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ㅤ18 de Diciembre del 2022.

—Damas y Caballeros.. ¡ARGENTINA ES CAMPEÓN DEL MUNDO!— La voz peculiar del locutor "De Paoli" se hacía presente por los altavoces del estadio Lusail situado en Qatar. La multitud de fanáticos del albiceleste saltaban, gritaban y lloraban después de aquella gran actuación en el penúltimo penal que fue protagonizado por Montiel dando lugar a la victoria de la república.

Mientras que el equipo europeo se retiraba del predio cabizbajo, los demás jugadores de aquella selección festejaban aún incrédulos por todo lo que habían logrado. En los ojos de cada uno brotaban las lágrimas que caían cómo cascadas y se dibujaba en su rostro esas sonrisas de oreja a oreja que los caracterizaban después de cualquier partido.

—Lo lograron, Papá.— Dijo en un fuerte abrazo la castaña que protagonizaría esta historia, aún anonada y con sus mejillas paspadas de tanto llorar.

—No hija.— Respondio Aimar observando a toda la hinchada festejar por el triunfo que se le venía arrebatando a Argentina desde hace 36 años. —Todos lo logramos.

Todo el cuerpo técnico se encontraba abrazado mirando a ese equipo, o más bien, esa familia que había conformado Lionel Scaloni a partir de esos dos años. Nadie podía dejar de llorar ni de celebrar el triunfo que Dios les había concebido, a pesar de todo aquel sufrimiento por el que habían pasado y aquella insignificante derrota contra Arabia Saudita en el debut de la Argentina.

La castaña miraba con ojos brillosos a cada hombre que conformaba la selección, orgullosa por todo lo que eran y lo que seguirían siendo, viendo aquel sacrificio que muy pronto les fue recompenzado. Nunca lo diría, pero aquella emoción que tenia por esos 26 chicos que estaban en la cancha la hacían tener más aliento a seguir con su trabajo de DT, a pesar de no sentirse lo suficientemente capaz por ser simplemente la suplencia de una estrella que hoy por hoy, ya no estaba.

(...)

La entrega de reconocimientos y medallas a cada jugador transcurrió normal. Se les había otorgado el permiso a los familiares de cada uno en bajar hasta el predio para poder saludar al dichoso jugador que conformaba o habitaba su hogar. Todos estaban felices, cada quien con sus hijos, sus padres, hermanos, tíos e inclusive alguna que otra mascota.

Mientras que por otro lado algunos de los jugadores seguían festejando cantando con la hinchada cerca del alambrado que los distanciaba. Daban cánticos cómo el "Queremos ser campeón mundial" o "Dale Campeón" que tanto caracterizaba a la albiceleste.

Un hermoso recuerdo que les iba a quedar en la historia.

La noche se había alivianado luego de todo aquel estrés que habían pasado. Aún así la alegría y el sentir de todos los argentinos nunca se había desvanecido, en ningún momento y más aún en ese empate de 2-2 que habían logrado con Francia.

Todos y cada uno pensaban eso, cuándo aquel momento consecutivo que marcó la noche se hizo presente en un estallido de aplausos para la cancha. Algunos piflaban, otros gritaban de emoción y otros simplemente hacían ojos ciegos para no ver aquella escena.

—ENCARA ENZO, GOL, GOL, GOOOL.— Gritaba orgulloso Rodolfo De Paoli una vez más por los sonoros altavoces. Todos habían prestado atención a ello al segundo.

La hija del prestigiado Pablo Aimar se encontraba besando al 24 de la actual selección. Ambos con notorios gestos de alegría en sus rostros y pequeños roces de narices luego de concluir el dulce beso. En sus ojos se podía notar cómo eran felices de tan sólo tenerse el uno al otro. Era una locura, pero aquello había alegrado a más de la mitad de la Argentina quienes ya suponían una posible relación entre ambos.

—¿Escuchas eso, Abby?— Pregunto el moreno divisado los ojos de su dulce amada.

—Lo único que quiero es escuchar tu voz, Fernandez.— La fémina con delicadas facciones dejo un suave beso en su mejilla limpiando las lágrimas que caían por el rostro del hombre que tenia en frente. —Te amo campeón.

—Y yo a vos, campeona..

(...)

Llegaba el turno de las entrevistas a algunos de los representantes dentro del cuerpo técnico. Se podía decir que los que más destacan en aquel momento eran Lionel Scaloni, quién duró poco más de 10 minutos. También Pablo Aimar que respondió un total de 7 preguntas y consecutivamente su hija quien era la qué prolongó más las respuestas.

—Abby Aimar, Abby, ¿Podes hablarnos de tu relación con Enzo?— El "Titti" destacaba por sobre todas las preguntas que los demás reporteros decían.

—Disculpa, Titti. Pero sólo respondo preguntas de trabajo.— Abby bastante cruda en sus palabras. Ella era así inclusive en las que se trataban de trabajo.

Pero a veces aquellas pasadas le jugaban un "gol" en contra, debido a las intermitentes preguntas que le hacían.

"¿Pero son oficiales?" "¿Ya confirman?" "¿Cómo fue?"

Una de las incesantes preguntas que habían surgido en el medio de las respuestas que daba Abby le había resonado en su cabeza. "¿Hace cuánto tiempo?".

Antes de contestar algo al respecto el fuerte ruido de tambores, trompetas, cantos, gritos y saltos provocados por la selección le había opacado. La castaña reía de forma disimulada por el festejo de los muchachos y cómo si fuese un angel mandado por Dios, Julián Álvarez, uno de los muchos que estaban se la llevó del brazo para poder festejar en los pasillos del complejo. Pero Abby, antes de irse, apuntó a la reportera que le preguntó a última pregunta para levantar los 5 dedos de su mano y escuchar un "¿Meses?", asintiendo y desapareciendo junto a la manada.

Muchos aún eran ajenos a aquella información, pero.. ¿Qué tal si contamos su historia?

suuuspiross.
🇦🇷 ♡

𝗨𝗡𝗜𝗧𝗘𝗗𝗦  |  Cancelada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora