En su lugar quedara (SAVE & MDZS)

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Al final, Luo Binghe no pudo impedir que Shen Qingqiu hiciera gala de sus habilidades escénicas a la vista de todo el mundo demoniaco y mortal.

Número uno: ¡Porque su shizun lucia tan emocionado y magnifico bailando! ¿Cómo no querer presenciar eso? Le da un toque de vanidad a su derecho como el esposo de esta hada masculina que sabía cómo cautivar corazones e hipnotizar mentes.

Shen Qingqiu fue el gran show del desfile, siendo elogiado por cientos de demonios y cultivadores, dejando con la quijada caída a muchos y otros cientos que no paraban de aplaudir eufóricos.

¡Todos hablan del galante y perfecto esposo del emperador Luo Binghe! Cuanta envidia, que gracia, una elección insuperable.

Ah, y la razón numero dos: No tenía la menor idea de cómo hacer que Shen Qingqiu retornara a su antiguo yo.

Siendo simples, le entrego el abanico para el gran debut y no hubo cambio. No paso nada durante los cinco minutos que le insistió que se quedara a su lado, esperando resultados. Tampoco ocurrió nada a la hora del turno de baile.

Shen Qingqiu se abanicó, tiro el abanico al aire e hizo varios movimientos impresionantes, impecables, novedosos con el elemento característico de su repertorio, y...No paso nada.

— ¿Qué tal te fue? — le pregunto a Mobei-jun, una vez termino el baile de su esposo y ahora mismo, se encontraba reposando en una silla para darse aires luego de tanto ejercicio.

— Le pedí que escribiera con esto y nada.

Mobei-jun le enseño lo que obtuvo luego de tirar las semillas favoritas de Shang Qinghua; un tipo de lapicera muy extraña, con tinta fresca en la punta y una forma demasiado sospechosa.

Luo Binghe tuvo la cortesía de acordarse de darle la información pertinente a su subordinado e incluso, mandarlo a la dirección adecuada en un segundo con su espada transportadora. Sin embargo, ambos demonios estaban en el mismo dilema actualmente.

No fue hasta que Shen Qingqiu realizo un movimiento mordaz con su abanico y el sudor por su frente le impidió ver que acabo por tropezar y dejar caer el abanico al suelo.

Luo Binghe inmediatamente fue a su rescate.

Alcanzo a tomar la cintura pequeña de su esposo, oyendo el diminuto y casi insignificante sonido del abanico cayendo al piso y de la nada, ¡Romperse en docenas de pedazos!

Luo Binghe palideció entero.

No, no, ¿Esto significa que...?

Una bruma repentina envolvió a medio escenario y a pesar de quedarse temporalmente sin visión, muy similar a las neblinas ocasionadas cuando empleaba sus poderes de invadir sueños, Luo Binghe lo vio: una nítida y fina forma de humo entrando por la boca abierta de Shen Qingqiu.

Su shizun, su amor, su todo se desplomo.

Sus ojos nunca lo dejaron, más cuando el sitio se despejo y todo el público observo lo sucedido: el inmortal y elegante hombre que había bailado como la maravilla, estaba flácido en los brazos de su esposo, el emperador Luo Binghe.

Un aura de maldad, ira y tristeza se coló hacia todos.

Fue tan potente, tan devastador, tan aterrador...

— Binghe. ¿Qué dije sobre controlarte a ti mismo?

Los ojos de Luo Binghe se abrieron como platos, mucho antes que Shen Qingqiu parpadeara y hablara con suavidad. Una vez fue consciente de su posición, el inmortal se separó de su esposo y se irguió, cual árbol ancestral sin nada que temer.

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