R O T A // PJ Masks (Ninyu/Nicolén) [RESUBIDA / EN CURSO / EN EDICIÓN]

Capítulo 5: "Heridas"

   Social, amable, pacífica, así era yo hace unos años. Pero hubo algo que me marcó, algo que me lastimó. Aunque todos dijeran que era imposible, aunque todos dijeran que era lo más bonito que existía, la herida más profunda que tuve... fue el amor.

   Gardner Sallow, catorce años. Cabello castaño, casi dorado,
ojos color miel, mirada cautivadora. Era ese típico alumno nuevo que por ser guapo era bien recibido en el curso. Al verlo, yo tampoco pude evitar sentirme atraída. ¿Qué esperaban?, era solo una jovencita. Me desilusioné al ver que muchas chicas hablaban con él. Presentí que jamás me prestaría atención, hasta que...

— Hola — Me saludó Gardner de manera amigable.

— Hola — Saludé de igual forma tímidamente.

   Parecía una tonta, era una tonta, de hecho. Aún sigo sin entender cómo fui tan ingenua de creer cada una de sus mentiras.

— Supongo que tú eres Ayelén — Me dijo con una sonrisa cerrada y pensativa.

— Supones bien — Dije sin dejar mi lado introvertido.

— Mucho gusto, mi nombre es Gardner — Se presentó respetuosamente.

— Encantada — Dije de manera amable, mientras estrechamos nuestras manos.

   Recuerdo la manera en la que ese pequeño roce de nuestras manos logró congelarme, haciendo que los latidos de mi corazón se intensifiquen en el momento en el que nos miramos a los ojos.

— Quería preguntarte si puedes enseñarme la escuela, en verdad no conozco casi nada y me pierdo bastante — Dijo algo avergonzado de sí mismo.

— Por supuesto — Dije sonriendo a más no poder —, sígueme.

   Y así, comenzó todo. Fui una idiota, caí en su red. En aquel momento, comprendí que el amor no era para mí. También comprendí, que mi corazón ya no podría latir por nadie más, estaba dañado. Podría decir que entró en una especie de estado de coma, del cual dudaba que despierte para así volver a amar...

— ¿¡¿TÚ?!? — Exclamé molesta.

— Hola — Saludó con timidez Gardner, escondido entre los arbustos.

— ¿Gardner? ¿Qué haces tú aquí?
— Pregunté muy molesta.

— Vine a buscarte, necesito hablar contigo
— Me dijo saliendo de su escondite.