Capítulo 9

5 2 0
                                    

Capítulo 9: No cualquier Luca Peter.

Hay algunas canciones que terminan marcándote de por vida, que te acompañan en cada actividad diaria y que acaban por hacerte enloquecer en algún punto; sin embargo, parece que a Kai no la enloquecen sus propias rutinas.

Desde el dos mil dieciséis estuvo cantando sin parar el soundtrack de una de esas películas extrañas que produce el estudio Ghibli; la reproduce en su oficina, la canta cuando estamos en el auto y la repite en cada lista de reproducción que ella es encargada de organizar; aun así, Kai no estaba cantándola justo ahora.

De sus labios no salía ningún tarareo, solo vómito verbal sobre su incesante búsqueda por Luca; estaba siendo tan increíblemente fastidiosa que admití a mis adentros que extrañaba su canción.

Dios, ¿Por qué no ha vuelto a cantarla?

—¿Crees que Jessica tenga razón?

Volteo y miro su cara con la intención de hallar una respuesta a su pregunta. Está hablando sobre Luca, de nuevo.

—Casi siempre la tiene —respondo, sin dejar de lado mi tarea de dejar platos de plástico sobre cada una de las mesas.

Vamos Aura, no le des mucha atención o podrías terminar en un centro psiquiátrico. Plato, mesa. Plato, mesa. Plato...

—Es que no lo sé. Tal vez Luca no forma parte de esa élite de millonarios raros, quizás solo es amigo de Leonardo —hace una mueca de asco— Si Santori y Leonardo son amigos de Luca... ¿Significa que Luca es como ellos? Iugh.

Río ante su expresión asqueada e imagino la situación que plantea: un Infiel, un narcisista y un mujeriego maleducado. Qué miedo.

—¿Qué te parece si nos olvidamos de ellos por un día? —propongo— Esta es nuestra primera fiesta de despedida en la empresa, deberíamos disfrutarla al máximo... en serio, no tengo ganas de hablar de hombres.

Dejo el resto de platos sobre una de las mesas más grandes y miro a mi amiga esperando algún indicio de respuesta; sin embargo, ella solo ignora mi comentario y se esfuerza por seguir enfrascada en la búsqueda de Luca por las redes sociales.

Ok, ni siquiera me está escuchando.

Imagino que para Kai esto es como una busqueda del tesoro, en la que tanto ella como nosotras deberíamos seguir unas inexistentes pistas hasta encontrar su objetivo de ojos azules como el mar, o lo que sea que haya dicho antes.

—¡Dame eso! —exclama Jess, quitándole el teléfono y guardándolo en uno de los bolsillos de su pantalón de chándal— En mi viñedo está prohibido el uso de celulares.

Amo el énfasis de ''mi viñedo'', estoy tan orgullosa.

—¿Qué? ¿Desde cuándo?

—Desde que uno de los empleados divulgó fotos de nuestros nuevos productos, así que... Déjalo fluir Kai, ya verás que conseguiremos a ese tal Luca muy pronto.

Las mentiras de Jessica son tan obvias, que me preocupa que en medio de su obsesión, Kai no lo haya notado. Sonrío y continúo mi camino hacia las mesas faltantes, en serio está loca por encontrar a ese hombre.

Este día convocamos a todos los empleados de Vega Architects a un corto día de campo, con el motivo de despedirnos de ellos y obtener suerte para la semana de negociaciones del proyecto Costa Marina.

El viaje en avión tarda aproximadamente ocho horas, eso significa, que el lunes en la mañana nos encontraremos pisando tierras italianas. Lo admito, tengo miedo de volver a casa.

A metros de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora