6. ☪ Murciélago ☪

6 0 0
                                    



-¿ Te sorprende verme? - me dijo.

-No, lo que me sorprende es que no te hayas ido ya - dije frunciendo el ceño, mientras sus ojos azules se clavaban en mí .

-Si quieres me voy...

-No me sorprendería, al menos esta vez te irías avisándome de que lo haces - dije maldiciéndome por mi estúpida respuesta - aunque claro, no tienes por qué avisarme - intenté mejorar mi torpeza.

No sabía el por qué pero me fastidiaba demasiado que antes de poder darme cuenta , el chico misterioso desapareciera de repente. Me enfurecía, quizás era por qué justo había aparecido en momentos concretos y puntuales de mi vida. El día que me corté con el vaso, en el funeral de mamá , el día que tía Marga tuvo que frenar por lo de aquella niña... y del mismo modo que aparecía, se esfumaba.

Y esos ojos azules, esos malditos ojos azules. Que se apoderaban de mi razón, sin permiso. Por instantes... Los mismos instantes que el permanecía a mi vista.

Menos mal que son instantes, porque sino comprobaría las tonterías que puedes llegar a decir frente a unos ojos claritos...

Pero esta vez, no se había marchado todavía, dije al sonreír tontamente entre mis pensamientos.

Exacto. Estas más expuesta a hacer el ridículo...

Me sentí incómoda, o más bien estúpida.

¿ Qué tal si quitas esa expresión ridícula de tu cara y te comportas normal?

Sí, estaría bien.

-Vaya noche se ha quedado, ¿ eh? - dijo él como ayudándome a cambiar de tema y de cara.

-Buena.

-¿ Buena? Un poco tormentosa diría yo...

-Me encanta la lluvia. Sobretodo escucharla, olerla. Los truenos de verano a través de una ventana...

-Pero mojarte...

-Mojarme no tanto - dije mirándome totalmente empapada.

-Nadie lo diría- dijo sonriendo .

-Bueno, sentí paz entre la tormenta. Calma en el caos. Estaba disfrutando un poco de ella. Y ahora me tengo que ir a mi casa. - dije apresuradamente. Sentía cosas que no quería y un nerviosismo en mi propia garganta cada vez que salía de ella mi voz que me estaba empezando a no gustar.

-Bueno, fue un placer conocerte ...

-Lya - dije yo mientras aquel chico misterioso me daba la mano.

-Lya... - sonrió. - Bonito nombre. Yo soy Yuli. - dijo clavando su mirada en mis ojos.

-Yuli... - susurré. - nunca lo había escuchado , pero suena también bonito.

-Espero que nos volvamos a ver - dijo Yuli sacudiendo su flequillo derramando así, unas gotas de lluvia que cayeron a centímetros de mí.

-Seguramente, últimamente solemos coincidir.

-Las coincidencias... ¿ Crees que eso ha sido? ¿ meras coincidencias?

-¿ No lo crees tú? - dije pasándome la mano por mi frente para quitarme el exceso de lluvia de mi rostro.

-No, yo no creo en coincidencias.

-¿ Y en qué crees tú?

-Bueno, si tus coincidencias nos hacen volver a coincidir, quizás algún día lo averigües...

y... guiñando el ojo, desapareció.

Maldición...

Que raro... demasiado había tardado. Me quedé helada a pesar de ser verano. Sentí mis venas congeladas, y mi cuerpo petrificado. Había vuelto a desaparecer. Pero no porque yo bajase la mirada, esta vez no. Lo había hecho delante de mis ojos. Como si todo hubiera sido imaginación mía. Y no lo había sido. Tan real como estaba frente a mí hacía cinco minutos, así de real desapareció de mi vista.

Selene✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora