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"Vamos" se escuchó primerizo el grito de Abby junto al pitido de su nuevo silbato. Llevaban dos semanas con el entrenamiento y últimamente no daban resultados favorables, lo que la sofocaba a los reclamos de Scaloni, técnico de la selección.

Uno por uno corría desde un extremo de la cancha al otro siendo seguido a la par por ella quién cronometraba los minutos y segundos que realizaban en hacer el trayecto de un lado a otro.. Muy pocos de los que corrían se igualaban en el tiempo que tardaban mientras que la gran mayoría iba más lento de lo común.

—Bueno.— Finalizó llegando junto a Paredes que era el último. Estaba estresada. —Muy flojos hoy, eh.

—Es martes, ni vos te lo bancas.— Se cruzó en brazos el Papu.. Se había arrepentido de haberlo dicho.

Abby intuitivamente le miró encarando una de sus cejas. Hoy no iba a estar con chistesitos así, por lo que cerró su libreta y la dejo a un costado.

—Vamos a hacer siete vueltas a la cancha.— Algunos codearon a Gómez. —En cada pitido van a empezar a correr y no quiero ver a nadie quedarse.

Lo dicho y hecho.

Todos se habían colocado en fila detrás de la línea de banda mientras que su entrenadora esperaba a dar la señal, todos se empujaban entre sí para poder atacar al petiso que estaba en frente quién estaba allí por petición de la ojiverde. Era al principal al que iba a ver en todo el entrenamiento.

El primer pitido del ejercicio comenzó a sonar. Todos empezaban trotando pero uno de ellos lo indiferencio, era Enzo. Había comenzado corriendo debido a la confusión de no saber si empezar así o no, pero cómo su entrenadora no se mostraba serena temia preguntar y que a cambio recibiera 5 vueltas más.

—Trotando, Fernández—. Le replicó la entrenadora. Más serena que con los demás.

Enzo asintió disminuyendo el pasó junto a los demás. Paredes se había quedado charlando unos minutos con él para poder explicarle la forma de entrenamiento que tenían, cosa que le sorprendió que Juli no le dijera. Ese pibe andaba en las nubes y más allá.

En mitad de su charla sin previo avisó la castaña soplo el silbato obligando a todos a comenzar a correr. Ninguno se quedaba y todos intentaban aumentar el pasó debido a las miradas que les daba a algunos, especialmente al dúo que habían formado Otamendi y El Papu.

—¿Siempre es así?—. Se aproximó por dónde trotaba Julián.

—¿Así cómo?— Quedó confuso.

—Tan intimidante.— Se quedó expectante de Abby. La veía moverse de un lado a otro, no estaba tranquila.

Era obvio.

—Mhm.. No. Casi siempre nos sabe charlar, pero estos días anda estresada.— Le comentó a lo que Fernández le escuchó atento.

—¿Por qué?— Siguio trotando.

—No me quiso decir todavía, pero yo supongo que es por todo el replanteo que tienen planeado hacer.— Suspiro Álvarez. Se estaba cansando.

—¿Replanteo?— Hizo su segunda pregunta.

—Bueno, boludo. Cincuenta preguntas por segundo vos.— Río.

𝗨𝗡𝗜𝗧𝗘𝗗𝗦  |  Cancelada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora