Capítulo 5 ~ Los pasajeros abordo del tren ~

94 46 1
                                    

Alanisse's POV:

Una vez salimos de la cafetería y nos despedimos, me dirigí a mi clase de ciencias sociales que tenía ahora. Llegué al salón justo a tiempo y me acomodé en mi lugar. Eché un vistazo alrededor y no veía a mi mejor amigo, Pablo. Otra vez llegaría tarde, pensé. Hasta que veo que aparece por la puerta apresuradamente y busca su asiento.

- Estás tarde otra vez - dije molestándolo mientras pasaba por mi asiento

- Dime algo que no sepa – respondió con humor

- Muy bien chicos, por favor, tomen sus asientos que vamos a comenzar- dijo el profesor entrando al salón y cortando nuestra plática.

El profesor empezó a dar la clase, y mientras lo hacía, poco a poco yo me empecé a ir en un viaje pensando en el tiempo que había compartido más temprano con Nate. No podía evitar pensar en eso. Me gustó haber compartido con él y se sintió como en los viejos tiempos. Ay!!! ¿¡Qué estás haciendo Alanisse!? No, no, no. Esto está mal. Siempre haces lo mismo. Ante la más mínima muestra de amabilidad te ilusionas y piensas que esa persona se convertirá en tu próximo íntimo amigo o que está destinada a acompañarte por el resto de tu vida, pero, ¡no! Que sí, es bonito soñar con que eso pueda ser una posibilidad y todo lo que puede desencadenar el conocer una nueva persona en tu vida, pero no todas las personas que conozcas están destinadas a ser personas significativas para tu vida. A veces solo pueden acompañarte por un tiempo, o incluso por unos instantes y luego se irán porque han cumplido su propósito en tu vida y ya, todos son pasajeros abordo de tu tren llamado "vida". Y ese puede ser el caso de Nate, y tengo que aprender a vivir con esa posibilidad. Ya se fue una vez, ¿quién dice que no lo volverá a hacer?

Eso sí, no puedo negar que, extrañaba a mi amigo, pero a la misma vez, aún no podía quitarme el recuerdo de lo que habíamos pasado tiempo antes de que él se fuera. ¿Será que yo fui la única que empezó a sentir algo más o solo fui yo que confundí las cosas y ví cosas que no eran? Porque él no ha dicho nada al respecto, quizás hasta ya se olvidó de eso y ni siquiera significó nada. A lo mejor hasta siguió adelante. Es mejor así. Acabo de "recuperar" a uno de mis mejores amigos, o al menos eso quiero creer, y eso es lo que importa.

"Bien que extrañabas esto, o lo que sea que haya o hubo entre ustedes, así que disfrútalo, disfruta el momento mientras dure. Si algo ha de haber entre nosotros, será una amistad y ya. Si él pudo hacer de lado cualquier otra idea, yo también puedo, por los viejos tiempos. Siempre hemos sido amigos y somos amigos, nada más. Y ni te hagas ideas y mucho menos te ilusiones, si no sólo saldrás lastimada. ¡Ya deja de pensar en eso!"- Decía en mi cabeza tratando de convencerme.

La clase se me hizo eterna tratando de concentrarme en ella, pero por fin terminó. Salieron todos y yo esperé a mi amigo para irnos juntos.

- ¿Por qué no me dijiste que tu primo y su familia estaban de vuelta en Miami?- pregunté confrontándolo

- Porque no sabía que tenía que decirte. Además, llegaron apenas hace dos semanas

- Pues sí debiste decirme, tenía que saberlo. Sabes lo buen amigos que éramos

- Mhm... "amigos"

- Es verdad- dije tratando de sonar convincente

- Mira Lani, no te dije nada por tu bien. De lo que me contaste de él, la última vez lo estabas empezando a ver como algo más

- Pero eso fue hace mucho tiempo ya, y... ya nada que ver con eso, equis.

- Por tu bien espero que así sea. Sólo te digo que tengas mucho cuidado, recuerda lo que pasó con... - sabía lo que iba a decir, por eso inmediatamente le lancé una mirada fulminante para que no se atreviera a decirlo y creo que lo captó - c-con... el innombrable. No quiero que salgas lastimada.

- Descuida, que no podrán lastimarme si no lo permito - dije tratando de reconfortarlo

- Bueno, confío en ti pues – respondió y seguimos caminando juntos por un rato

El día transcurrió normal, tomé mis clases del día, al salir de la Uni fui al gym, hice mi rutina de siempre, después conduje de regreso a casa mientras escuchaba un podcast de camino. Llegué a mi casa, hablé un rato con mi familia sobre nuestro día, después me fui a dar un largo baño, que sí que lo necesitaba, cené y me retiré a mi cuarto. Pensaba que podría escribir un rato, ya que hace tiempo no lo hacía y tenía ganas de hacerlo, pero, en ese momento, me entró una llamada de Charlotte

- Laniiiii!- fue lo primero que escuché cuando contesté

- Hola Lottie!

- ¿Qué haces?

- Pues, pensaba escribir un poco

- Oh... ¿no quieres salir conmigo y con Pablito? Dijo que nos podría llevar a un lugar que se pone increíble a estas horas- dijo emocionada

- ¿En lunes?

- Ay, no seas aguafiestas. El jangueo es para todos los días. De Lunes a Domingo

- No lo sé Lottie, no tenía pensado salir.- respondí dudosa

- Ándale, se va a poner bueno, una salida te vendría muy bien- dijo Pablo en el fondo

- Gracias chicos, pero, creo que mejor me quedo, no tengo ánimos de salir- dije firmemente

- Esta bien Lani, nosotros entendemos, ¿verdad Pablo?- y escuché cómo le daba un leve golpe para que respondiera

- Qu...- lo oí quejarse- Por supuesto! Claro que entendemos- contestó Pablo

- Gracias, que la pasen bien ustedes!!

- Gracias, que disfrutes tu tiempo tú también- respondió Lottie y terminamos la llamada

No siempre fui así como soy ahora. Desde muy pequeña se me hacía difícil hacer amigos y me acostumbré a no tenerlos; desde entonces, me volví muy selectiva con quienes yo llamaba "amigos". No tengo muchos amigos, pero los que tengo, son más valiosos que cualquier cosa en el mundo. Muchos podrían preguntarse cómo es que alguien como yo es amiga de personas como Lottie y Pablito, ya que soy muy diferente a ellos en esas cosas de salir a janguear y así. A ellos les gusta salir, mientras que si me dan a elegir a mí entre salir a un lugar lleno de gente o quedarme en mi casita a leer con chocolate caliente, elijo la dos.

La verdad es que los tres tenemos una gran y real amistad, y a pesar de no coincidir en los mismos gustos, ellos me quieren y aceptan como soy; al igual que yo los adoro a pesar de que a veces piense que les falta un tornillo jaja. Por eso los quiero tanto, porque ellos me entienden y saben aceptar cuando no quiero salir o hacer algo, y no por eso dejan de invitarme a hacer cosas o de ser mis amigos. No es que nunca salga con ellos, claro que salimos, pero no es todo el tiempo y no es necesario tampoco.

No soy de tener muchos amigos porque no quiero sentir la presión de que deba de estar haciendo cosas con gente a cada rato con tal de mantener una amistad porque si no, "se acaba" y así no. No quiero vivir complaciendo a los demás y hacer algo que sinceramente no me gusta. Claro, hay excepciones y lo hago por amor a mis seres queridos, pero no quiero que se vuelva costumbre. Quiero poder ser real a mí y a los que me rodean. Ser real a lo que siento y quiero hacer, sin sentirme presionada, y saber decir 'no' cuando no quiero y no tener que dar explicaciones y que simplemente los demás lo puedan entender y no quieran convencerme de lo contrario ni dejar de juntarse conmigo sólo por eso. Soy feliz quedándome en la comodidad de mi casita a leer con chocolate caliente, soy feliz pasando el tiempo conmigo misma, soy feliz estando sola. A pesar de cuánto amo a mis seres queridos, familia y amigos, nadie ha logrado hacerme cambiar de parecer al respecto y no creo que nadie lo haga. Pueden llamarme asocial o antipática por eso, pero no, simplemente es aprender a ser feliz con uno mismo y amar tu propia compañía.

Con eso, me dispuse a escribir, y así pasé el resto de la noche hasta que me empezó a dar sueño y me fui a dormir después del día tan largo que había tenido...  

Mi otra Primera Vez (Wattys 2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora