Capítulo 44 ~ Complicado ~

13 2 0
                                    

Al día siguiente...


- Entonces, ¿qué pasó ayer contigo y Nathan? - preguntó Pablo

- Pues, diría que llegamos a buenos términos - respondí mientras ponía a calentar mi almuerzo - Me llevó a mi casa, conversamos un rato, y acordamos no volver a tocar el tema 

- Es para lo mejor. La verdad, no sé que estabas pensando cuando decidiste hablarle a Sergio. Bueno, la verdad es que sí.

- ¿Queee!?- respondí sorprendida 

- Vamos, te conozco Lani. - pausó - ¿Aún sientes algo por Sergio?

- ¿Qué!? Claro que no. Cómo crees! 

- Ajá... ¿Entonces porque le hablaste?

- Ya te dije, quería enfrentarlo ahora que estaba de vuelta. No quería tenerle miedo. Es como de esas veces en que tu pasado te alcanza y no puedes huir más de él, y lo único que queda es hacerle frente.

- Mhm - y sonó el microondas anunciando que mi comida estaba lista, salvándome justo a tiempo. La tomé y caminé junto con Pablo a una mesa para sentarnos 

- ¿Y qué tal va la clase con el señor Melendez?- pregunté

- No me cambies la conversación - mierda 

- ¿Qué hice ahora!?

- Tu bien sabes. Lani, no me digas que estas considerando volver con Sergio - y bajé la mirada, revolviendo mi comida con el tenedor - ¿¿¿Lani???

- Puede que... me haya pasado la idea por la cabeza la primera vez que hablamos - y él me dió esa mirada juzgona - Pero ya no más - dije mirando a mi comida y al bocado que iba a tomar

-¿Estás segura de que ya no más?

- ¿Viste lo que pasó ayer? Después de eso, es imposible que volvamos 

- ¿Y mi primo? ¿Lo que hay entre tú y él?

- Sabes que siempre he estado enamorada de él, que siempre me he hecho ilusiones y fantasías con él. Siempre lo he querido, pero, lo he hecho de lejos y... ahora, con la posibilidad de que se puedan volver realidad mis ilusiones y sueños, tengo miedo. Tengo miedo de que no sea lo que yo esperaba, que no sea todo lo que yo siempre soñé y desee, que no sea lo que siempre quise y, que ahora que lo tengo, me dé cuenta de ello. 

- ¿Es por eso que preferías volver con tu ex que te engañó?

- Bien dicen que más vale diablo por conocido que diablo por conocer 

- Alanisse!!!

- Es que no lo entiendes. Sabes cuanto amé a Sergio! Y por más que pasen los años, y aún después de todo lo que pasó, una parte de mi corazón le sigue perteneciendo a él y nunca dejará de ser así. No sabes todos los días que lloré pidiéndole a la vida que me lo regresara, que volviera a mí porque era el amor de mi vida, y ahora que volvió... me hizo pensar que quizás esta es la respuesta a lo que yo tanto pedí y la vida ahora me lo esta concediendo. Que quizás ahora puede que funcione.

- ¿Después de todo lo que te hizo?

- Las personas cambian 

- Y por eso, ya no pueden volver a ser como antes! Si estás aferrada al Sergio que conociste, al Sergio atento, romántico, y seductor, déjame decirte que ese Sergio ya no existe. Tú misma lo viste, él ya no es el mismo.

- Puede serlo, puede cambiar por mi 

- Ay, por favor!! ¿Tú crees que él cambiaría por ti!? Es un idiota. Mira Lani, - pausó - Si dices amar a Sergio, debes amarlo por como es ahora en el presente, no por cómo fue o cómo será o como puede que sea, NO. Debes amarlo por quién es ahora. Debes conocer al nuevo Sergio y averiguar si, sigue siendo él con quien quisieras compartir tu vida. En tu caso, ustedes ya tienen historia y no debes olvidarte de que él te engañó, te lastimó y te causó muchas tristezas e inseguridades. Y si decidieras estar con él, te va a tocar aceptar su pasado. Deberás vivir con lo que sabes si así lo eliges.... Sólo te pido que lo pienses bien y que no arriesgues todo por una ilusión de alguien que probablemente ya no exista - y nos quedamos en silencio

- En cuanto a Nathan- continuó - Deberías darte la oportunidad de, vivir ese sueño a ver si realmente es como lo imaginaste. Nunca sabrás si no lo intentas. ¿Y qué si no es cómo lo soñaste? ¿Y qué si es mejor de lo que imaginaste?

- Nate no se merece esto, todos los problemas que le traigo... 

- No pienses eso, tú lo quieres, ¿no es así?

- Muchísimo 

- Ahí está! ¿Entonces?

- Aún no sé a quien le pertenece mi corazón

- Estoy seguro de que cada vez estás más cerca de descubrirlo, sólo, no le tengas miedo a descubrir la verdad.

- Sabes cuanto te adoro, ¿no es así?

- Yo sé que sí, pero ahora, vamos a comer de una buena vez. 

- Por supuesto.

Y seguimos hablando y compartiendo mientras almorzábamos. Después, cada quien tuvo que partir a sus clases y nos despedimos. El resto del día transcurrió normal. Entre tomando clases, yendo al gym y haciendo tareas se me fue el día. Se llegó la noche y me empezó a dar hambre, y ahí fue cuando se me vino una idea! Puedo pasar por el restaurante en que trabaja Nathan para sorprenderlo y verlo, y de una vez voy y aprovecho a comer algo. ¡Sí! Eso es justo lo que voy a hacer. Me arreglé y me preparé lo más que pude. Debía estar deslumbrante para cuando él me viera, además, quería sentirme bien y cómoda conmigo, quería sentirme segura y como la diosa que soy, y el vestido que llevaba resaltaba eso perfectamente.

Una vez lista, me dirigí hacia su trabajo. No quedaba tan lejos, así que no tardé mucho en llegar. Me estacioné y me bajé del auto, dirigiéndome a la entrada principal. Cuando entré, me recibió un chico muy atento preguntando si había algo en que me podía ayudar.

- No, muchas gracias. Estoy esperando a alguien - dije buscando a mi alrededor - Iré a sentarme por la barra.

- Adelante, cualquier cosa que necesite, mi nombre es Emilio.

- Gracias, Emilio - y me dirigí entre las mesas hacia la barra. Tomé el camino más largo a ver si veía por algún lado a Nate, pero aún no lo lograba encontrar. Me senté en uno de los taburetes mientras aún seguía mirando para todos lados. "¿Dónde estás Nate?" - decía para mí misma.

En eso, llevé mi vista hacia el mostrador que se encontraba al otro extremo del lugar, y a lo lejos, pude reconocer a Nate. Sí era él. Así que tomé mi bolso y me encaminé hacia él, que creo que aún no se ha dado cuenta de mi presencia. Pasé por al lado de los baños cuando noto que una chica se encuentra con él. Al verlos, mis pies se paralizaron y la sonrisa de mi rostro se borró. Yo me quedé ahí parada, inmóvil, prestando atención a lo que ellos estaban haciendo. Estaba a una distancia razonable, en la que me podrían ver si dejaran de estar enfocados en ellos mismos. Me fijé que la chica tenia una vestimenta parecida a la que traía Nate, así que asumo que trabaja aquí también. Los dos se encontraban frente al mostrador, recargados sobre él y con sus bandejas en manos, pero estaban muy pegaditos y tenían sus cabezas reclinadas el uno hacia al otro, parecía que estaban hablando. Pero esto, era diferente. Ellos dos estaban casi en la parte de atrás, en una esquina, solos, hablando, y al parecer no se daban cuenta de nada de lo que estaba pasando alrededor. 

Puedo parecer muy tóxica y celosa en este momento, pero tengo razón! Los dos andan riendo y susurrándose entre ellos. Y ella no para de aprovechar cada oportunidad que tiene para ponerle sus manos encima y tocarlo. Desde acá se puede ver que le está coqueteando y que está más que interesada en él. Y, Nate... Quisiera saber lo que él hace, porque desde aquí parece que le está dando cuerda y no hace nada para mantener distancia con ella. Parece que está interesado. Esto es lo que gano cuando intento hacer algo lindo por alguien.

Justo cuando iba a dar un paso para atrás para darme la vuelta, choco con una de las mesas, haciendo que todo lo que había encima tambaleara e hiciera ruido. Afortunadamente no tiré nada, pero sí fue lo suficientemente ruidoso para que algunos de los que estaban alrededor se dieran cuenta, incluyendo a Nate.

- Discúlpenme, de verdad lo siento muchísimo.- me dirigí hacia la familia que estaba sentada ahí y mis nervios actuaron rápidamente tratando de levantar algunas cosas que se habían caído encima de la mesa. Después de unos segundos, decidí mejor dejar de intentar limpiarlo e irme de ahí, así que me enderecé y alcé la vista para ver que Nathan se dirigía para acá.

- ¿Allie?




Mi otra Primera Vez (Wattys 2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora