R O T A // PJ Masks (Ninyu/Nicolén) [RESUBIDA / EN CURSO / EN EDICIÓN]

Capítulo 2: "Déjame sola"

   Sola, triste, abandonada, de esa forma me sentía. Sin ánimos de nada, sin ánimos de salir. Cada vez empeoraba más; cada vez que volvía de mi patética escuela, me encerraba en mi habitación y no salía de allí durante horas. Mi papá decía que siempre estaba cansada, en parte era cierto, pero ese no era el único motivo. Sentía que estaba vacía interiormente, sentía que algo me hacía falta, pero no sabía qué era ese algo.
   Recostada en mi cama con los brazos extendidos, me encontraba perdida en aquellos pensamientos. De pronto, alguien tocó la puerta...

   Me estiré, puse pantuflas en mis pies y me levanté con pereza para abrir. Desearía no haberlo hecho. Detrás de ella estaba la caprichosa y mimada de mi prima Mei Ling. Nunca me quiso y nunca la quise, las fotos que nos sacaban juntas eran solo por obligación. Ella decía que yo era rara, que me vestía mal, que la ropa que utilizaba era ancha y criticaba mi peso sin importarle los problemas alimenticios que solía tener años atrás. No la soportaba en absoluto, odiaba su personalidad y aquellos vestidos exageradamente rosados, al estilo princesa o bailarina de ballet.

— ¡Hola, prima! — Me saludó Mei Ling hablando como si tuviera un broche en la nariz y sonriéndole oreja a oreja. Esa vez lucía un vestido rosa pastel, la falda del mismo era tableada y estaba llena de perlas por doquier mientras las mangas, largas y de un finísimo tul, también eran del mismo color, al igual que sus zapatos bajos.

— Hola — La saludé fríamente.

— Seguramente recordarás que mi cumpleaños fue hace unos días — Me dijo aún alegre.

— Sí, fue hace una semana — Le respondí en mi típico tono adusto. Y es que aunque quería, simplemente se me dificultaba que mis labios formaran una sonrisa genuina.

— Bueno... hoy lo celebraré junto a unos amigos y vine a preguntarte si querías asistir — Me dijo con una felicidad completamente falsa, agitando sus manos en cada palabra. — No habrá ancianos, seremos gente joven, habrá comida, música, baile y muchas cosas más.

   ¿Qué? ¿Ir al cumpleaños de mi prima la vanidosa e infantil? ¡Que siga soñando!
   Estaba a punto de rechazarla con estilo, cuando se me vino a la mente la frase que me dijo mi mamá: “Hoy es el festejo del cumpleaños de Mei Ling, deberían ir”. Agh, básicamente estaba obligada a decir que sí.

— Claro, ¿por qué no? — Dije con una sonrisa forzada, la que me obligaban a hacer mis padres en momentos incómodos y que parecía, no sé, incluso más falsa que la de los anuncios de dentífrico.