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–Bien, necesito que todos se sienten en los respectivos lugares–

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–Bien, necesito que todos se sienten en los respectivos lugares–

El anciano era el que iba a dirigir la boda de ambos chicos. Después de todo, el padre que estaba en esa iglesia la abandono sin vuelta atrás depués de ver a muertos caminando por todo el pueblo.

Jungkook y Taehyung estaban parados en frente a la mesa que traía vestido un mantel blanco, encima de este estaba el vino y las dos copas.

Ambos estaban nerviosos, por fin se iban a casar. Tal vez Jungkook había esperado toda la vida para casarse con Jimin, pero seguramente el estaba en su luna de miel con el tal Hwang Hyun-jin.

–Bueno, estamos reunidos hoy para unir a este hombre y a este cadáver en matrimonio–

En el inicio de la capilla llegaba un chico rubio de traje blanco presenciando la boda de su amado.

–¿Jungkook?– preguntó no tan alto pero si en un tono suficiente alto como para que un esqueleto de los de la última fila lo callara.

Jimin avanzó a un pilar cerca de los novios.

–Ahora los votos. El mortal primero– anunció moviendo su cabeza a su dirección.

–Con esta mano, yo sonstendré tus anhelos– alzó su mano derecha en el aire. Taehyung reconoció esos votos. Eran los mismo que Jungkook le iba a decir a Jimin pero que le terminó diciendole a el. Eso movió el corazón del peliazul.

–Tu copa nunca estará vacia...– bajó su mano derecha a la copa vacia para levantar a la misma. –Porque yo seré tu vino– sentenció con una sonrisa de un lado.

–Ahora tu querido– el anciano dirigió su mirada a el peliazul.

Conectaron miradas Jungkook y Taehyung, quedando y dejando en silencio a toda la iglesia. Sus miradas eran perfectamente entendidas por todos los espectadores.

–Con esta mano, yo sostendré tus anhelos– se dispusó a hablar por fin.

Tomó el vino de la muerte para levantarlo frente a el. –Tu copa nunca estará vacía porque yo seré...–  al mismo tiempo que servía el vino en su copa plateada.

Taehyung detuvo sus votos porque detrás de Jungkook, había conectado su mirada con ese chico de vista asustada y linda cara con cabellera rubia. Se le detuvo la respiración, el rubio estaba perfectamente oculto en un pilar de la iglesia.

–Yo seré...– trato de seguir pero en seguida se detuvo. Un nudo en su garganta se empezaba a formar impidiéndole el paso a las palabras.

–¿Si?...– quisó ayudarle pero en la mirada del menor se encontraba el miedo.

–Continúa querido– alentó el anciano.

–Tu copa, nunca estará vacía...– con cada palabra que le salía se le atoraba el aire en la garganta.

–Porque yo...– estaba al borde del llanto, esa mirada asustada de Taehyung había preocupado a el mayor.

–Yo seré tu vino– acompletó el azabache ayudando a su prometido.

Jungkook ya se había empinado la copa con el vino que lo llevaría a la muerte, pero Taehyung interpuso su mano esqueletica entre sus labios y el filo de la copa.

Jungkook lo miró con confusión. Era todo lo que Taehyung quería, ¿Porque cambio de opinión?.

–Ya lo esta dudando– susurró un esqueleto que se encontraba sentado en la segunda fila.

–No puedo– anunció por fin a nada de llorar frente a todos.

–¿Qué sucede?– preguntó girando su cabeza a su derecha pero, nuevamente, fue detenida por la mano del novio regresando su cabeza a su posición original.

–No es correcto– su voz estaba rota, pero aún no derramaba ni una lágrima, solo sus ojos cristalizados que avisaban con derramar su contenido.

–Estuve comprometido, pero me robaron mis sueños– pausó tristemente con un nudo en la garganta. –Y ahora...– cerró sus ojos para después abrirlos pero ya no estaba su mirada conectada con la otra. –Se los estoy robando a alguien más–

–Te amo Jungkook... pero no eres mío– quitó su mano de su mejilla para direccionarla a el rubio que se había permanecido en silencio detrás de ese pilar.

Jungkook llevó su mirada a dondé el brazo le indicaba para encontrar a su amor asustado.

–¿Jimin?– el nombrado salió de su escondite para acercarse lentamente a su Jungkook.

Toda la iglesia quedó sorprendida, excepto Taehyung, el ya sabía que el no era para Jungkook.

Le extendió la mano a el rubio y el contrario la tomo sin dudar. Acto seguido, Taehyung entregó la mano viva a el cuerpo de Jungkook y el la tomo con mucha nostalgia.

Ambos sonrieron tan amorosamente. Por fin se encontraron y ahora si estarían juntos hasta la eternidad.

O eso pensaban los tres.

Eso es todo por hoy mis gominolas lindas

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Eso es todo por hoy mis gominolas lindas. Si llegamos a los 5 likes, subo el próximo último capítulo de la historia hoy mismo. Si no, pueden esperar hasta mañana. Ustedes deciden.

Gracias por acompañarme en esta historia, no es la mejor pero agradezco que la hayan elegido para leerla y eso lo agradezco infinitamente. Al final publicare un epílogo, espero les haya gustado la historia.

Nos vemos luego mis gominolas lindas.

CignoBianco_8

El cadáver del novio //KookV//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora