, cuidando no lastimarlo en el proceso - también me gusta tenerte a mi lado- dijo en un susurro que lastimosamente Aquino no logró escuchar.

Antes de que Aquino pudiese decir una palabra Duxo se solto del lindo abrazo que habia formado-nada demasiado importante, no te preocupes- a pesar de no ser escuchado, Duxo miraba cálidamente a Aquino, y lo único que el podía hacer era derretirse por esos hermosos ojos amatista que lo miraban únicamente a el, no es que estuviera enamorado ni nada, solo era que Duxo le parecía realmente lindo, eso era algo normal ¿no?, pensar que alguien es lindo sin sentir realmente algo, sin sentir amor...¿verdad?

Algunos días pasaron, estos dos se conocían mutuamente a mayor profundidad dándose cuenta enseguida que tenían más en común de lo que ellos pensaban, descubrieron que a ambos les encantaban la lectura, por esto de vez en cuando compartían pequeños momentos juntos en la noche leyendo cada uno de los libros que Duxo poseía en una pequeña biblioteca dentro de casa.
Al transcurrir el tiempo el ala de Aquino finalmente se curó, no sólo por los cuidados especiales de Duxo, era más que todo al poder del amor, es broma, los dragones tenían una buena capacidad de curación y Aquino al ser uno de ellos era obvio que también tendría esta curiosa capacidad.

Todo iba perfecto para estos dos, en especial para Aquino, tal vez conocer a Duxo no era lo que realmente habría esperado, pero no se arrepentía en absoluto, el encontrarse con alguien que atesoraría el resto de su vida, alguien con quien desearía pasar sus últimos suspiros de vida, alguien con quien  ser libre, era algo que Aquino tenía y estaba muy agradecido de tenerlo.

Pero mientras estos dos rollos de canela pasaban tiempo entre ellos descubriendo nuevos sentimientos que ellos no pensaban poder sentir....La búsqueda continuaba, los soldados habían encontrado una nueva pista, esta era una gran roca que obviamente no debería estar ahí, en ella pudieron observar algo de sangre, a lo que la madre del joven dragón rebelde deseaba con todo su corazón que este estuviera bien o que por lo menos su vida no corriera peligro.

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Aquino estaba a punto de salir de la pequeña casa en la que se había encontrado todos estos días, en la casa que estaba conviviendo con su... un ruido afuera de ella lo alertó, se escuchaban varios pasos dirigirse hacia su persona rápidamente, teniendo mucho cuidado de no hacer demasiado ruido Aquino se acercó a la ventana que daba a afuera, deseando que no fuera lo que pensaba, observó finalmente el exterior, pero me duele decirles que " no siempre recibimos lo que queremos " era exactamente lo que menos quería Aquino en su vida, se trataba de los soldados de su padre, se congeló por un momento mientras estos seguían avanzando, quería actuar,pero, algunos pensamientos intensivos invadían su cabeza, y si le hacían algo a el o peor, Y SI LE HACÍAN ALGO A DUXO,A SU DUXO. Al pensar eso decidió por fin salir de su trance y actuar inmediatamente, el pelinegro se encontraba leyendo tranquilamente en la sala hasta que de repente un Aquino con pánico evidente se puso enfrente de el y sin decir una sola palabra agarró su muñeca y lo llevó hasta la puerta trasera, Duxo se resistía a ser llevado antes de una explicación, por tal razón el castaño no tuvo más remedio que cargarlo.

◇ ♡AQUINO♡  ◇

Duxo se resistía a ser llevado afuera, por esto tuve que cargarlo en mis hombros como saco de papas ,este a pesar de cargarlo se seguía moviendo poniendo resistencia, me alejé un poco de la casa para evitar que los guardias nos atraparan y finalmente lo bajé de mis hombros.

-¡Oye que te pasa!- de inmediato tapo con una de mis manos la boca de Duxo causando a mi desgracia que este se enojara aún mas de lo que ya estaba.

- oye cállate no hagas ruido que nos descubrirán- Todo se acabó, tenía que hablarle a Duxo sobre lo que estaba viviendo, no podía seguir sintiéndome.

-Acaso que hiciste!- volví a tapar su boca esta vez teniendo más cuidado- oye ya bastaa, deja de hacer eso-.

-Bien te explico rápido- no estaba del todo seguro pero sabía que debía rebelarle realmente quien era- la verdad es que no soy lo que tu piensas-

-Eres un bandido-

-No-

- Un preso que escapó de prisión-

-NO! ¿me dejas hablar?, la verdad es que soy parte de la realeza, soy un príncipe, y me escapé de casa, al parecer mi padre se dió cuenta y mandó un ejército de soldados a recuperarme- finalmente solté, esperaba que este momento no llegará nunca, pero no podía seguir mintiendole a Duxo- Ahora estas metido en esto, lo siento mucho-

- Espera, a ver si entendí, has puesto mi vida en peligro, me están persiguiendo a mi también, porque no querías vivir la vida de rico que tienes, no querías todo el lujo que tenías... wow, y eso no es lo peor, me mentiste... realmente creí en ti y terminaste siendo una farsa-

-No es tan simple, no tenía libertad, toda mi vida estaba planeada y no podía hacer nada que yo quisiera-

-sabes que, no quiero escucharte, no quiero hablar con un mentiroso, eres un dragón después de todo, las criaturas más hostiles y mentirosas, tal y como me lo imaginé-

-Oye no soy así y lo sabes- Todo se derrumbó, finalmente perdí lo que más quería.

-Que te calles, no quiero escuchar una palabras más de tu parte, ahora por tu culpa estoy a atrapado en quien sabe que cosa.
Si me lo permites, me voy -

Al terminar de hablar, el abrió sus alas y voló lejos de mi, no lo detuve, necesitaba algo de tiempo a solas para procesar todo lo que le dije, me escondía para no ser visto por lo soldados.

Duxo regresará, al menos eso esperaba.

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1230 palabras.





Aleteo De Mariposa (Duxino) PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora