capitulo 7

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DOMENICO LOMBARDI.

—prueba estas galletas las hicimos con mucho amor.

—¿alessia ayudo?

—sí ella es un amor de persona, hasta podría decirse que mejor que cualquier otra que me hayas traido.

—mamá por favor no empieces...

—sólo quiero pedirte algo...

—¿qué? —muerdo una galleta—

—que Alessia pueda tener su propio teléfono.

—¿estas bromeando verdad?. —me río—

—por favor hijo, la chica esta aburrida dale algún teléfono para que pueda divertirse con esas redes sociales o lo que sea.

—mamá no puedo confiarle un celular a alessia.

—hijo, no seas así y dale algo de diversión a la chica.

—mamá le doy diversión en las noches eso debería de ser suficiente para ella.

—asqueroso, cómo puedes decirme estás cosas a mi que soy tu madre no necesito saber tus cosas..

—bien, veré que hago..

—¿en serio?

—sí mamá pero no te prometo nada, debo de preparar un celular especial para ella, no puedo confiarle uno tranquilamente conociéndola.

—sólo hazlo, es una buena chica.

Asentí y seguir comiendo las galletitas, mamá era la mejor, pero alessia también tenía dotes culinarios y no sabía mal.

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—fierecilla le estuviste pidiendo cosas a mi mamá. —niego riendo—

—estoy aburrida, ya nose que hacer en esta estupida casa. —sé tira en la cama—

—shh, ahora no estarás más
aburrida.—me lanzo a sus labios—

—yo..no...—intenta empujarme—

Oh no fierecilla esta noche seras mía.

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ALESSIA COLMAN.

deboro mis labios con muchas ganas, no podía creer que estaba volviendo a caer en sus manos.

—tus labios son tan adictivos fierecilla podría estar horas besandolo, pero hay otra cosa más adictiva y ese es tu coño jugoso.

Cerré mis ojos unos momentos tratando de no exitarme con sus palabras pero era imposible me estaba gustando su boca sucia.

En un movimiento rapido rompió toda mi ropa.

— a este paso me dejaras completamente sin ropa que ponerme.

—mucho mejor siempre estarás disponible para mi disfrute.

Baja sus besos hasta mis pezones erectos, comenzó su tortura con el izquierdo chupando y dando mordidas, paso al lado derecho para darle la misma atención.

—carajo.

—amo tus tetas nena, son bien grandes.

Se posó entre mis piernas separandolas antes de comenzar una tortura con su lengua en mi clítoris.

Tire mi cabeza hacía atrás disfrutando de las sensaciones que provocaba en mi cuerpo.

—me encanta tu maldito coño jugoso alessia.

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