Capítulo 24 ~ Sentimientos encontrados ~

40 18 1
                                    


Habían pasado días desde aquel incidente con Nate y no habíamos hablado desde entonces, principalmente porque a pesar de lo mucho que ha insistido en hablar conmigo, yo lo he ignorado y evitado a toda costa. Aún no estoy lista para mirarlo a los ojos y enfrentarlo después de lo que pasó, además de todas las cosas que Charlotte me metió en la cabeza sobre él y nosotros que ahora ni puedo verlo sin pensar en eso. ¡Genial!

Pero ahora tenía problemas más grandes. Se acercaban las festividades por la navidad, la cual es la época del año que más odio. Llámenme Grinch, pero, tengo mis razones para odiarla. Mi madre organizaría una fiesta por nochebuena, en donde invitaría principalmente a toda la familia y algunos conocidos y amistades, así que me tocaba poner buena cara y aguantarme a todos mis familiares. 

Se llegó la noche y no sé en que momento el lugar se llenó de tanta gente. Esto era todo menos una fiesta íntima familiar. No debería sorprenderme eso de parte de mis padres, ya que siempre les ha gustado llevar todo "a lo grande".

Después de un tiempo, me encontraba atrapada entre todos mis primos que, o estaban bebiendo, o pegados a sus celulares o hablando de tonterías. No estaba disfrutando para nada esto, preferiría mil veces estar en cualquier otro lugar que rodeada de ellos, pero, no creo que tenga escapatoria de esta.

Mientras intentaba fingir interés en la conversación que estaba tomando lugar al lado mío, veo a lo lejos a quien creo que es. Mi cara refleja la sorpresa que me llevo al encontrármelo aquí. La pregunta es, ¿qué hace aquí? ¿Cómo llegó aquí? Y en eso, veo a mi madre que se acerca a saludarlo cálidamente y, ¡ay no! La conversación de la semana pasada... 


------- Throwback ---------

- Cariño, crees que 327 invitados son demasiados?- preguntó mi madre al otro lado del comedor

- Nah - dije sarcásticamente y sin prestarle mucha atención ya que estaba enfocada en mis trabajos 

- ¿Segura? Porque siento que me falta alguien...

- No, mamá, créeme que no se te queda nadie 

- Oh! ¿Y si invito a Nathan? ¿Estaría bien?

- Sí, esta bien - dije sin haber escuchado bien lo que me había preguntado, solo quería que me dejará en paz, así que le daba la razón en todo...


------- Fin del throwback ---------


Mierda! Eso me pasa por no prestarle atención a lo que me dice mi madre, pero, debí suponerlo viniendo de mi madre y me sorprende que no me sorprenda. Ella adora tanto a Nate que era obvio que no podía perder la oportunidad de invitarlo. Sólo, espero no tener que topármelo. 

Después de unas horas, ya me estaba sintiendo mal. Estas fechas no me gustan, me traen amargos recuerdos, y ya de por sí he intentado hacer un gran esfuerzo por aguantar, por pretender que disfruto siquiera esto, pero no puedo. Me empecé a abrir paso entre la multitud, necesitaba tomar aire, alejarme de todos y de todo esto. No aguantaba más esta sensación. Siempre he sido muy fiel a como me siento y más como me siento estando con otros, y ahora mismo, a pesar de estar rodeada de toda esta multitud, me sentía sola. Seguí caminando y el olor a alcohol me estaba mareando, y todo el bullicio y las risas estaban haciendo que mi cabeza estallara. Definitivamente no podía con este ambiente. Esto no era lo mío. Esta no soy yo. Aún no me explico que hago yo aquí. Ya estoy cansada. Me quiero ir. Quiero irme para así poder dejar de pretender, de esconder como verdaderamente me siento. Quiero irme para poder permitirme ser vulnerable, sin que nadie me juzgue por ello, porque sé que nadie lo podrá entender o minimizaran como me siento, pero así es como yo me siento. Debo salir de aquí lo antes posible, no aguanto 1 minuto más aquí.

- ¡Papá! - dije encontrando a mi papá y apartándolo para hablar 

- ¿Qué fue hija?

- Papá, me quiero ir. ¿Nos podemos ir ya?

- ¿Ahora? Todavía no. Tenemos que hablar con otros invitados aún.

- Por favor papá, me siento mal. No quiero estar aquí.

- Ay, Alanisse, compórtate y déjate de ñoñerías. Si te sientes mal, sal y toma aire, pero vuelve a atender a los invitados 

- Pero papá, te estoy diciendo... - dije ya con los ojos lagrimosos

- Ya Alanisse! - respondió mi padre perdiendo la paciencia - Tengo que atender a los invitados, luego hablamos - y simplemente se alejó y yo tomé un gran suspiro, tratando de no estallar ahí mismo.

Salí lo más rápido que pude de ahí, llegué al estacionamiento, y como no había nadie, aproveché y empecé a sacar todo lo que tenía adentro. Exploté en un mar de lágrimas incontrolables. Estaba temblando y llorando entre sollozos. No quería quedarme ahí, quería irme lo más lejos posible, pero no tenía cómo y no conocía el lugar. 

- Allie!! - escuché una voz detrás de mí y sentía como se acercaba a mí - ¿¡Qué tienes!?- preguntó Nate tomando mi brazo 

- Me quiero ir, me quiero ir, me quiero ir - me limité a decir como pude entre sollozos

- Sí, claro. Yo te saco de aquí. Vámonos en mi carro - y me abrazó mientras me encaminaba hasta donde estaba su carro. Llegamos y nos subimos a él y nos pusimos en marcha. Aún seguía temblando, pero, al menos ya estaba tratando de calmarme y de respirar conforme nos íbamos alejando.

- Toma. Creo que los necesitaras - y me entregó una caja de pañuelos 

- Gracias - y los tomé, tratando de limpiarme 

- Voy a encender la radio, a ver si eso ayuda...- dijo algo tímido tratando de hacerme sentir mejor

Al encender la radio, escuché que estaba empezando "Maldita foto" de Tini y Manuel Turizo y la reconocí.

- Conozco esa canción - dije algo emocionada y tratando de respirar al enfocarme en la canción.

- Pues cántala - dijo tiernamente Nate y yo le hice caso...


Otra noche sin ti

Ya no sé qué es dormir

Maldita foto

Que me recuerda que no existe un nosotro', uh-oh


Otro día sin ti

Si salió el sol, no lo vi

Corazón roto

Tanto me duele que ya ni quiero otro


Mientras estaba cantando, me di cuenta que nos habíamos detenido por la luz roja y los muchos carros que habían, y entonces, noté que Nate me estaba mirando mientras cantaba y yo me esforcé por mirarlo y normalizarme. Nos quedamos mirando mientras yo aún seguía cantando. En eso, Nate se acerca a mí y me da un beso de lado de la frente, lo cual me dejó sorprendida. Fue un beso con dulzura y ternura, y no pude evitar sonreír y mirarlo para ver si podia descifrar a este hombre. Simplemente, se volvió a enderezar en su asiento normal. Pero, luego, acercó su mano a la mía y la tomó y la entrelazo con la suya. Yo sólo me quedé mirando nuestras manos y lo que él estaba haciendo. Estaba jugando con nuestras manos y frotándolas, y, se sentía tan bien...

Sin darme cuenta, ya me había tranquilizado. Ya no me sentía mal y hasta se me había olvidado que casi me había dado un ataque. Nada de eso importó ya, porque la presencia de Nate me hizo olvidarlo todo 

Mi otra Primera Vez (Wattys 2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora