Capítulo 2 ~ Casualidad o destino ~

132 59 10
                                    


- Allie...

Escuché mi nombre salir de sus labios e inmediatamente lo supe. Era Nate. Mi Nate. No lo podía creer. Pensé que nunca lo volvería a ver, pero aquí está. Enfrente mío. Después de tanto tiempo... ¡Y como ha pasado el tiempo!

- No lo puedo creer, ¡Nate!- exclamé sorprendida y él me extendió los brazos en señal de un abrazo y le respondí acercándome a él para abrazarlo.

Aún no puedo terminar de creerlo. Había imaginado tanto este reencuentro, este abrazo que, ahora que lo tengo enfrente, no lo puedo creer. Tanto que lo extrañé y tanto que lo había soñado, aún cuando las probabilidades eran casi nulas, y parecía casi imposible el volverlo a ver. Aunque siempre hubo una parte de mí que soñaba con volverlo a ver, ya había perdido las esperanzas, ya me había hecho la idea de que lo había perdido para siempre, pero ahora, el destino nos ha juntado nuevamente después de todo este tiempo... y es como si hubiera valido la pena la espera, como si no importara nada más porque, ahora, lo tengo finalmente enfrente de mí.

Quería llorar de la emoción, pero hice mi mayor esfuerzo para controlarme. No puede saber lo mucho que significa para mí el volverlo a ver.

- Que bueno verte de nuevo, Allie! ¿Cómo has estado? Te ves muy bien- dijo echándome una mirada de arriba a abajo

- Gracias!!- dije sonriendo y tratando de controlar mis emociones - ¿Qué hay de ti? ¿Qué haces aquí en Miami?

- Ya regresamos, mi familia y yo para acá. Y, pues, voy a retomar los estudios

- Wow, ¡qué sorpresa! Qué bueno que ya estén de vuelta por acá.

- Sí, así fue. Fue muy de imprevisto, pero aquí estamos. Y, ¿qué hay de ti?

- Pues, sigo estudiando y ahora como ves, estoy trabajando, y...

- ¡Alanisse!- escuché gritar a Bárbara, para luego ver como se asomaba por el escritorio buscándome - Termina allí y pasa por mi oficina – exclamó

- Esta bien- respondí y se alejó- Me tengo que ir, pero, me dió gusto volverte a ver

- A mí también me dió gusto haberte encontrado- dijo y ambos nos quedamos mirando y él me soltó una leve sonrisa.

Podía sentir como ninguno de los dos queríamos irnos todavía. A penas me lo acababa de encontrar después de tanto tiempo, y ni sabía si lo volvería a ver

- Espero que nos volvamos a ver... - pausó – Cualquier cosa, ahí tienes mi número dijo señalando el ordenador en donde había sometido su información

- Am... lo siento, código de confidencialidad - dije tratando de buscar una excusa

- ALANISSE!!!- escuché gritar a mi jefa

- Debo irme, luego nos vemos- respondí despidiéndome abruptamente para luego prácticamente salir corriendo de ahí, y me escondí detrás de la pared que daba a la recepción, en donde sabía que no me podría ver

Solté un leve suspiro mientras trataba de procesar todo lo que acababa de pasar. Escuché la puerta abrirse y cerrarse, así que me asomé a ver si se había ido y en efecto, ya no estaba ahí. Suspiré aliviada. De repente, noté que había dejado mi libreta del otro lado del escritorio así que me aproximé a tomarla. Pero algo llamó mi atención, había algo escrito en ella que no estaba ahí antes. Estaba escrito "Alanisse" y debajo de, estaba un número de teléfono, el cual, estaba firmado por "-N."

Sostuve la libreta y me quedé pensando en todo lo que acababa de ocurrir. El reencuentro tan repentino con Nate, como mencionó que ya está de vuelta en la ciudad y como espera que "nos volvamos a ver" y.... ¡carajo! Acabo de caer en cuenta de que, resulta que el chico al que casi acabo de llamar Adonis y prácticamente, con el que estaba coqueteando, era Nate. ¡Ay no! ¿En qué estaba pensando!? ¿Cómo se me ocurre!? Espero que solo haya sido yo y que sean cosas mías y él no se haya dado cuenta porque, donde no sea así... no quiero ni siquiera imaginar que pasaría si no fuera así. Ya ni tengo cara con que verlo después de todo lo que pensé de él. ¡Ay no! Esto está mal. ¡Todo está mal! ¿Cómo fue que me lo vine a encontrar!? ¿Y por qué ahora!? Ni siquiera sé cómo sentirme al respecto. No sé cómo haberlo visto otra vez me hace sentir

O sea, sí. Fue muy lindo y atento conmigo... hasta que supe quién era. Eso cambia las cosas. Y aunque una parte de mi tiene la esperanza, y le emociona la idea, de que este reencuentro sea un paso hacia la posibilidad de volverlo a ver y que todo vuelva a ser como antes, sé que no será así. Nada pasa igual dos veces. Y este reencuentro, no significa nada. Lo más seguro solo estaba siendo amable o simplemente, estaba honrando lo que una vez fuimos; y eso no significa que quiera tener algún tipo de relación conmigo. Lo sé, ya lo he vivido. Siempre vuelven del pasado, te saludan algo emocionados y preguntan: "¿Qué ha sido de ti?, ¿Cómo has estado?, ¿Qué es de tu vida?", lo cual me parece la conversación más hipócrita que existe. Fingen estar interesados, hablan de sí mismos también y presumen lo que han logrado y lo bien que les va, y claro, solo sacan a relucir puras cosas buenas. Al final, uno de los dos se tiene que ir antes de quedarse sin tema de conversación, pero no sin antes prometer ponerse de acuerdo para estar en contacto y verse algún día, pero después se despiden y nunca te los vuelves a encontrar. Siempre es así, y esta, no va a ser la excepción. Y ya estoy cansada de reencontrarme con viejos conocidos que fingen importarles lo que ha sido de mi vida cuando, si de verdad fuera así, nunca habríamos dejado de estar en contacto o de comunicarnos.

Respiré hondo y solté esos pensamientos. Traté de no darle importancia al reencuentro con Nate mientras me dirigía a la oficina de Bárbara. 


Mi otra Primera Vez (Wattys 2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora