"𝐍𝐨𝐯𝐞𝐧𝐨 𝐏é𝐭𝐚𝐥𝐨"

57 4 0
                                    

⋘ ᴇᴠᴏʟᴜᴄɪᴏɴᴀɴᴅᴏ... ⋙

➳༻❀✿❀༺➳

-- Dime, ¿eres homosexual? -- Preguntó con un tono molestó. Expectante a los gestos hechos por Sana, pues quería asegurarse de que la respuesta fuera verdadera.

-- S-Si.-- La respuesta de Sana había sido un factor que muy pronto desencadenaría un sin fin de agresiones por parte de la chica.

Azotó el rostro de Sana contra uno de los espejos del baños. El golpe provocó que la vista de la Japonesa se nublara y sangre corriera de su nariz.

-- ¿Cómo te puedo sacar lo enfermita, eh? -- Pronunció con cierta repugnancia, le desagradaba demasiado Sana.

-- Por favor...Déjame en paz, jamás te he hecho algo.-- Rogó Sana al borde de las lágrimas, no entendía a qué se debía tanta violencia.

-- Eres repugnante.

Sana no entendía por qué estába siendo tratada así.

A pesar de tener atracción hacía las chicas, no era ninguna tipo de pervertida o algo parecido.

Tenía catorce años, era una niña de buenos modales, calificaciones altas y muy respetuosa, jamás trató mal a alguién cómo para merecer tal trato.

-- ¿Por qué eres tan cruel conmigo? -- Preguntó sollozando, presa del temor y confusión que la chica la hacía sentir.

-- Porque las escorias como tú me dan asco...-- Escupió el rostro de Sana, le parecía miserable el hecho de que la Japonesa fuera tan inútil.

La chica tomó a Sana por el cabello y a jalones la llevó hasta a uno de los excusado. Sin piedad comenzó a sumegir la cabeza de Sana una y otra vez en el agua, por suerte limpia, pero no dejaba de ser repugnante.

-- Toma ésto como una advertencia, ¡no queremos a enfermitas en ésta secundaria!, ¿oíste? -- Mientras hablaba sumergía la cabeza de Sana más al fondo y sin cuidado.

...

Escuchaba esas palabras llenas de rabia y odio las cuales dañaban su interior. No entendía cómo personas podían ser tan crueles y malas con otras, solo por el simple hecho de ser "diferentes".

La odiaban sin motivos propios.

Sana estába al borde de perder por completo la respiración, llevaba un tiempo sumergida y aún no sacaba su cabeza del excusado, sintió que la chica quería ahogarla.

Bruscamente fue sacada del agua y comenzó a tocer e intentar recuperar el aliento.

-- Ésto no ha acabado...-- Le susurró al oído.

La chica volvió a tomar a Sana por el cabello y se la llevó fuera de los baños, arrastrandola hasta el gimnasio.

Ahí, esperándolas estaban la mayoría de los compañeros de salón de Sana y otra parte de la secundaria estába netamente para observar.

-- ¡Miren quien llegó! -- La señalaron tal y como un bicho feo.

-- ¡La enfermita!, pero no te preocupes Sana te sacaremos esa enfermedad a golpes.-- Uno de los varones cerca le aseguró muy confiado.

-- Después de esto te sentirás mejor y serás normal.-- Le dijo con una expresión muy segura la chica.

Todos los compañeros comenzaron a golpear y patear a Sana al mismo tiempo. Le proporcionaban golpes con palos y piedras que habían recogido por los alrededores.

𝐔́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐨 𝐏𝐞́𝐭𝐚𝐥𝐨 ˢᵃᵗᶻᵘ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora