𝐔́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐨 𝐏𝐞́𝐭𝐚𝐥𝐨 ˢᵃᵗᶻᵘ

"𝐓𝐞𝐫𝐜𝐞𝐫 𝐏é𝐭𝐚𝐥𝐨"

⋘ ǫᴜᴇʀᴇʀ ᴍᴏʀɪʀ... ⋙

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Ya ha pasado una semana y media de que me internaron en el Hospital y realmente no me siento tan bien como creí, comienzo a aburrirme del tratamientos y de consumir tantos medicamentos al día, es agotador.

Mi amada Sana, me ha estado visitando día tras día, se ve cansada y despitada. Mis palabras y mi estado la lastiman mucho, pero quiero que se preparé para el día en el que ya no esté yo.

-- Otro pétalo más...-- Susurré y una ligera sonrisa se formó en mis labios.

-- ¿P-Por qué me haces ésto? -- Preguntó dolida Sana.

-- ¿A qué te refieres cariño? -- Voltie a verla a los ojos, quería prestar atención a sus palabras.

-- E-Es cómo...-- Pausó con temor -- Es cómo si quisieras morir...-- Pronunció con dificultad, le era difícil pensar y creer algo así, temía que Tzuyu pensará de esa manera.

-- Porque eso es lo que quiero Sana...-- Solté, y cerré mis ojos lentamente, vi en lo más profundo de los suyos el daño que acababa de hacer.

Cuanto me odio por decir eso.

Ella no puede comprender el dolor que yo siento en éstos momentos, por más que me esfuerce en evadirlo no es nada fácil.

...

-- Eres tan egoísta...-- Soltó entre dientes, con esa acción dejó en claro cuan enfadada estába.

-- ¿Disculpa? -- No comprendí lo que había dicho.

-- ¡Dije que eres egoísta! Deseando morir para dejarme sola en esté maldito infierno, ¿¡acaso no piensas en todo lo que alguna vez vivimos!? -- Encaró molesta, señalandola con su dedo índice -- O es qué...¿Ya no me amas?...-- Dijo ésto último con un tono más pausado y neutro pues temía de lo que dijiera la alta.

-- Lo sabes más que nadie, no podemos cambiar nuestro destino, lo siento Sana, pero debes aceptar que ésta es nuestra realidad...

Sana salió corriendo de la habitación entre lágrimas, una lágrima se deslizó por mi mejilla y rápidamente volví a mirar por la ventana. Hacer ésto me sacaba un poco de la realidad en la que estoy.

-- Otro más...

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Sana salió del Hospital. Ya no podía más, no quería y no podía verla a la cara, no quería oírla decir esa estúpidas palabras, no lo soportaría.

Se sentó en unas de las bancas del parque, estába dolida, nada de lo que estába pasando era justo y eso la hacía entrar en desesperación, porque no podía manejar la situación como alguna vez lo hizó.

Ésto se salía de sus manos...

-- Hola...

Una pequeña niña se había acercado a ella y había tomado asiento en el espacio vacío que quedaba en la banca.

-- Hola...-- Respondió Sana intentando calmar su llanto, limpiando su rostro.

-- ¿Por qué estás llorando? -- Preguntó ingenua y curiosa la pequeña.

-- Es complicado...-- Sana creía que algo cómo lo estába pasando no podría ser entendible para una pequeña niña cómo ella.

-- ¿Tú tienes Padres? -- Preguntó la inocente, no deseaba causarle molestias a Sana, ella simplemente quería saber.

La pregunta sacó por completo a Sana de sus pensamientos, no era una mal intencionada, pero si que era extraño ya que después de todo aquella niña ni siquiera pasaba de los siete años.